VIDEO: en el jury por violencia de género el acusado negó todo y dijo que la fiscal Inés Gerez «me odia»
El Jurado de Enjuiciamiento por "mal desempeño" contra el defensor civil Javier Cassano, de San Martín de los Andes empezó en la Legislatura. Declararán casi 40 testigos.
El defensor civil de San Martín de los Andes, Javier Cassano, rechazó los cinco cargos en su contra por los cuales fue llevado a un Jurado de Enjuiciamiento, negó haber ejercido violencia de género contra su expareja, minimizó los hechos y atribuyó todo a una cadena de malos entendidos. Lo combinó con una investigación «plagada de irregularidades» y acusó a la fiscal de la ciudad lacustre, Inés Gerez: «me odia» y «me quiere afuera del Poder Judicial», afirmó.
Cassano formuló un extenso descargo ante el Jurado de Enjuiciamiento que este lunes empezó a examinar su conducta en la Legislatura. La defensora jefa Laura Giuliani hizo un alegato de apertura ceñido a lo técnico.
La fiscal jefa Sandra González Taboada, encargada de la acusación, le atribuyó la causal de «mal desempeño» por un hecho de violencia de género que ocurrió el 7 de septiembre del 2019. «Cassano faltó reiteradamente a sus deberes de funcionario judicial» y «afectó la imagen del Poder Judicial», argumentó.
El defensor civil recusó a todos los vocales del Tribunal Superior para que no intervengan en este jury, porque considera que ya emitieron opinión durante la instrucción del sumario en su contra.
Por subrogancia, la presidenta del Jurado es la jueza laboral Dalma Rosa Tejada, y lo integran además los conjueces Lucas Pablo Juan Yancarelli y Mariano Andrés Brillo, la diputada María Laura Du Plessis, el diputado Eduardo Sergio Daniel Fernández Novoa, y los abogados Simón Julio César Hadad y Nicolás Lupetrone.
El jury se extenderá por cuatro días, y declararán casi 40 testigos. En su veredicto puede absolver al imputado, suspenderlo por 1 a 60 días, o destituirlo.
La acusación de la fiscalía
Según el alegato de apertura de la fiscal jefa, Cassano y una joven mantenían una relación desde hacía un año. El día del hecho volvían del cerro Chapelco en la camioneta del defensor, tuvieron una discusión, ella descendió del vehículo, le retuvo la billetera y se encerró en su casa, en un barrio de San Martín de los Andes.
Para recuperarla, Cassano rompió de una patada la puerta de acceso, golpeó a su expareja en la boca y se retiró con las botas, la campera y el celular de la joven. Regresó al rato; ella le devolvió la billetera y él las ropas.
La víctima lo denunció en la comisaría, y el defensor civil presentó horas después una contradenuncia, en la cual la acusó de estafas y dijo haber sido amenazado por ella.
La joven quiso cerrar la causa penal que se abrió por ese episodio. Según la fiscal González Taboada, fue por influencia de Cassano, quien se aprovechó de la relación de asimetría entre ambos: por edad, género, estado de salud, situación económica, nivel de educación, entre otras.
«Fue un hecho irrelevante»
En su propia defensa, el imputado dijo que «este fue un hecho de mi vida privada, irrelevante, aislado, enmarcado en una situación de salud» de su expareja. Negó la violencia de género y afirmó que lo único que sucedió fue «el daño accidental del marco de una puerta, y no por una patada, cuyo arreglo costó 500 pesos».
Cuestionó fuertemente las escuchas telefónicas que lo comprometen. «Son inconstitucionales, y es la única prueba que tiene la fiscalía».
Malos entendidos y odios
De acuerdo con su versión, hubo una cadena de malos entendidos. Su expareja estaba en una situación médica compleja, ella no tuvo intenciones de hacer una denuncia por violencia de género sino una exposición por el daño en la puerta, el policía que le tomó la denuncia la malinterpretó, afirmó que «ella no quiso ampliar la denuncia» pero consta que lo hizo, y así. «No tenía idea de lo que estaba haciendo», aseguró Cassano.
Luego le agregó el componente de la mala intención de la fiscal Inés Gerez (asistente letrada por ese entonces). Dijo que le contó a su expareja: «con el odio que me tiene la fiscalía, me van a querer meter preso» y que «me quiere dejar sin trabajo».
Afirmó que el Estado ejerció violencia sobre la mujer, y no él.
La víctima no fue citada por la fiscalía, pero la defensa pidió que declare en el jury. Será el martes a las 9.
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