Sin el apoyo de Juntos por el Cambio, la Legislatura aprobó los pliegos de Mazieres y Merlo
El tratamiento se realizó durante la madrugada. En ambos casos obtuvieron 27 votos a favor y 8 en contra.
La Legislatura de Neuquén prestó acuerdo durante la madrugada de hoy a las designaciones de Gustavo Mazieres, en el cargo de vocal del Tribunal Superior de Justicia, y de Vanina Merlo como defensora general. El bloque de Juntos por el Cambio no acompañó los nombramientos, al igual que la izquierda.
El debate comenzó 0.55 y finalizó 2.03. Se demoró su tratamiento en parte por el escándalo que se desató tras el ingreso en el recinto del intendente Mariano Gaido que dio un discurso político cuando se aprobó la extensión del ejido municipal.
En cada caso obtuvieron 27 votos a favor, cuatro por encima de los dos tercios del total de la Cámara, y 8 negativos.
Además del rechazo del bloque de Juntos por el Cambio – que integran Luis Aquín, Leticia Esteves, César Gass y Ayelén Quiroga– la diputada Karina Montecinos del CC-ARI respaldó el nombramiento de Merlo, no así el de Mazieres. A la inversa se pronunció su par Soledad Martínez del Frente de Todos (FdT): avaló a Mazieres y no a Merlo.
El legislador de la Democracia Cristiana, Carlos Coggiola, votó en contra de ambos, lo mismo hicieron Andrés Blanco (PTS-FIT) y Blanca López (FIT), que sostienen una posición crítica respecto del mecanismo de selección de miembros del Poder Judicial.
El primer pliego que se sometió a votación fue el de la actual ministra de Seguridad. La especulación política era que el Movimiento Popular Neuquino (MPN) quería cerciorarse de que el bloque del FdT cumpliera con el acuerdo y respaldara la designación de Merlo. Recién entonces sería el turno de Mazieres.
La explicación oficial es que el orden respetaba el tratamiento en comisión. En diciembre de 2011, Ricardo Cancela, que antecedió a la funcionaria en el cargo, fue votado en segundo lugar luego de Evaldo Moya, presidente hoy del cuerpo.
Merlo llegará a la defensoría con 42 años. Será la primera mujer que conducirá el ministerio público. Gutiérrez aún no reveló quien la sucederá en el gabinete. La persona elegida para ocupar su puesto asumirá en un contexto álgido. Por un lado la acusación contra un agente que abusó de una niña en Chos Malal, con una causa anterior en Cutral Co por otro delito sexual, y un informe de 2019 que revela que el 59% de las mujeres policías de Neuquén sufrió acoso sexual en su trabajo.
Mazieres, de 51 años, se mudará del Consejo de la Magistratura de la provincia, donde representa al peronismo, y desembarcará en el sillón que dejó Oscar Massei. Su lugar en el organismo que selecciona jueces y juezas será cubierto por la exconsejera Belén de los Santos, según confirmó ayer ella misma a este medio.
Resta definir si el juramento será la próxima semana o pasará a los primeros días de mayo.
Cuestionamientos de la oposición
«Tiene todas las condiciones», dijo María Laura Du Plessis (MPN) sobre Merlo. Fue la única representante del partido provincial que defendió la postulación, con un breve discurso leído.
Para Blanco con su designación «no hay posibilidad de que haya independencia» del Poder Judicial respecto del Ejecutivo. Mencionó que la familia de Roberto Tecker, a quien cuatro policías golpearon con fiereza, tampoco la respaldaban.
Soledad Salaburu (FdT) acompañó el nombramiento de la actual ministra, pero le recordó al MPN que no había tenido el mismo temperamento cuando rechazó la designación de Nadia Kubatov como defensora penal con el argumento de que era «demasiado feminista». Cuestionó las dobles varas del oficialismo que ahora ponía en cabeza del ministerio público de la defensa a quien es responsable (aún) de las cárceles y de la policía.
Gass (Juntos por el Cambio) cuestionó que la coalición que él integra no haya sido consultada en la negociación por las vacantes, considerando que es «la segunda fuerza electoral de la provincia», y Leticia Esteves remarcó el «tinte político» de ambos postulados, un aspecto a considerar para cargos vitalicios.
Soledad Martínez (Frente de Todos) dijo que Merlo no tiene condiciones de idoneidad en sus antecedentes, en su currículum ni lo dejó evidenciado en la entrevista. Subrayó que eso no es su responsabilidad, sino de quien la propuso, o sea el gobernador Omar Gutiérrez.
Coggiola (Democracia Cristiana) se ubicó en la misma línea, en relación a que no tenía por acreditados los cinco años en el ejercicio de la profesión de abogada, que es un requisito constitucional. Aseguró que nunca dio cuenta de su cartera de clientes.
«Hoy es jefa de la policía de la provincia de Neuquén y mañana va a ser la titular de la defensa pública, que una de sus ramas es la defensa penal y va a tener que llevar adelante una política de defensa de los Derechos Humanos de aquellos que hasta el día anterior perseguía«, enfatizó el diputado.
Mansilla, el defensor de la defensora
Quien más se encargó de respaldar a Merlo fue Mariano Mansilla (FdT). Señaló que si la funcionaria no había entregado la nómina de clientes -estaba obligada por el decreto 590/08- era porque trabajó en «causas particulares». Y que en caso de que tuviese que intervenir en los recursos extraordinarios, podía excusarse.
«No hay que dramatizar. Nuestro sistema constitucional es así. Yo fui constituyente, me hubiera gustado que la Constitución saliera de otra manera, pero es la que tenemos y la que juramos defender», afirmó.
Elogió la calidad de los defensores públicos jefes (mencionó a Fernando Diez, Raúl Caferra y Leandro Seisdedos, obviando a las dos mujeres que ocupan cargos del mismo nivel, Marisa Mauti y Laura Giuliani) y dijo que el puesto de Merlo es «administrativo». Sostuvo que no era un disvalor su pertenencia al oficialismo porque una vez que asumiera ella iba a sencillamente «colgar los botines» o «dejar la camiseta afuera».
El debate sobre Mazieres
En el caso de Mazieres el trámite fue mucho más veloz. El principal vocero de su postulación fue Fernandez Novoa (FdT): «su nombramiento en sí es un acto de justicia. Lo conozco y puedo dar fiel testimonio de su idoneidad ética y profesional».
Coggiola (Democracia Cristina) fundó su voto negativo en que el gobernador se había perdido «la oportunidad histórica» de sumar a una mujer al Tribunal Superior (hoy hay solo una, Soledad Gennari) y Blanco (PTS-FIT) cuestionó que se lo presentara como un abogado de los sindicatos, cuando Mazieres también representó a «empresarios y empresas, algunas multinacionales».
Caparroz, jefe del bloque del MPN, dio un discurso brevísimo en el que destacó que el postulado, durante la entrevista en la comisión de Asuntos Constitucionales y Justicia, «demostró sus cualidades y un vasto conocimiento, dando opinión sobre temas actuales de la justicia en general».
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