La crisis en Bariloche dispara la pobreza pero también la solidaridad
Los trabajadores más precarizados son los primeros en entrar en emergencia. Pero en la ciudad andina también se fortalecieron las redes de contención comunitaria: desde comida hasta barbijos.
“Comemos al mediodía o a la tarde. Tratamos de hacer una sola comida al día. Entre medio, tomamos mate con pan que hago con la harina que nos dan”. La situación descripta por Miguelina Vargas es la de mucha gente que, desde que comenzó el aislamiento obligatorio, se vio impedida de trabajar. Los ahorros que tenían algunos pocos privilegiados se consumen poco a poco.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $2600 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahoraJournalism Trust Initiative Nuestras directrices editoriales
Formá parte de nuestra comunidad de lectores
Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.
Quiero mi suscripción
Comentarios