La comezón del séptimo mandato

Julio Grondona será reelegido hoy por sexta vez presidente de la AFA. Breve historia de un hombre que salió de Sarandí y conquistó el mundo. "Todo pasa", reza en su anillo. ¿Es tan así?

Sólo una vez tuvo competencia. Fue en 1991, cuando el ex árbitro Teodoro Nitti se presentó como candidato y perdió 39 a 1. Antes y después de esa fecha, Julio Grondona (Sarandí, 1931) nunca tuvo oposición para perpetuarse en el sillón de la AFA A ese sitial accedió en 1979 ostentanto un "pedigree" que lo diferenciaría del resto: no era ni de Boca ni de River -condición "sinne qua non"-, había fundado un club -Arsenal-, tenía menos de 50 años y gozaba del consenso de los directivos. La AFA, por aquel entonces, era un espacio que no había salido indemne de la dictadura: el generalato ocupó varios puestos clave . Grondona convivió con ellos haciendo gala de su cintura política. De eso modo también sobrevivió con altura al advenimiento de la democracia (radical y de Independiente como Raúl Alfonsín) y con astucia a la llegada del menemato: hizo negocios con conspicuos empresarios de la era de las patillas, como Carlos Avila, Daniel Hadad y Martín Redrado Justamente con Avila se asoció para conformar el gran pulmón que alimentó de aire al fútbol argentino en los último años: TyC. En 1991 la empresa adquirió los derechos de TV del fútbol sin haber participado de licitación alguna y con la capacidad de prorrogarlo in eternum. Ese contrato, fustigado por muchos por su duración hasta el 2014, fue el que posibilitó que el fútbol tuviera su fiesta menemista. O sea, su década perdida. Muchos fueron los clubes que cobraron -y cobran- por adelantado el dinero de los derechos para así armar sus planteles, para así endeudarse hasta el default. Racing, cuyo gerenciador Fernando Marín mantiene una estrecha relación con Grondona, es un ejemplo preciso de esto Con el paso del tiempo, Don Julio manejó la AFA con el mismo pulso con que manejaba sus negocios familiares. Nombró a conocidos y gente de su entorno, al tiempo que crecía su fortuna, calculada en varios millones de dólares, distribuida en hoteles alojamientos, estaciones de servicios, locales, el corralón y empresas constructoras. Fue un artículo de la revista Noticias de septiembre de 1998 el que desnudó la trama de negocios urdida alrededor del sillón presidencial. A partir de esa investigación, un juez intentó acusarlo de "enriquecimiento ilícito". Hace algunos meses, Grondona fue sobreseído Al calor de los triunfos futbolísticos, Don Julio fue escalando en la jerarquía internacional. Amigo de Joao Havelange, fue nombrado vicepresidente de la FIFA en 1998, puesto que conservó con la llegada del suizo Joseph Blatter. Para esa época, la empresa que manejaba el marketing de la FIFA era la suiza ISL. La primera empresa que manejó la imagen de la selección argentina fue, justamente, ISL, que ganó ese derecho sin par

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