Piden ayuda para la familia de la beba de Regina que contrajo Síndrome Urémico Hemolítico

Aunque la pequeña dos años ya se encuentra mejor luego de ser operada en Buenos Aires, sus padres continúan recolectando fondos para solventar gastos. Actualmente se encuentran sin poder trabajar.

Tras casi cuatro meses deambulando por diferentes centros de salud las energías podrían ya no ser las mismas. Aunque en el caso de Lara, la beba de Regina que captó la atención de la región luego de contraer el Síndrome Urémico Hemolítico a comienzos de años, la esperanza sigue siendo el motor fundamental para mantenerse de pie.

Luego de someterse a severas intervenciones quirúrgicas en un sanatorio porteño, la pequeña mejoró sustancialmente su estado y se encuentra cada vez más cerca de rehabilitarse. Pero su familia continúa solicitando ayuda a la comunidad para solventar las deudas que acarreó la situación.

«Ella está fuera de peligro pero bueno hay que esperar su evolución. Luego de la infección inicial, los intestinos se dañaron y su recuperación es muy lenta. Nos dijeron los médicos que tenemos para un tiempo largo todavía acá en Buenos Aires«, afirmó Maxi, papá de Iara.

Iara se encuentra fortaleciéndose y ganando peso luego de tan complejo proceso. Actualmente, se mantiene a la espera de una tercera y última operación para poder posteriormente continuar con el proceso de rehabilitación.

Aunque por gestiones del senador Weretilneck, Provincia se hizo cargo de los gastos de hospedaje e internación, las deudas en la región quedaron sin ser atendidas. «Nosotros vivimos en Regina, los impuestos llegan igual y ahora no estamos trabajando por esta situación. Por lo que carecemos de nuestro único sustento para poder pagarlos», añadió Maxi.

El círculo cercano de Iara agradeció a las personas que ya colaboraron con un pequeño aporte, y especialmente a quienes siguieron de cerca la recuperación de la menor. «Quiero agradecer a todas esa personas que están orando por ella y se mantienen pendientes«, finalizó el padre.

Las personas interesadas en colaborar podrán hacer sus envíos por medio de Mercado Pago a través del CVU 0000003100093867816822.

El caso


Los primeros síntomas surgieron a mediados de enero, luego del regreso de unas vacaciones familiares. La niña fue ingresada varias veces al hospital de Regina, donde se la diagnosticó erróneamente con un cuadro de ‘gastroenteritis’.

Pero, la severidad de su cuadro requirió de un primer traslado al hospital Francisco López Lima. Fue en ese momento cuando en simultáneo comenzaron las acusaciones de la familia por una aparente mala prestación médica por parte de la primera institución. «Cuando empeoró dije: ‘Esto no es una simple gastroenteritis’. Porque la estaban dejando morir”, relató el padre.

El caso cobró visibilidad mediática cuando el círculo cercano de la menor arremetió contra el servicio de agua potable de la ‘Perla del Valle’, como principal vector de contagio. Se culpó a la intendencia como la responsable directa el cuadro de Iara, aunque rápidamente la autoridades se deslindaron de culpas.

Vale aclarar que a posterior de la situación se decidió no iniciar con acciones legales contra el cuerpo médico local ni hacia las autoridades municipales. «A mí lo único que me interesa es que mi nena esté bien», aseveró Maxi.

En el nosocomio de Roca se ingresó a la pequeña a la unidad de terapia intensiva y comenzó la búsqueda por un centro de diálisis para niños, ya que sus riñones solo funcionaban en un 20 por ciento a causa del síndrome. Una vez estabilizada se la derivó a una clínica privada de Neuquén, donde llevó a cabo el tratamiento.

El 9 de febrero recibió el alta por parte del cuerpo médico neuquino, el peor de los peligros ya había pasado. Pero lamentablemente al poco tiempo volvió a sufrir una recaída por la cual tuvo que ser hospitalizada nuevamente en Roca. «Iara nunca se recuperó del todo cuando estuvo en la clínica San Lucas de Neuquén«, recalcó Maxi.

La menor permaneció por más de 20 días en el López Lima, previo al traslado al Hospital Garraham donde se encuentra desde mediados de marzo.


Tras casi cuatro meses deambulando por diferentes centros de salud las energías podrían ya no ser las mismas. Aunque en el caso de Lara, la beba de Regina que captó la atención de la región luego de contraer el Síndrome Urémico Hemolítico a comienzos de años, la esperanza sigue siendo el motor fundamental para mantenerse de pie.

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