El Laboratorio de Genética Forense de Bariloche: una de las claves para resolver crímenes en la región

Funciona en Bariloche y recibe muestras de toda la región. La búsqueda del perfil genético tiene destacada relevancia también en casos de familia y causas civiles. Establece un aporte importante para la justicia en Río Negro y Neuquén.

El 8 de febrero de 2015, en el barrio Almafuerte de El Bolsón, hallaron los restos de una persona. Por el estado del cadáver era imposible determinar de quién se trataba. Las muestras que se levantaron y el análisis de ADN permitió identificarlo. Era Yésica “Coco” Campos, que había sido asesinada a finales de diciembre del 2014 y el autor había enterrado su cuerpo para ocultar el femicidio. Cristian Maldonado, expareja de la joven, fue condenado en abril de 2018 a prisión perpetua. La sentencia quedó firme.

El estudio de ADN fue clave para determinar que la joven, cuya familia había denunciado como desaparecida a principios de enero de 2015 había sido asesinada.

El trabajo que el equipo del laboratorio de genética forense de Bariloche hace desde hace más de una década es fundamental para cientos de causas que se tramitan en el fuero civil y de familia. Pero de vital relevancia para las investigaciones de hechos criminales, cuando los autores son desconocidos.

Es una labor científica que se desarrolla en silencio. Que tiene su complejidad. “No es tan mágico”, afirmó la directora del laboratorio de genética forense de Bariloche, Silvia Vanelli Rey.

“Nosotros siempre discutimos los problemas que tenemos los laboratorios de genética para hacerles entender a las fiscalías, a los juzgados y a la gente que no siempre se puede obtener un perfil genético. No es que uno toma una muestra, la puse en un tubito y saltó la foto del autor”, indicó.

Pero destacó que “el peso de la prueba de ADN actualmente reviste una importancia muy grande”. Antes, no había esa posibilidad. Se valoraban los testimonios de la gente que conocía a las personas, fotos donde se vía a la madre y al presunto padre juntos, y otras pruebas, pero hoy el peso del resultado del ADN es determinante, por ejemplo, en los juicios de filiación.

El laboratorio de genética forense de Bariloche colabora en causas civiles, familiares y penales. Foto: Gentileza Ministerio Público

Sin embargo, hay zonas grises. “A veces uno piensa que los vínculos se pueden establecer siempre y no es así desde el punto de vista genético”, planteó.

“A veces las relaciones biológicas de las personas son muy lejanas y el índice que se obtiene es muy bajo, “porque el azar de la genética hace que hayan recibido de sus descendientes cosas diferentes. Y eso no significa que no estén vinculados”, señaló.

De todos modos, aclaró, “a veces se pueden hacer análisis complementarios como ADN mitocondrial, línea paterna por cromosoma Y o cromosoma X”.

“Por eso es tan importante el Banco de Estudios Genéticos creado por el circulo de las Abuelas de Plaza de Mayo. Por eso, hubo una campaña tan grande, para que los familiares (de personas desparecidas) lleven muestras”, destacó.

Dijo que utilizan en su labor diaria polimorfismos de ADN de marcadores autosómicos, que están en los cromosomas autosomales, y marcadores que están en los cromosomas sexuales o en el ADN mitocondrial.

Los vínculos


“Hay vínculos que no siempre se pueden establecer y todo depende con qué personas vos contás para realizar ese vínculo, que información genética tenés”, afirmó.

“Si tengo a dos abuelos, la pareja de una persona que está ausente, puedo establecer con un posible nieto el vínculo porque esos padres sí o sí tienen 4 posibilidades distintas de hijos porque se puede armar el perfil genético de los hijos de esa pareja”, describió.

“Ahora, si tengo un solo abuelo todo depende de qué línea tenga el nieto. Si el nieto es varón podrá hacer análisis complementarios, pero si no es una mujer con un abuelo paterno, no voy a poder hacer análisis adicionales porque no comparten cromosomas sexuales los abuelos paternos con las nietas. Sí la abuela paterna va a compartir el cromosoma x con su nieta, hija de un hijo”, puntualizó.

“Todo depende de qué actores vos tenés para analizar las posibilidades reales de determinar un vínculo con un índice que le da una certeza determinada a un juez para dictaminar”, resumió Vanelli Rey.

