La carrera electoral de Roca: encuestas, lealtades y batallas perdidas
La gobernadora en el local roquense de Juntos Somos Río Negro. En la reunión casi no se habló de Weretilneck.
El sentido de pertenencia empieza a tallar en las definiciones electorales dentro de Roca.
La gobernadora, Arabela Carreras, estuvo esta semana en la sede local de Juntos Somos Río Negro.
Ninguno de los dirigentes que se sentaron a su alrededor llegó a la política de la mano de ella. Sin embargo, hubo condescendencia dentro de la Mesa Local ante los planteos de la mandataria, que prometió involucrarse en la etapa proselitista pero también dejó críticas por cierta falta de apoyo a la gestión provincial que advierte en algunas instituciones.
Carreras, del silencio público a la catarsis política en el Alto Valle
El senador y presidente del partido, Alberto Weretilneck, casi no fue mencionado en el debate.
Señales del difícil equilibrio que demandará el armado de la estrategia opositora en la ciudad.
El exgobernador le dio sentido al presente que hoy transitan (y la mayoría disfruta) esos dirigentes. Pero la actual gobernadora maneja la caja del Estado.
Y como todo oficialismo argentino, nadie piensa una campaña electoral sin aprovecharse de los recursos públicos.
En la reunión también se habló de las encuestas más recientes realizadas en la ciudad.
Los números que recibió la dirigencia de Juntos dejaron claro que el sorismo puede haber sentido el rigor de las urnas en el 2021, adversas para todo el Frente de Todos rionegrino, pero lejos está de una caída en picada hacia una histórica derrota.
Los sondeos sirvieron al titular de la Mesa de JSRN, Carlos Banacloy, para reforzar su idea de que el gobierno provincial debe tener más presencia concreta en Roca.
Ante eso, el viernes se promocionó la licitación de 40 viviendas del IPPV para la ciudad. Positivo pero escaso para un proyecto que juega contra un reloj que no está en sus manos. Sólo la intendenta, María Emilia Soria, sabe cuánto tiempo le queda a la oposición para montar una campaña efectiva.
Ahora bien, las cifras que muestran una caída atenuada en la imagen positiva de la gestión municipal no representan para nada una garantía para el sorismo.
El respaldo al proyecto iniciado en el 2003 apenas supera el 41% en uno de los trabajos estadísticos que circulan por estos días en la ciudad, realizado “cara a cara” ante 300 roquenses entre fines de junio y principios de julio.
Ese relevamiento también refleja una situación de la que el municipio parece haber tomado nota recién en los últimos días. El 57,8% de los encuestados contestó que el estado de las calles es el principal tema que debe resolver el municipio.
Seguramente de ahí se explica la proliferación de vallas azules que se registra en diferentes puntos de la ciudad, intentando demostrar algo de “acción” luego de un período prolongado de deterioro.
Una singularidad que también aparece en ese sondeo es que en segundo lugar, detrás del estado de las calles, aparece que “desagüe y cloacas” es asignado como un tema a resolver por el municipio por el 42,9% de los consultados.
Se concluye de ahí que la histórica batalla de los Soria contra la empresa ARSA es hoy prácticamente de suma cero. Casi la mitad de los vecinos sigue pensando que es un problema del gobierno local, cuando formalmente esa responsabilidad es de la esfera provincial.
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