Sin acceso al trabajo y con deficiente atención ginecológica: cómo viven las mujeres presas en Neuquén

El Comité provincial contra la Tortura elaboró un informe en el que describió las condiciones en las que se encuentran alojadas las 19 internas junto a sus hijos e hijas. Entre las recomendaciones piden mejorar la calidad de la alimentación.

El documento ingresó ayer formalmente a la Legislatura. Es parte del monitoreo que se reporta a los tres poderes del Estado. Foto Florencia Salto.

Ninguna de las mujeres detenidas en la Unidad 16 de Neuquén capital tiene un trabajo remunerado, como parte del tratamiento que establece la ley de Ejecución. Cuentan con un espacio de huerta, talleres de carpintería y panificación. Hasta el 1 de diciembre de 2023 realizaban tareas de limpieza: cobraran $20 la hora. De manera informal hacen encuadernación, confección de portacosméticos y una de ellas cose con la máquina que le dio su familia. Quieren aprender oficios que les faciliten la inserción laboral cuando recuperen la libertad.

La falta de acceso al trabajo de las internas es uno de los aspectos que destaca el último informe del Comité provincial contra la Tortura, organismo que monitorea las condiciones de detención tanto en cárceles como en comisarías.

Sus integrantes inspeccionaron la U16 en marzo pasado, ubicada en San Martín y Martinica. Tiene dos pabellones y tres departamentos que fueron construidos para las personas privadas de su libertad que tienen hijos.

En aquel momento había 19 presas, y un niño y una niña viviendo junto a sus madres.

Para elaborar el relevamiento entrevistaron a 11 de ellas en sus celdas (con las que no conversaron fue porque no quisieron o bien no estaban presentes en ese momento por cuestiones de salud o comparendos). También se reunieron con la jefa de la Unidad y con personal a su cargo, así como con los responsables de las áreas de Salud, Trabajo, Educación y revisión de visitas y paquetería (la «requisa»). Recorrieron todas las dependencias.

Lo que evalúa el comité es si se cumplen los estándares mínimos, por ejemplo, en materia de higiene, alimentación, atención médica; identifica si se cometen malos tratos y brinda información que sirve de insumo para propuestas de mejoramiento de la situación de las personas detenidas.

Mala calidad de la comida


El informe señala que a diferencia de las cárceles de varones y comisarías, en la U16 no hay sobrepoblación. Sí comparte las falencias en las condiciones generales de habitabilidad en celdas, comedores y espacios comunes. La calefacción no funciona correctamente, como los artefactos de cocina, el agua caliente no sale en todas las canillas, hay faltantes de vidrios y/o acrílicos en ventanas, colchones en mal estado y el patio está abandonado.

En todos los pabellones hay presencia de cucarachas y hormigas.

Uno de los aspectos más críticos es la calidad de la alimentación. Las viandas se reparten una vez al día. La mayoría lo suple con la comida «que les acercan sus familiares y allegados en la visita y que solidariamente comparten con aquellas que no tienen«.

Las detenidas plantearon que llega «en malas condiciones, mal cocida o con una gelatina y en algunos casos como “abombada” y «les ha provocado malestar físico y algunas enfermedades gastrointestinales. No reciben frutas, solo de forma esporádica. Las verduras van mezcladas en guisos y no hay variedad, alguna papa, cebolla y morrón; y abunda el arroz y los fideos».

Desde la unidad informaron que los niños y las niñas «reciben una dieta especial», pero las madres manifestaron que no es así.

Sin médicos propios


La unidad no cuenta con profesionales de la salud propios, sino que con dos enfermeras de 7 a 19. Fuera de ese horario hacen videollamadas con el área de salud de la Unidad 11. Incluso la atención psicológica se realiza allí. También se derivan a hospitales y salitas.

Más de la mitad de las internas afirmaron no tener acceso al servicio de ginecología. En cuanto a la entrega de preservativos indicaron que los reciben aquellas mujeres que tienen concubinato, unión convivencial o libreta de matrimonio, siendo las únicas que pueden tener visitas íntimas: el resto no tiene acceso y tampoco se suministran preservativos femeninos.

En cuanto a la salud mental, 16 de las 18 mujeres alojadas en ese momento estaban con tratamiento psicológico y/o psiquiátrico.

Recomendaciones


El comité envía el informe a los tres poderes del Estado, junto con recomendaciones.

En este caso pide que el ministerio de Salud realice controles ginecológicos periódicos y preventivos, así como programas/talleres de salud sexual y reproductiva. Al ministerio de Trabajo le solicita que implemente planes de trabajo remunerado. Con relación al menú, que se revise en su totalidad el sistema de provisión de comida.


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