Kirchner y Duhalde negocian «el acuerdo»
Kirchner llega más fortalecido al final de la negociación. Tendría el control de diputados a nivel nacional mientras que Duhalde se seguiría recostando en su propio territorio. Cristina Fernández es considerada una candidata "inevitable" del acuerdo. Dudas sobre Solá y "Chiche". El gobernador bonaerense ya sumó el apoyo de los ultrakirchneristas.
BUENOS AIRES (ABA).- El Presidente Kirchner sigue enamorando, según las encuestas, y afirma que va «por todo». Su hasta aquí hacedor bonaerense Duhalde parece resignado a una estrategia defensiva. «Perder sin ser humillado», sintetiza uno de sus colaboradores.
El acuerdo cae de maduro. Resulta indispensable para los dos principales protagonistas de esta «pelea reproductiva», que mantiene expectante y paralizada a la fragmentada oposición.
«Río Negro» pudo conocer detalles de los consensos genéricos que habrían alcanzado ambos sectores en los últimos días, a través de sus principales operadores.
Las reuniones clave se llevaron a cabo en una suite del «Hotel Intercontinental», ubicado en el centro de Capital Federal , y concentró a figuras de extrema confianza de los contendientes. Ahora se esperará que Kirchner y Duhalde, en persona, le den las puntadas finales al entendimiento.
De acuerdo con fuentes allegadas al presidente y al ex gobernador bonaerense existen consensos básicos que evitarían la ruptura .
Por parte del gobierno nacional, los «Pingüinos» accederán mayoritariamente a las candidaturas de diputados nacionales , que es el principal factor de poder que quiere tener controlado el primer mandatario con vistas a completar su primer mandato .
Quebrar una mayoría duhaldista en el Congreso Nacional sería un paso muy importante en la perspectiva de construir una alternativa propia. De esa manera se irá despejando la idea de un jefe de Estado condicionado por el peronismo de Buenos Aires.
En este esquema diagramado, Duhalde solo podría aspirar a 7 u 8 bancas nacionales, el resto sería de oficialismo puro. Así el gobierno concretaría un bloque de diputados nacionales oficialistas de más de 30 escaños .
En tanto, Eduardo Duhalde se habría convencido que el único acuerdo posible que le permitiría sobrevivir como especie política , es no perder espacios territoriales en manos del «ahijado K» , el gobernador Felipe Solá (ve abajo).
En esta instancia comienza a flaquear el acuerdo. Es que surgen dudas acerca de qué lugar le reservará la Rosada al sacrificado Felipe, que llevó la lucha interna a un punto sin retorno. También es un desafío, aún no resuelto, el imaginarse cómo bajará Duhalde de la disputa a su esposa «Chiche», quien virtualmente un sector ya lanzó como candidata , y lo que es más traumático para ella , cómo va a digerir la incursión de Cristina de Kirchner en las arenas bonaerenses .
Dicen conocedores del pensamiento de Duhalde, que el entuerto ya lo tiene resuelto en su intimidad, y que sólo restaría encontrar una noche marital apropiada para comunicarlo .
Al tiempo, agregan que la candidatura de la primera dama es simbólica , ya que lo que más le interesa al Ejecutivo es la lista de diputados nacionales, y por consiguiente, ahora Duhalde solo se ocupa de alambrar la provincia de Buenos Aires .
En los próximos días el PJ bonaerense lanzará una solicitada provocativa para el gobernador Felipe Solá, acusándolo de haber convocado mal a las internas abiertas y simultáneas en el distrito , ya que los tiempos electivos de la provincia son diferentes a los nacionales .
El argumento institucional es, para los justicialistas bonaerenses, simple: significa una forma de embarrar la cancha, tironeando un poco más el acuerdo con el gobierno nacional , a quien le vendría muy mal la judicialización de la elección interna antes de octubre.
Da la impresión que en la recta final, los dos corredores llegan con diferentes posibilidades. Kirchner, fortalecido, subiendo un peldaño más en su edificación de poder. Duhalde, en tanto, desde la resistencia hilvana el único acuerdo posible para su conservación.
Horacio Caride
«Son lo viejo»
BUENOS AIRES (ABA).- Kirchner quiere señales conciliadoras más contundentes de parte de Duhalde. Le molestó y mucho al presidente el encuentro que tuvo en Roma el ex gobernador con Carlos Menem.
