La epifanía musical de Dante Spinetta

En una entrevista con Río Negro, el hijo mayor de Luis Alberto habla de cómo las “Niguiri Sessions”, su más reciente y potente trabajo, y la pandemia del coronavirus lo afectaron al punto de cambiar su visión de la música y la vida.

Cambió el mundo y cambié yo”. Como todos, Dante Spinetta ya no es el mismo que supo ser antes de la pandemia. Tampoco lo serán sus proyectos, incluido su próximo disco que ya tenía bien encaminado, pero que hoy le resulta lejano. Como si lo hubiera pensado en otra vida y para otras vidas. Otra sensibilidades, otros sentires. Y en lo que a Dante respecta, también otras músicas.
El 11 de febrero pasado, el hijo mayor de Luis Alberto reunió a su banda en Naré, un Sushi Bar del barrio porteño de Belgrano del que es habitué, para grabar un miniset de seis canciones repartidas entre sus cuatro discos solistas, más un single y un instrumental inédito. Ocho tracks que dieron forma a algo más que un experimento musical audiovisual.


Las “Niguiri Sessions”, tal es el nombre de este trabajo editado recientemente, funcionaron para Dante como una epifanía musical y creativa que cambió radicalmente lo que tenía pensado, no sólo para su próximo disco, sino para su modo de encarar la vida misma. Las “Niguiri Sessions” son un recorrido por parte de la obra solista de Dante en clave roquera.

Foto: Dante Still/Sony Music.


Estrenados en dos partes en formato audiovisual durante junio pasado, “Niguiri Sessions parte 1”, contiene versiones de “Mi vida” y “Supremacía”, del disco “Puñal” (2017); “Humo digital”, de “Elevado” (2002); y “Perdidos en el Espacio”, sencillo (2019).
La segunda parte cuenta con temas como “Soltar”, un inédito llamado “Funk Warrior”, y “Olvídalo”, con la participación especial de Julieta Rada. Junto a Dante se puede ver a su banda integrada por Pablo González en batería, Matías Mendez en bajo, Axel Introini en teclados, Carlos Salas en la percusión y Matías Rada en guitarra. Desde mediados de julio está disponible en las distintas plataformas de streaming en formato disco.

Es una sola toma de audio, lo que nos salió es lo que se escucha. La verdad es que quedó buenísimo”.

Dante Spinetta.


“Lo grabamos en una tarde, durante una cuatro horas”, le dijo Dante a Río Negro, desde el teléfono. “Tocamos cada canción dos o tres veces, pero no regrabamos nada en el estudio ni regrabamos tomas, es una toma de música que elegimos. Es una sola toma de audio, lo que nos salió es lo que se escucha. La verdad es que quedó buenísimo”.
Sobre las razones para grabar estas sesiones , Dante revela que la idea era registrar en audio y en video cómo estaba sonando la banda. Inspirado en las Tiny Desk Concerts, minishows en lugares pequeños y poco convencionales, Dante pensó en el restaurante de sushi del que es habitué junto a sus amigos. “Es muy chiquito pero que está buenísimo, con una onda, muy especial y flasheé con hacerlo ahí”, resume.

Foto: Theo Laflreur/SonyMusic.


Más allá de la idea de hacer algo diferente en un lugar diferente, la cosa tenía que sonar bien. Y sonó bien, “en buena medida por el equipo técnico con el que lo hicimos”, señala Dante. “El restaurante no tenía ningún tipo de preparación especial, era un lugar común y esa era un poco la gracia de todo esto. Al ser ser chico estamos todos mucho más cerca y nos complementamos de un modo especial”.
Otra buena razón para que haya sonado bien fue la preproducción: “elegir los equipos de audio correctos, que esté todo afinado, que lleguemos ensayados. Después, no salvás nada. Está el mito que en la mezcla salvás las cosas… no! Yo prefiero trabajar fuerte la preproducción”.
Pero sobre todo, las Niguiri Sessions” suenan de maravillas porque “veníamos de tocar la noche anterior, entonces estábamos muy ensayados, eso también marca una diferencia”.


Y aquí aparece una de las epifanías de Dante: la banda. Verse y escucharse hacer música con una banda, pero no con una cualquiera, sino con esta en particular, le cambió los planes. Después de tantos años de grabar solo, “toda la sangre reunida genera algo diferente”, reconoce sobre la diferencia de hacerlo todo con máquinas.

Foto: Theo Lafleur/Sony Music.


“Me hizo reflexionar sobre cómo encarar el próximo disco también”, dice a modo de confesión. “A mi me copan mucho la máquinas, es algo que hago yo solo en el estudio. Pero también está muy bueno cuando le agrego músicos y ponen su impronta, la suma es increíble. Es más, te diría que me gustan más las versiones de ‘Niguiri Sessions’ que las de ‘Puñal’, donde estoy yo solo. Escucho lo que hicimos y digo ‘che, esto está bueno, lo tengo que tener el cuenta para el próximo álbum’”.


De un modo bien potente, las “Niguiri Sessions” fueron como un punto de inflexión en el universo creativo de Dante. “Hace dos años que volví a ser solista. Saqué ‘Puñal’, saqué la música de la película ‘4×4’, saqué cuatro singles, trabajé muy fuerte como para volver a armar mi equipo, mi sonido. Pero con Niguiri empecé a conectar de otro modo con la gente. Niguiri funciona como un nuevo comienzo para mi”.

Creo que es un momento donde la gente está conectando mucho con la música. Una canción como ‘Soltar’, que ya tenía un año y medio de editada, tomó una fuerza increíble en la gente, que conectó con las letras de un modo que quizás en otra vida más acelerada no hubiera sucedido”.

Dante Spinetta.


Así, la epifanía de Dante va más lejos aún. “ Yo estaba por grabar un álbum que estaba re bueno, pero creo que ahora va a estar mejor porque también empecé a valorar mucho más el hecho de poder entrar a un estudio a grabar, compartir cosas que tengan amor y calidad ahora más que nunca para la gente. No dar todo por sentado, estar agradecido por el don de la música, de que tengo gente que me sigue, entonces ir y grabar el mejor disco posible dentro de mis posibilidades”.


Publicado en cuarentena, pero grabado bajo la “antigua normalidad”, el proyecto tomó definitivamente otro significado no sólo en Dante, sino también en la gente: “Lo que cambió supongo fue el recibimiento de este trabajo, dada la sensibilidad del momento”, asume. “Creo que es un momento donde la gente está conectando mucho con la música. Una canción como ‘Soltar’, que ya tenía un año y medio de editada, tomó una fuerza increíble en la gente, que conectó con las letras de un modo que quizás en otra vida más acelerada no hubiera sucedido”.

Foto: Dante Still/SonyMusic.


Para Dante, “esta cuarentena nos obligó a todos a bajar un cambio y en esa bajada de cambios salen algunas cosas buenas. Trato también de encontrarle el lado positivo a las cosas”.
Esas cosas buenas incluyen su próximo disco, que comenzó en tiempos de la antigua normalidad pero que tomó un nuevo sentido, cuarentena y Niguiri Sessions mediante: “Ya tenía varios temas terminados, pero empecé a conectar con otras cosas en este último tiempo. Y me gusta la idea de sacar algo que me represente 100 por ciento hoy. Cambió el mundo y cambié yo”.


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