Un fallo en Cipolletti aseguró a una hija el derecho a ver a su mascota tras un divorcio conflictivo
Un fallo judicial permitió que una adolescente mantenga contacto con su mascota tras el divorcio de sus padres.
Un divorcio conflictivo en Cipolletti tuvo un desenlace pacífico gracias a la mediación y la intervención de la Justicia de Familia. El caso incluyó una resolución inédita: garantizar que la hija adolescente de la pareja pudiera visitar a la mascota familiar, un lazo afectivo clave en este proceso.
El acuerdo, homologado por el Juzgado de Familia, no solo abordó cuestiones económicas y de convivencia, sino que priorizó el bienestar emocional de la adolescente. La resolución busca garantizar un proceso de adaptación menos traumático para la joven.
Una mascota con un vínculo especial
En el acuerdo se estableció que la adolescente podrá visitar a su mascota tantas veces como desee mientras vive con su padre en la vivienda familiar. Una vez que la madre alquile un nuevo hogar, la joven podrá llevarse al animal.
La decisión refleja la importancia que la Justicia de Cipolletti le otorgó al vínculo entre la adolescente y su mascota, entendiendo que es una parte esencial de su estabilidad emocional en un momento de cambios familiares significativos.
Medidas de cuidado
El acuerdo también incluyó definiciones sobre la cuota alimentaria, fijada en el 20% de los ingresos del progenitor, y se estableció un régimen de comunicación entre padre e hija que respete su autonomía progresiva.
Además, ambas partes acordaron certificar que la adolescente cuente con acompañamiento psicológico, para facilitar su adaptación al nuevo esquema familiar.
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