Kuznetsova quiere que pague quien la acusó

MELBOURNE (Australia) (DPA) – Acababa de ganar su segundo partido en el Abierto de Australia, pero no habló ni una sola palabra del mismo. Con el gesto duro, hablando con firmeza y serenidad, Svetlana Kuznetsova dio su parecer sobre la acusación de doping que pesa contra ella.

«Tenía 37 grados de fiebre, fui al médico, me dio una medicina y la tomé», explicó. La efedrina es la sustancia por la que se le acusa de positivo y es un compuesto habitual de los medicamentos para el resfriado. «Definitivamente tiene que pagar por ello», respondió la rusa al ser cuestionada sobre si plantea demandar al ministro belga que lanzó sobre ella la sombra de la sospecha.

La acusación del ministro de Deportes de la región belga de Valonia, Claude Eerdekens, de que había un caso de doping entre tres de las cuatro participantes en un torneo de exhibición en Charleroi fue el punto de partida de un desagradable asunto para la jugadora rusa afincada en España.

Se apuntó a ella, a su compatriota Elena Dementieva y a la francesa Nathalie Dechy, pero el propio funcionario desveló luego que era Kuznetsova, pese a no haberse realizado la prueba B, estar fuera de competición, dar el positivo con efedrina, que no se considera prohibida fuera de temporada, y sin comunicárselo antes a ella.

Kuznetsova encaró ayer todo desde la serenidad y la firmeza, como se demostró en la cancha: «Soy una jugadora profesional y quiero mostrar que no me afecta porque no hice nada malo».

Ajena a todo, machacó a la francesa Marion Bartoli por 6-2 y 6-0 y ya está en tercera ronda. «Quizás me dio motivación extra en algunos puntos. Estoy más motivada para mostrarle a la gente que estoy aquí», agregó, antes de decir que informó de lo que tomó en el momento del análisis.

Eerdekens recalcó que no piensa pedir disculpas pese a las críticas de la WTA y la ITF, porque hubiera sido peor no decir el nombre y que sospecharán de las otras tenistas.