Un juez con «violencia moral»: estuvo cara a cara con un condenado y no pudo seguir con la audiencia en Cipolletti

El magistrado Lucas Lizzi tuvo que excusarse cuando se encontró por primera vez cara a cara con el "criminal de las rutas" quien mató a un amigo suyo.

El juez de ejecución de Cipolletti Lucas Lizzi escribió palabras muy fuertes contra un condenado a prisión perpetua. Afirmó que cuando vio en audiencia a José Antonio Zapata le produjo “un repudio enorme, gran violencia moral, que nunca antes había tenido”. Explicó que mantenía una amistad con la víctima, que incluso era su odontólogo. Con ese argumento se excusó y subió al sistema público un duro mensaje.


Lizzi no pudo continuar con la audiencia del detenido José Antonio Zapata. El criminal de las rutas cumple una pena de prisión perpetua por el homicidio de Héctor Parlanti y una seguidilla de violaciones a mujeres. En la medida que la causa fue un simple expediente, el juez no tuvo problemas. Incluso le otorgó un estímulo educativo en marzo de este año.


Zapata hizo un curso de pintura de obra y otro de instalaciones domiciliarias. Completó 324 horas cátedras y consiguió así que el juez Lizzi autorizara un avance en el régimen de progresividad de dos meses y 21 días.


Pero este lunes, era la primera vez que se encontraba cara a cara con Zapata, más allá de lo que firmó en su expediente. El magistrado no pudo continuar con la audiencia. En el escrito explicó: «En dicha circunstancia, una vez materializada la presentación del condenado Zapata, esa sola circunstancia me produjo un repudio enorme, gran violencia moral, que nunca antes había tenido. Probablemente era por que tenía en frente mío y por primera vez a quien le había arrebatado a sangre fría, la vida a Héctor. De manera tal que al no encontrarme en condiciones morales y con el fin de poder garantizar la imparcialidad del juzgador , no me quedó otra decisión que dar por cerrado el acto, toda vez que no me encontraba en condiciones de continuar, informando a las partes que me excusaría de continuar interviniendo en las actuaciones», escribió en el escrito que subió al sistema público.


En otro párrafo contó la relación de amistad que tenía con Parlanti: «A mayor recaudo hago saber que mantuve con la víctima fatal, Hector Parlanti, más precisamente para sus amigos el Pato, una relación estrecha no solo con él sino con su señora Maria Paula y su hija. El Pato era, no solo una gran persona, sino un excelente padre de familia y profesional de salud. Con él y su familia, esposa e hija, compartimos junto a mi mujer e hijos momentos inolvidables, tales como cumpleaños, fechas festivas, reuniones sociales y familiares, tanto con el suscripto como con mi hermano Marcelo y con mi padre. No solo tuvimos relación estrecha personal sino también profesional, toda vez que el Pato fue también nuestro dentista de confianza».

José Antonio Zapata, conocido como “el criminal de las rutas”, fue condenado por violentos delitos que cometió con idéntica modalidad entre 2011 y 2012. Primero la Cámara Segunda de Cipolletti le aplicó 10 años de prisión por el violento asalto que padeció un matrimonio de Cinco Saltos cuando salía de vacaciones hacia Mendoza.


Luego recibió prisión perpetua por el homicidio del odontólogo Héctor Parlanti,
también en la ruta, y otras penas por una seguidilla de violaciones en la zona del tanque de agua del DPA en la Ruta 151 y por el asalto y la posterior violación de una turista cordobesa que circulaba junto a su pareja por la Ruta 6, en el acceso norte de Roca.


El odontólogo Parlanti fue asesinado en la madrugada del 7 de enero de 2012 en la ruta provincial 70 que une Cinco Saltos con el lago Pellegrini. Había cenado junto a su familia en la casa que un cuñado tiene en la península y, pasada la medianoche, regresaron a Centenario.

La Fiat Idea Adventure resultó con dos neumáticos averiados y la víctima tuvo que estacionarla a un costado del camino. Las personas que lo acompañaban continuaron en otro vehículo y fueron a buscar auxilio. Al amanecer, regresaron y lo encontraron muerto de un disparo en el abdomen.


Zapata compartió celda con su padre en el penal, ya que había sido condenado por hechos similares ocurridos en Fernández Oro una década atrás. Después de que lo detuvieron en su chacra y le achacaron la seguidilla de violaciones se fugó del penal de Roca y fue recapturado.


El día que allanaron su domicilio, la policía encontró objetos de las víctimas que atesoraba como trofeos de las fechorías cometidas. También fue investigado por el femicidio de Otoño Uriarte, que hoy tiene fecha para el control de acusación.


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