Una joven de Viedma se quitó el apellido de su papá porque anhela que en su título de abogada no figure

"Ni siquiera recuerdo su rostro", dijo la joven ante la Justicia de Río Negro que autorizó la supresión del apellido.

La formulación de cargos se desarrolló vía Zoom con la médica pediatra. Foto: Archivo

La Justicia de Río Negro autorizó a una joven de Viedma a quitarse el apellido paterno. No tiene ni tuvo vínculo con su padre desde que tenía 2 años. Estudia abogacía y anhela que en su título de graduada figure solo su apellido materno.

Sus padres mantuvieron una relación a distancia porque su mamá se mudó a Tierra del Fuego con su familia. Luego, quedó embarazada, el padre reconoció a la niña y su vida familiar transcurrió entre Viedma y Tierra del Fuego hasta que ciertas complejidades en el vínculo entre los adultos terminaron con la relación.

Cuando su madre le comunicó al progenitor la decisión de quedarse en esa ciudad, el hombre amenazó con ausentarse de la vida de su hija y al poco tiempo lo concretó. La madre intentó en varias oportunidades restablecer el vínculo de padre e hija, pero él manifestó que ya no quería verla más.

La joven explicó en su presentación ante el Juzgado de Familia de Viedma que su progenitor se desentendió por completo de su vida, nunca aportó económicamente ni la acompañó en ninguna etapa de su crecimiento. Nunca ejerció su rol de padre, ni aún hoy que viven en la misma ciudad, describió.

La joven relató que el abandono se produjo cuando tenía apenas dos años de vida. Expresó que no tiene recuerdos de él, que solo porta su apellido, por lo cual no ha podido construir ninguna identificación ni vínculo afectivo con él. Ni siquiera recuerdo su rostro, según manifestó, salvo por una foto del día de su nacimiento.

Dijo que esta situación de abandono le causó mucho dolor desde muy chica y que lo debió procesar a lo largo de su vida.

Expresó que haber crecido toda su vida sin un vínculo paterno hizo que su identidad familiar se construyera únicamente respecto de su familia materna, siendo sus abuelos y sus tíos maternos quienes han estado presentes acompañándola a ella y a su madre en todo momento.

Previamente, ella se había agregado el apellido materno mediante el trámite ante el Registro Civil.
Así, de las declaraciones testimoniales provenientes de su grupo familiar materno, surge de manera coincidente que la joven nunca tuvo un vínculo con su progenitor, quien se ausentó durante toda su vida y nunca demostró interés en conocerla.


Para la Justicia, la joven fue «concluyente»


Para la jueza de Familia resultó concluyente la prueba documental acompañada como capturas de pantalla de su identificación en redes sociales, en la cual puede observarse cómo la joven decidió nombrarse y darse a conocer a través de distintos medios, redes sociales y correo electrónico identificándose solo con su apellido materno.

La magistrada afirmó: «Ha quedado probado que la joven no ha tenido vínculo a lo largo de su vida con su progenitor, Sr. N., y que, aún viviendo en el presente en la misma ciudad que él por motivo de sus estudios universitarios, su padre ha demostrado el mismo desentendimiento que durante su infancia y adolescencia».

La jueza de Familia falló a favor de la joven y dispuso el cambio y ordenó que se rectifiquen las actas de nacimiento en su parte pertinente y se le otorgue un nuevo DNI.


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