Un poco de historia

Recordó que los laboratorios regionales se crearon a partir de un proyecto que impulsó el Consejo de Procuradores, Fiscales, Defensores y Asesores de Argentina y el Consejo de Política Criminal. La propuesta se diseñó en 2008, pero se concretó en 2010.

Vanelli Rey rememoró que se le planteó “la importancia de que los Poderes Judiciales cuenten con sus propios laboratorios y no tengan que estar mandando las muestras a laboratorios privados o de instituciones como pueden ser de las universidades”.

Dijo que Nación compró equipamiento de última generación para los laboratorios. El equipamiento a Río Negro llegó en 2010. El laboratorio de genética forense comenzó a funcionar en 2011, pero se inauguró en 2012 por la emergencia de la erupción del complejo volcánico del Cordón Caulle, en junio de 2011.

Vanelli Rey está desde 2007 en el servicio de biología forense del Poder Judicial, y desde 2012 es la directora del laboratorio tras ganar el concurso.

Reciben muestras de toda la provincia de Río Negro y de Neuquén. Y trabajan para la justicia federal asentada en las dos provincias y Chubut.

“El laboratorio nuestro quedó cerrado solo los primeros 15 días de la pandemia. Después empezamos a trabajar porque la cuestión penal no paró”, destacó.

Contó que antes enviaban las muestras al servicio de huellas genéticas de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA, a cargo de Daniel Corach.

Las muestras

Vanelli Rey comentó que, si las muestras “están bien conservadas, de acuerdo al tipo de muestras, vos podés seguir obteniendo (perfiles). Ahora si es de tipo de contacto son mucho más complejas de analizar y más volátiles, porque es muy poco el material y con el tiempo se va degradando el ADN”.

Las muestras de contacto son aquellas que se levantan de la manipulación de objetos, como sogas, un arma, el volante de un auto. “Son muestras con baja concentración de ADN”, aseveró.

Dijo que se necesita una mínima cantidad de muestra para poder obtener un perfil genético reproducible y confiable. “Esto es lo mismo que una receta de cocina. Si vos no tenés los ingredientes de acuerdo a la receta y en la cantidad qué se necesitan, el resultado no va a ser el óptimo y o lo vas a poder repetir”, graficó.

El trabajo en el laboratorio es en equipo y de manera minuciosa para aportar a esclarecer casos. Foto: Gentileza Ministerio Público

“Cuando se procesa una muestra, lo primero que se hace es purificar el ADN, sacás el ADN que estás en ese soporte que puede ser un hisopo, un pedazo de tela, un hueso, un tejido de un órgano, lo extraes de ahí y después lo cuantificás, observás qué cantidad tengo de esa extracción de ADN”, detalló.

“Si esa cantidad supera el umbral entonces hay que ver cuánto supera y cómo continuamos con el procesamiento”, explicó. Si está por debajo se vuelve para atrás o vuelvo a tomar otra muestra si es que tengo o trato de concentrar la muestra para ver si obtengo el umbral o directamente informo que no se pudo obtener porque no tenés más muestras y porque no hay técnica suficiente para obtener eso bien concentrado”, contó.

“Por eso, no es que siempre vas a poder obtener material genético de calidad analizable.

También puede ser que obtengas, pero con degradación”, destacó.

La preservación

“Lo fundamental es la toma de la muestra, la preservación, que se tome de acuerdo a las condiciones que ya está establecido. Hay protocolos de cómo se deben levantar esas muestras, cómo resguardarlas”, comunicó.

Dijo que todo tiene que venir acompañado “con su cadena de custodia para que tenga validez dentro del proceso penal como prueba y para que uno observe que no hubo alteración”.

“Cuando llega al laboratorio sabemos por donde pasó, si ha sido alterado o no, lo primero que uno hace es informar a quién te requirió ese análisis porque puede ser el fiscal o la defensa”, comentó.

“Si cuando vos abrís el sobre y te encontrás, por ejemplo, que el hisopado dentro de ese sobre está contaminado por hongos, eso significa que no se preservó de forma adecuada porque está contaminado y obviamente degradado. Entonces ahí el laboratorio plantea esta no es una muestra apta para ser analizada”, explicó. Aclaró que situaciones como esa “es algo muy ocasional”.

