Reaccionar antes de que se vayan de la Salud Pública
El conflicto de los trabajadores esconde la pelea por la consolidación del gremio Asspur. Aunque lo central continúa siendo lo salarial y por lo cual el gobierno teme la fuga de personal al sector privado.
Dilatar un reconocimiento gremial puede ser motivo de debate. Políticamente correcto o no, es un tema que puede discutirse. Lo que no debería ser discutible es la necesidad de una solución para los trabajadores de salud. No está claro por qué razón no se resuelve el conflicto cuando se trata de dos temas que se pueden discutir por separado. Una es la situación salarial y laboral de los trabajadores y la otra es la del pedido de aceptar que Asspur es un gremio que puede discutir a la par de Unter, UPCN, ATE. Lo primero es urgente, lo segundo se puede discutir.
Pero a esta altura la sensación es que una cosa traba a la otra, escenario en el que los gremios estatales mayoritarios de Río Negro no tienen una postura pasiva e indiferente.
A ATE y a UPCN no les interesa que Asspur sea un gremio formalmente constituido, porque eso implica el reparto de afiliados y por lo tanto el reparto de los aportes que cada afiliado haga a su gremio. Es decir, si llega Asspur, se va a llevar algunos afiliados de ambos gremios.
Pero no es eso lo central. Lo importante es la situación de los trabajadores de la salud, que tienen ingresos que en muchos casos son una invitación a irse a la actividad privada. El Estado no puede con estos salarios competir con las clínicas y sanatorios, sobre todo en el sector profesional, donde cada vacante que se genera cuesta horrores cubrir.
En el Gobierno admiten en voz baja que hay que reaccionar antes de que se vayan, que recuperar un profesional es poco menos que imposible. Pero no solo pasa con los profesionales. La Salud Pública en su conjunto necesita retener a sus trabajadores, que son el soporte cotidiano y también fueron el soporte ante la enorme demanda de la pandemia.
La propuesta inicial no alcanzó para salir del encierro en este tema, pero las reacciones son lentas mientras transcurre una y otra semana de paro con todo lo que eso implica en hospitales con alta demanda en la provincia.
Tal vez lo que siguen equivocadas son las prioridades y la salud es una prioridad.
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