Tienen que pagarle más de $9 millones por las lesiones de su hija a causa de un choque con un taxi en Viedma

Reclamaron la culpabilidad del taxista y la compensación por los daños ocasionados a la niña.

Se reclamó un resarcimiento económico por las lesiones de la niña (foto: gentileza)

Un choque entre un taxi y una moto en Viedma terminó con una indemnización de más de $9 millones. Por la colisión, una niña de ocho años se fracturó el pie izquierdo y debió ser atendida de urgencia. Su mamá, quien conducía la motocicleta inició las acciones legales y acusó al taxista.

La madre de la niña indicó las secuelas físicas y psicológicas que sufrió su hija. Sostuvo que a la moto “le correspondía la prioridad de paso por llegar a la intersección desde la derecha”.

Por su parte, la aseguradora responsabilizó a la motociclista. Según su versión, el taxi se vio “sorprendido por la abrupta aparición de una motocicleta que se dirigía por esta última arteria a elevadísima velocidad”. Agregó que su conductora “había perdido absolutamente el dominio del motovehículo”.

En el proceso intervino un profesional que peritó el accidente: “si bien no existen datos geométricos de las posiciones finales de los vehículos para poder determinar las velocidades, las velocidades desarrolladas por los vehículos no han tenido incidencia en el hecho, sino que el factor humano es el que aporta la causa efectiva”.

La jueza resolvió la compensación económica por las secuelas ocasionadas a la niña

En el fallo se explicó que “ambos vehículos se encontraron en la encrucijada y la motocicleta arribó circulando desde la derecha del automóvil”, por lo que “no caben dudas de que la primera poseía la prioridad de paso”. Citó al Superior Tribunal de Justicia que dejó “sentada la doctrina legal” que indica que las reglas de circulación vehicular “han sido dispuestas por el legislador y ello obliga a acatarlas”.

Por otra parte, la jueza descartó la hipótesis del exceso de velocidad de la moto, ya que no se probó. Una vez establecida las responsabilidades, la magistrada abordó el pedido de la madre de una suma indemnizatoria por las secuelas físicas y psíquicas incapacitantes que le produjo el accidente a su hija menor de edad.

Una pericia dio cuenta que la niña cuenta con secuelas psicológicas crónicas a causa del siniestro. Estas secuelas están consolidadas, ya que se sostuvieron en el tiempo: la niña tuvo que dejar de realizar actividades como básquet, dibujo, colegio y festejos de cumpleaños debido al accidente.

Tras consultar con especialistas y testigos, la jueza hizo lugar a la demanda de daños y perjuicios y condenar al dueño del taxi, a la conductora y a la aseguradora a abonar a la niña casi 8 millones de pesos en concepto de incapacidad física y psíquica. Además se resolvió la cobertura de los gastos médicos y poco más de un millón y medio por daño moral. A esas cifras deberán adicionarle el tratamiento psicológico cuyo importe se determinará posteriormente.


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