«¿Qué… pretenden hacer un frente en contra mío? Que se junten, si son lo viejo, viejo», reaccionó indignado.
También adoradores de las encuestas, los kirchneristas aseguran que Duhalde descendió unos 10 puntos en su imagen tras conocerse el café con Menem.
Kirchner no desarmará el Frente de la Victoria y seguirá levantando la candidatura de Cristina Fernández, para combatir contra «el desprestigiado» aparato del PJ de Buenos Aires.
Los ultras de «K» se atan a Felipe Solá
BUENOS AIRES (ABA).- El sábado 9, en el acto en Mar del Plata que organizó Felipe Solá para lanzar la candidatura de Cristina Kirchner en Buenos Aires, llamó la atención la presencia de un dirigente del kirchnerismo íntimo: el diputado nacional Miguel Bonasso (PRD-Buenos Aires) estaba sentado en primera fila con una sonrisa de oreja a oreja. El ex periodista y escritor solía ser uno de los dirigentes más críticos de la gestión Solá. ¿Qué hacía allí?
El jueves 7, por la mañana, Bonasso recibió en su celular un llamado de Solá. Lo invitaba a almorzar en la gobernación de La Plata. Hacia allí fue entonces el diputado, un amigo de Kirchner y de su esposa, Cristina. Aunque solían ser enemigos y se repartían críticas uno al otro, Solá y Bonasso se encontraron y comieron a solas. El único testigo del encuentro fue el ministro de Gobierno bonaerense, Florencio Randazzo.
Bonasso aceptó allí la invitación de Solá para hacer acto de presencia en Mar del Plata. El diputado, dicen cerca suyo, aceptó el convite porque iba a participar de ese acto «en representación del Presidente». Así lo hizo, igual que el subsecretario General de la Presidencia, Carlos Kunkel, tal vez el dirigente más entusiasta a la hora de candidatear a la primera dama.
Bonasso, recién llegado de un viaje por Cuba, jamás recibió una orden del Presidente para apoyar o no la candidatura bonaerense de Cristina. Pero igual se lanzó por las suyas al acto marplatense. Ni siquiera, dicen sus asesores, charló del tema con su aliado Luis D'Elía, otro dirigente «transversal» que milita a favor de la causa Cristina. En el acto marplatense, Solá dijo que allí se vivía «un nacimiento» y que en el acto duhaldista que se hacía el mismo día Chiche Duhalde en La Matanza, era «un funeral». Bonasso aplaudió a rabiar los dichos del Gobernador. No importó que tan sólo hace unos meses solía criticarlo porque lo consideraba, justamente, uno de los referentes de la «vieja política» bonaerense que comandaba Duhalde.
«Yo ya no soy más político»
Las posibilidades de que el peronismo bonaerense concurra a las próximas elecciones con una sola lista encabezada por Cristina Fernández de Kirchner -para los cargos nacionales- comenzaron a crecer en las últimas horas.
Las posibilidades de que el peronismo bonaerense concurra a las próximas elecciones con una sola lista encabezada por Cristina Fernández de Kirchner -para los cargos nacionales- comenzaron a crecer en las últimas horas.
La condición para que la unidad llegue a buen puerto, es que la disputa entre duhaldistas y felipistas se traslade al terreno de las circunscripciones, según admitieron voceros de los sectores en pugna.
Como para que no dejar ningún tipo de sospechas, el ex presidente Eduardo Duhalde evitó ayer siquiera rozar la complicada interna del PJ bonaerense al negarse hablar, afirmando que ya no es «más político».
«Eso que lo resuelvan los políticos. Yo ya no soy más político», fue la escueta respuesta que el titular de representantes permanentes del Mercosur dio a los periodistas que lo consultaron sobre el conflicto desatado en el justicialismo provincial.
En torno a la posibilidad de un acuerdo hubo ayer numerosas negociaciones. Un epicentro fue el despacho del presidente de la Cámara de Diputados, el duhaldista Eduardo Camaño, quien en reuniones sucesivas recibió al diputado Juan José Alvarez, quien suena para una fórmula con Cristina, y al ministro de Defensa, José Pampuro. (DyN)
BUENOS AIRES (ABA).- El Presidente Kirchner sigue enamorando, según las encuestas, y afirma que va "por todo". Su hasta aquí hacedor bonaerense Duhalde parece resignado a una estrategia defensiva. "Perder sin ser humillado", sintetiza uno de sus colaboradores.
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