Destacó que los estudios de ADN “no solamente sirven para arribar a una sentencia de culpabilidad, también sirven, a veces, para arribar a una sentencia de absolución”.

“O incluso cuando piden un análisis colaborás con la investigación del fiscal para pensar que su línea de investigación tiene que ir por otro camino, porque por ahí vengo de un presupuesto que con el análisis observás que va por otro lado”, comentó Vanelli Rey.

Hay casos donde “se supone que la sangre que hay en el arma corresponde a la víctima o a los posibles autores del hecho, pero puede pasar que vos tengas un autor ignorado, pero quieres preservar ese perfil genético para posteriormente en el momento en el que uno quiere hacer un cotejo se pueda realizar”.

Dato

2800
muestras procesaron el año pasado en alrededor de 560 causas. Cada muestra lleva 5 ensayos diferentes. Por eso, realizan unas 9.800 reacciones anuales.


Algunos casos emblemáticos donde el ADN fue clave


A finales de agosto de 2011, un tribunal de juicio de Bariloche condenó a 30 años de prisión a Cristian Hernández Oyarzún por una serie de abusos sexuales contra mujeres de Bariloche. Se lo conoció como el caso “del violador del oeste”, porque todos los abusos los cometió en esas zonas de la ciudad.

Silvia Vanelli Rey recordó que cuando comenzó la investigación no había un autor identificado, pero las fiscalías “tenían prueba biológica y nos mandaron a hacer el análisis”.

“Recibimos la primera muestra, guardamos esos perfiles, informamos. Llega la otra causa y empezamos a observar que había el mismo perfil”, rememoró.

Dijo que por lo menos en cuatro causas obtuvieron “el perfil completo de ese segundo aportante que sería el autor del hecho”. “Se les informó a los fiscales que estaban teniendo el mismo perfil genético en esas causas”, señaló.

Los investigadores obtuvieron más evidencias de otros peritos, más el identikit y así se logró identificar al autor que hoy cumple la condena.

En la investigación por el crimen de Natalia Báez, que ocurrió en marzo de 2016, se pudo identificar al autor por un estudio de ADN. Fue una de las pruebas de mayor peso que el tribunal valoró para condenar a Alejandro David Ramírez a 20 años de prisión.

En agosto del año pasado, el policía Luis Ángel Díaz fue condenado a 18 años de prisión por el homicidio del adolescente Santiago Arriagada. La acusación original era por homicidio agravado por el vínculo. Un estudio de ADN reveló que el imputado no era el padre y de esa forma evitó una condena a prisión perpetua.

Los estudios de ADN aportan, sobre todo, en las investigaciones de casos de abusos sexuales, donde se pudo obtener muestras para analizar, una evidencia determinante.


Los insumos son importados


Silvia Vanelli Rey dijo que todos los insumos que utilizan los laboratorios de genética forense de todo el país son de origen alemán o de Estados Unidos. Incluso hasta el material plástico.

Explicó que los insumos plásticos que se utilizan “tienen que estar libres de rastros de ADN de cualquier otro individuo. Tienen un proceso que se rigen por una norma internacional -similar a las ISO- para ser productor de esos insumos plásticos, si no la cumplís no podés vender”.

Funcionan con recursos del Poder Judicial de la provincia. A pesar de la crisis económica, no se han quedado sin insumos porque las compras las hacen con anticipación.


Las medidas de seguridad


Para entrar al laboratorio se sacan la ropa con la que vinieron de la calle, se ponen los ambos, un camisolín, usan guantes dobles, barbijo, cofia, “como si estuvieras entrando al quirófano”, describió Silvia Vanelli Rey

Hay un protocolo de descontaminación, con luces UV que se prenden todos los días. Se limpian todas las mesadas y todo el equipamiento. “Hay un montón de procesos que hacemos para la no contaminación”, aseguró. Por eso, Río Negro no pudo acceder al laboratorio.

El laboratorio cuenta con una directora, dos peritos, tres técnicos y personal administrativo. Los profesionales tienen perfiles en Biología, Genetistas y Químicos. Están divididos en área administrativa y técnica- profesional.


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