Segunda audiencia por el femicidio de Eduarda Santos: la imputada había denunciado su desaparición
La oficial de guardia Mariana Aranda recibió el primer llamado advirtiendo sobre la presencia de una persona sin signos vitales en Circuito Chico. Poco después, llamó Alves Ferreira manifestando preocupación por la desaparición de Santos.
La mañana del 16 de febrero del 2022, el día del crimen de la joven brasileña Eduarda Santos de Almeida, la imputada Amanda Alves Ferreira (que hizo el cambio registral después de cometer el femicidio) llamó a la policía manifestando que la mujer estaba desaparecida.
El testimonio de la policía que recepcionó ese llamado inició la segunda audiencia del juicio por jurados.
Ese día, alrededor de las 9.30, la oficial de guardia Mariana Aranda, de la Subcomisaría 55, recibió un aviso vía radio que alertaba sobre una persona sin signos vitales en el acceso al Lago Escondido. “Un turista dijo que había mucha sangre en el lugar y pidieron asistencia médica. De inmediato, convoco al Gabinete Criminalístico y al área de Investigaciones”, relató Aranda.
Esa misma mañana, una hora y media después, Alves Ferreira se comunicó con la unidad policial a fin de señalar que “su amiga, Eduarda Santos, estaba desaparecida”. “Dijo que tenía un jean y pantuflas blancas y negras. Dijo que tenía un bebé y que no era habitual que lo dejara mucho tiempo. Estaba nervioso, como desesperado. Mencionó que él la había dejado en Circuito Chico alrededor de las 2”, señaló la policía. Advirtió que la situación le llamó la atención porque “no es común dejar a una persona en pantuflas en medio de la nada y que no se acordara bien el lugar”.
Minutos después, vía zoom, declaró Gabriela Ramírez, la hermana de Marcelo Ramírez, la pareja de Alves Ferreira. Contó que vivía en Bariloche desde hace 9 años y era jefe de liquidación de haberes en el hotel Llao Llao. “Se puso en pareja con Fernando (Alves Ferreira) en 2018. Al poco tiempo de conocerse, se fueron a vivir juntos y decidieron casarse cuando decidieron tener hijos”, expresó Ramírez.
“Cuando tu hermano lo presentó, ¿entendiste que se trataba de un hombre?”, le preguntó el fiscal jefe Martín Lozada en alusión a la autopercepción del imputado como mujer. La mujer respondió afirmativamente.
Lozada insistió. “¿Pudiste ver alguna fotografía del casamiento?, ¿si era un varón o una mujer?”, interrogó. “Un varón”, dijo la mujer.
“¿En algún momento Alves te pidió que la llames como Amanda?”, insistió el fiscal. Ramírez respondió en forma negativa.
Contó que su hermano murió inesperadamente. El certificado de defunción especifica que fue a raíz de un infarto. “Me llamo la atención que se haya muerto en el domicilio y no le hayan hecho una autopsia. Descreo que haya sido una muerte natural. Nunca pude saber qué paso. Mi hermano no murió de muerte natural. No había ningún indicio ni tema de salud”, dijo ante el jurado. Pero el juez Juan Martín Arroyo advirtió que no se investiga la muerte de la pareja de Alves Ferreira.
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