La absurda medida del permiso de circulación para mayores de 70
El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires defendió, y parece decidido a mantener, su arbitraria decisión de obligar a los mayores de 70 años a pedir un permiso especial al 147 para circular desde el lunes (hacer compras, pagar cuentas, pasear al perro…). Comprende a quienes integran la categoría de exceptuados, incluidos activos funcionarios y actores gremiales, sociales y empresarios.
“Es para cuidarlos; no tomen esto como un agravio”, sostuvo el presidente de la Nación, Alberto Fernández, al respaldar a Horacio Rodríguez Larreta de la ola de críticas.
Más allá de las razones argumentadas desde el estricto criterio sanitario, la medida es jurídicamente absurda e impracticable, como han señalado el Defensor del Pueblo de la Tercera Edad, Eugenio Semino, y la ex integrante de la Conadep, Graciela Fernández Meijide. «Un estado de sitio selectivo», define la socióloga Beatriz Sarlo.
También es una falta de respeto hacia los adultos mayores, su dignidad y hasta sentido de responsabilidad. No hay, por asomo, facultades constitucionales que pueda atribuirse el gobierno porteño para esta determinación.
Prácticamente decreta una línea de vulnerabilidad a partir de los 70 y confina al enclaustramiento a los que tienen esa edad o más, incluidos los ciudadanos saludables o vitales, como el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García (74). Se trata -paradójicamente- de la misma franja que se vio obligada semanas atrás a movilizarse a cobrar sus haberes jubilatorios, en un descuido irresponsable del Estado nacional y lo bancos.
Para evitar mayor escarnio, la administración Larreta optó por desistir de penar con multas y sanciones, entre ellas el trabajo comunitario, a quienes se nieguen a cumplir la medida. Menos mal. Una idea de semejante corte autoritario ya hubiera sido demasiado.
Comentarios