La comunidad mapuche Buenuleo apeló una orden de desalojo
El 10 de septiembre la comunidad se instaló en un lote del cerro Ventana, en Bariloche, como parte de una reivindicación territorial. El propietario los denunció y hay 8 personas imputadas por usurpación.
La juez Sergio Pichetto ordenó el desalojo de la comunidad Buenuleo de un lote en Bariloche. Archivo
La comunidad mapuche Buenuleo apeló la orden de desalojo que impartió el juez de Garantías Sergio Pichetto para que abandonen las tierras ubicadas en el faldeo del cerro Ventana, en Bariloche, en una causa por usurpación que se inició tras la denuncia de Emilio Friedrich.
La abogada de la comunidad, Natalia Araya, se presentó ayer en la Fiscalía para presentar la impugnación al dictamen del juez que ordenó, en una medida cautelar, el desalojo de los Buenuleo, por considerar que la decisión fue “arbitraria” y que se adoptó con una “falta de conocimiento de la temática indígena”.
Araya señaló que en la medida judicial, el juez Pichetto dejó a un lado preceptos de la Constitución Nacional y los tratados internacionales vinculados a la temática indígena.
El lunes pasado, el juez Pichetto había otorgado a la comunidad un plazo de 72 horas para desalojar voluntariamente el terreno. La abogada recordó que esa orden regirá una vez que esté firme la medida.
Con la impugnación, ahora se deberá convocar a las partes a una audiencia para determinar si se hace lugar o no al planteo de la comunidad.
Por esta causa hay 8 personas de la comunidad mapuche imputadas por el delito de usurpación. La fiscalía acreditó que Friedrich compró el lote de manera legal y apuntó a que los imputados no contaban con la posesión ni la propiedad tradicional de la tierra.
También la abogada defensora impugnó la competencia de la justicia provincial en este caso al considerar que el litigio se debe resolver en el fuero federal por encontrarse el territorio en jurisdicción del parque nacional Nahuel Huapi.
La comunidad Buenuleo permanece desde el 10 de septiembre en el lote pastoril de unas 90 hectáreas. Allí se constituyeron como un acto de “recuperación territorial”. Para la Justicia hubo un despojo de las tierras a su propietario, Friedich, quien había adquirido el lote años atrás.
En paralelo hay otra causa penal iniciada por integrantes de la comunidad Buenuleo por las presuntas amenazas calificadas propinadas por el propietario del lote quien exhibió un arma de fuego.
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