La biblia del modelo neuquino
El Frente de Todos le dejó servido en bandeja al MPN uno de los platillos preferidos, discutir la potestad de los recursos hidrocarburíferos.
Ningún estratega lo podía haber pronosticado mejor. La campaña para diputados nacionales tuvo epicentros de sismos pero con muy baja intensidad para llegar a ser percibidos por la gente en la superficie. Hasta que pasó lo que nadie previó: alguien se animó a tocar (eso nada más, tampoco mucho) la biblia de la actividad, como la denominó un dirigente político, en referencia a ley que otorga la potestad de los recursos hidrocaburíferos a las provincias.
Si hay una batalla que el gobierno del MPN está “siempre listo” a darla es la que se vincula al “cuerno de la felicidad” de donde surgen 7 de cada 10 pesos que ingresan al Estado provincial, el gas y el petróleo.
La campaña para diputados nacionales transitaba en un camino asfaltado con muchos diagnósticos obvios e intentar mostrar realidades que la coyuntura oculta.
El secretario de Energía, Darío Martínez, no alcanzó a tocar el timbre del colectivo para que frenara en la parada de los anuncios y el gobernador Omar Gutiérrez le ganó de mano. Con la necesidad de la política de dar buenas noticias nadie podía perderse el dato de la producción récord de petróleo y gas. Para empardar el envido de Gutiérrez, Martínez dijo que había enviado el proyecto de ley de promoción de inversiones hidrocarburíferas al presidente para que éste la envíe al Congreso. Ahí se sacó el velo a la grieta en la que el MPN se siente cómodo y el Frente de Todos debe mostrar credenciales.
El gobernador dijo que no conocía la ley. Pasaron tres días hasta que “un funcionario nacional que no es Martínez” le acercó una copia del proyecto de 5 capítulos y 155 artículos.
Martínez contó que se había reunido con Gutiérrez en la residencia de la Costa “un par de horas” para explicarle en detalle la ley, capítulo por capítulo. Precisó que salvo el mendocino, lo había hecho con todos los gobernadores de la Ofephi.
Se vuelve a reflotar el plan para que los recursos del subsuelo brinden beneficios federales o sectoriales. Pero nadie habla del medio ambiente.
En la superficie parecería que no hay cuestiones de fondo, más allá de las cuestiones “para la tribuna”.
Pero sí la hay. Cuando se reformó la ley hidrocarburífera para adaptarla a los no convencionales en 2013, se desmerecía el poder de negociación de la provincia frente a corporaciones cuya facturación era cien veces más que el presupuesto neuquino. Se agregaba la necesidad de que la riqueza del subsuelo debía ser distribuida en todo el país y no sólo en las provincias productoras.
La promoción de inversiones apunta a crear el almacenamiento de gas en los yacimientos, según se indica pero no se menoscaba la propiedad del recurso.
Martínez demostró ayer en una radio de Neuquén que sabe qué es lo que molesta al gobierno neuquino. De los dos consejos que crea la ley, de inversiones y de evaluación, al menos en uno, no se previó una silla para el gobierno provincial.
El ahora funcionario también reveló que estuvo reunido con el secretario General de la gobernación de Neuquén, Leonel Dacharry, y con el ministro de Energía, Alejandro Monteiro. Dijo que ninguno le manifestó inquietud no sólo por la nueva ley sino tampoco temas vinculados a la emergencia hídrica. Un poco molesto dijo que algunos prefieren hablar públicamente antes de hacerlo mediante una llamada de teléfono personal.
Seguro que eso quedará para la tribuna. Ariel Kogan, uno de los autores de la ley, dijo que la iniciativa “de ninguna manera menoscaba las atribuciones de los poderes concedentes provinciales sobre toda la actividad hidrocarburífera, incluida la autorización, el control y el cumplimiento de los compromisos de inversión así como de los nuevos proyectos que las concesionarias quieran ejecutar, sino que por el contrario, afianza estas atribuciones”.
El padre de Vaca Muerta, el exgobernador Jorge Sapag, había indicado que no se requería una nueva ley para el sector sino hacer cumplir las que rigen. Y en el haber, el cuidado del medio ambiente es una gran deuda en la biblia neuquina.
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