La Asociación Patagónica de Síndrome de Down levanta su sede en Cipolletti
Comenzaron los primeros trabajos en el predio de la asociación. Estiman que en 8 meses se culmine la primera etapa.
Después de varios años de luchar económicamente para poder hacer frente a los costos de la obra, los integrantes de la Asociación Patagónica de Síndrome de Down lograron que su proyecto comience a tomar forma. Desde hace una semana empezaron la construcción de su sede en el barrio Arévalo de Cipolletti.
El inicio de la primera instancia se puso en marcha con un relevamiento del terreno para arrancar con el movimiento de la superficie, del que extrajeron una capa de 10 cm de tierra y rellenaron con piedra bocha y calcáreo.
Según comentó el tesorero de Apasido, Néstor Martínez, la empresa encargada de la obra “dio un plazo de 240 días” para la concluir con el grueso del trabajo. En este lapso, se deberá contar con el levantamiento de la estructura general del edificio que tendrá 400 metros cuadrados .
Contará con un salón de usos múltiples para poder dictar las capacitaciones, aulas para talleres, un espacio para la administración, cocina y baños. Se estima que la sede estará terminada en 12 meses.
La necesidad de la inclusión plena
“El lugar va a ser beneficioso para toda la comunidad. Las personas con síndrome de Down y discapacidad intelectual van a poder contar con un centro de inclusión que los ayude a tener una salida laboral digna”, dijo Martínez y agregó que es “una satisfacción muy grande ver que se pone en marcha algo por lo que luchamos por años”.
Por otro lado, siguen juntando fondos para poder encarar la segunda etapa que comprende el revestimiento, pintura y equipamiento del establecimiento. Por esto se encuentran promoviendo el asociarse mediante una cuota mensual de $50.
“Nos interesa ampliar nuestra cantidad de socios por dos motivos, lo económico y para que se involucren con la causa desde lo humano”, señaló el tesorero.
Más de 10 años para iniciar el proyecto
Apasido se conformó en el 2007 y a principios del 2008 recibieron, a través de una donación, el terreno, Desde ese entonces empezaron a intentar recaudar el dinero mediante cursos y talleres.
En 2010 realizaron el congreso patagónico de síndrome de Down en Cipolletti y Neuquén, que contó con una participación de 1.000 personas. En Roca funcionan los talleres y alrededor de 12 jóvenes pudieron acceder a un trabajo digno y empleo seguro.
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