Sejun dijo que la defensa del juez Villegas se dedicó a atacar a la denunciante
El sindicato participó del jury contra el magistrado de Rincón de los Sauces en calidad de "amigo del tribunal". Sus representantes remarcaron que el Poder Judicial aún no tiene protocolo para abordar situaciones de violencia.
«Espero que haber llegado hasta acá haga declinar a quienes continúan ejerciendo violencia dentro de las oficinas judiciales«, aseguró la subsecretaria general del sindicato Sejun, Micaela Guzmán Doblas, ante el jurado de enjuiciamiento que tendrá 15 días como máximo, a partir de hoy, para definir si destituye o absuelve al juez civil de Rincón de los Sauces, Sebastián Villegas. El magistrado está acusado de mal desempeño en sus funciones: se le reprocha haber acosado sexualmente y maltratado a una funcionaria.
La intervención la hizo en calidad de «amicus curiae» (amigo del tribunal), cuya función es brindar aportes para la resolución del caso, junto al abogado del gremio, Federico Egea.
El profesional señaló que es obligación del jurado incorporar la perspectiva de género como «parte del debido proceso legal». Indicó que no es un abordaje «potestativo», sino que debe estar presente en todas las instancias. Dijo que lo que se trata es de «visibilizar las asimetrías» que existen en las relaciones de género y poder, y esto debe quedar plasmado en la sentencia.
Egea planteó que durante el jury a Villegas se lo nombró como «el doctor», mientras que a las trabajadoras se las mencionó como «burras, incompetentes, vagas». «Eso nos muestra claramente las asimetrías de género que rodearon esta situación», agregó.
Remarcó que «la forma de ejercicio de la defensa, no sólo no respetó estándares mínimos de perspectiva de género como parte integrante del debido proceso legal, sino que además simbólica y materialmente se presentó como una perpetración y perpetuación de un ejercicio de violencia previo«.
Esto alude a las descalificaciones constantes sobre la denunciante, María Soledad Garayo, a quien llamaron mentirosa, enfatizaron en que no era una víctima y sostuvieron que nunca estuvo capacitada para su trabajo.
El abogado enfatizó en que la teoría del caso de la defensa se centró en que Garayo era una mala persona, cuando el eje del debate debería estar puesto en si el juez cometió o no mal desempeño funcional.
“Se defendieron de la misma forma violenta por la cual fueron llevados a juicio. Reprodujeron la violencia que venían sosteniendo y que determinó la existencia de este proceso, y eso tiene que ser especialmente ponderado», añadió Egea.
Guzmán Doblas recordó que el Poder Judicial de la provincia aún adeuda un protocolo de acción ante situaciones de violencia. “Asumo el compromiso de insistir para su pronta resolución», afirmó.
La dirigenta aseguró: «celebro la valentía de Soledad que tuvo el coraje de romper el silencio, pero que además aguantó y puso en riesgo su salud física y su salud mental. No reconocerse en su cuerpo, en su ropa, teniendo malestar físico, no pudiendo conciliar el sueño, sin tener espacios de sociabilidad, recluida en su casa y su oficina».
El dato
- 7
- integrantes del jurado de enjuiciamiento escucharon a 25 testigos durante las tres jornadas de juicio.
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