«Testigo gozoso de la crueldad», el concepto que resonó en el juicio de pedido de pena para Emiliano Gatti
La psicopedagoga Graciela Hussein, testigo de la fiscalía, trazó una dura descripción de los padecimientos de las víctimas de las imágenes de abuso sexual infantil y de quienes descargan este tipo de material.
Los jueces Stadler, Garrido y Rodríguez (de izquierda a derecha), definirán el lunes próximo la pena contra Emiliano Gatti.
El testimonio de Graciela Hussein, psicopedagoga e integrante de la Oficina de Atención a la Víctima del Ministerio Público Fiscal (Ofavi), fue la piedra angular de la fiscal Graciela Echegaray para sostener su alegato de pedido de pena para Emiliano Gatti por la tenencia y facilitación de imágenes de abuso sexual infantil.
Durante la mañana del lunes y hasta pasado el mediodía se llevó a cabo una audiencia del juicio de cesura que terminará el próximo 16 de septiembre a las 13 con la definición de los jueces Luciano Garrido, Emilio Stadler y Verónica Rodríguez.
La fiscalía presentó cinco testigos y una de ellas fue Hussein. La especialista habló sobre la «despersonalización brutal» que sufren las víctimas que aparecen en las imágenes de abuso sexual infantil en casos como el de Emiliano Gatti u otros tantos que ya recibieron condenas en Río Negro.
Hussein planteó que se «habla de víctimas genéricas, como si no tuvieran identidad». Luego en su pedido de pena Echegaray aseguró que justamente por ese anonimato o por la falta de certezas sobre lo que pasó posteriormente con las víctimas, es que era necesario un trabajo aún más fuerte de la fiscalía en caso como el que ayer continuó en Roca.
Un testimonio clave en el juicio contra Emiliano Gatti
A la hora de describir a quienes consumen este tipo de material, Hussein habló de «testigos intencionales de padecimientos de niños, no solo en cuerpo y sino también de psiquis».
La psicopedagoga indicó que los que ven estas fotos y videos sufren una «alteración importante del concepto de semejante».
Y entonces planteó el concepto de «testigo gozoso de la crueldad» para describir a los que cometen este tipo. Hussein aseguró que en muchos casos la proliferación de estas imágenes de abuso sexual infantil significan un «balazo en el psiquismo y cuerpo de los niños» y que conllevaba a «muertes simbólicas crónicas».
Ante una consulta de la querellante Gabriela Prokopiw sobre los alcances de este término, Hussein aseguró que en muchas ocasiones las víctimas desarrollan problemas de crecimiento, pesadillas, adicciones y en algunos casos suicidios.
La fiscal Echegaray dijo más tarde en su alegato que con la tipificación de este tipo de delitos se busca proteger a los menores criminalizando la explotación sexual infantil. La fiscal planteó que a veces no se tiene muy presente que los niños y adolescentes que aparecen en las imágenes «son personas de carne y hueso que sufrieron este tremendo delito».
Además Echegaray planteó como agravante, en el caso de Gatti, la cantidad de imágenes que fueron encontradas en los dispositivos del exconductor -50- y la edad de las víctimas, que en su mayoría son menores de dos años.
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