Se hizo justicia por el Chipi, el caminante de Cipolletti: el hombre que lo atropelló tendrá que indemnizar a su familia
Samuel Facundo Quiroga era un pintoresco personaje cipoleño al que todos conocían como "Chipi". Fue atropellado el 7 de julio de 2018.
El Chipi, reconocido por caminar las calles de Cipolletti
El conductor del Ford Fiesta que el 7 de julio de 2018 atropelló a Samuel Facundo Quiroga en la Ruta 151 fue condenado a indemnizar a los familiares del mítico Chipi. Era uno de los personajes más queridos de Cipolletti. A pesar de sus padecimientos, la gente disfrutaba de su compañía en las calles de la ciudad.
Era un caminante el Chipi y murió en su ley, mientras intentaba cruzar la ciudad por la Ruta 151. La visibilidad no era buena esa tarde de invierno. Por eso se presume que el conductor del Ford Fiesta manejaba con exceso de velocidad y no pudo realizar ninguna maniobra para esquivarlo.
El fallo del juez civil Mauro Alejandro Marinucci adoptó el modelo de culpas concurrentes. Es decir que distribuyó las responsabilidades entre el conductor del Ford por su impericia y en la víctima por cruzar por un lugar no habilitado para ello, en una recta perteneciente a una ruta nacional, “sin haberse probado que contara con algún elemento lumínico y ser un lugar de circulación de tránsito fluido”. El abogado Pablo Luppi que encabezó la demanda en nombre de los familiares del Chipi aclaró que la sentencia no está firme y que puede ser apelada.
El fallo aceptó el daño moral y los gastos de sepelio. El primer rubro tiene relación con el sufrimiento por parte de dos integrantes de la familia del Chipi. Esas personas convivían con él, lo cuidaban y disfrutaban de su compañía a pesar de que pasaba mucho tiempo recorriendo las calles. El monto de la indemnización no se publica por seguridad de los familiares.
La partida del Chipi, un personaje de casi dos metros de altura, dejó una brecha en el corazón de Cipolletti, pero la justicia finalmente se manifestó en su nombre. Aunque ya no camine por las calles, su memoria perdura en cada rincón de la ciudad donde se pintaron murales para honrarlo.
El Chipi, el caminante sin rumbo que se convirtió en un símbolo cipoleño, seguirá vivo en los recuerdos de todos aquellos que tuvieron el privilegio de cruzar su camino.
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