Kielmasz, condenado por el triple crimen de Cipolletti, pidió salidas transitorias

El próximo miércoles Claudio Kielmasz volverá a pisar suelo rionegrino. Será para insistir en su pedido de que le otorguen salidas transitorias, mientras agota el tiempo de su condena a prisión perpetua.

La audiencia está prevista para las 10 en el subsuelo de los Tribunales de Roca, ante el juez de Ejecución Penal Juan Pablo Chirinos.

Allí el magistrado roquense deberá analizar el pedido del único condenado por el primer triple crimen de Cipolletti, que cumple una pena de prisión perpetua y desde hace unos años, está alojado en la Colonia Penal de Santa Rosa, La Pampa.

Ya hay un informe del servicio penitenciario desfavorable, pero igual insistirá. El abogado querellante Marcelo Hertzriken Velasco adelantó que se opondrá a las salidas.

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Esta solicitud se suma a varias más que ha realizado, siempre con resultado negativo ya que todos los informes le fueron desfavorables, salvo uno de una psicóloga, que luego se jubiló.

El pedido se enmarca en un reclamo de un cómputo preciso de su pena, porque entiende que a finales de 2019 ya habrá cumplido con la condena y tendría que salir en libertad.

Kielmasz está detenido desde 1997, cuando ocurrieron los crímenes de María Emilia González, su hermana Paula Micaela y su amiga Verónica Villar. Lo condenaron a 25 años (por partícipe necesario) pena que podría ser reducida porque una parte fue calculada con el antiguo sistema del “2×1”.

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Además de la fecha exacta en la que terminará de cumplir su pena, el magistrado deberá analizar una serie de pericias en las que se evaluará si está apto para reinsertarse en la sociedad.

A lo largo de las más de dos décadas que lleva preso, los informes lo han declarado un “psicópata” con ínfimas chances de recuperación, “manipulador” y con probabilidades de reincidencia.

Hace tres años, el psiquiatra Ricardo Risso advirtió que Kielmasz “ha incorporado la experiencia de anteriores examinaciones periciales” y que por eso selecciona lo que va a mostrar de sus pensamientos y sentimientos. “No debe esperarse que deje de ser un psicópata”, concluyó.

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A mediados del 2017 llegó a Roca (estuvo alojado en el Penal 5) desde La Pampa amparado en un artículo del Reglamento de Comunicaciones de los Internos que lo habilitaba a pedir que lo trasladen por 20 días a un lugar cercano a su familia.

Como ni la fiscalía ni la querella se opusieron, Chirinos lo autorizó a que lo trasladen a Zapala para visitar a su madre que estaba enferma. Lo que le negó fue el traslado definitivo a la cárcel de Senillosa.

En ese momento le dijo a “Río Negro” que cuando recupere la libertad se iba instalar en una provincia que no sea Río Negro.

Kielmasz fue condenado como “coautor de secuestro agravado y reagravado seguido de muerte”. El arma del triple crimen estaba a nombre de su madre.

En el 2017 estuvo en Roca y Zapala

El último paso de Kielmasz por la región fue en mayo de 2017 cuando estuvo alojado varias semanas en el Penal 5 de Roca. En el medio de su estadía, el juez Juan Pablo Chirinos lo autorizó a viajar a Zapala para ir a visitar a su madre Prosperina Duarte, que estaba muy enferma. Luego regresó al penal de Santa Rosa, La Pampa.