«Se creía dueño de mi persona», declaró la denunciante del juez Villegas en el jury

La prosecretaria del juzgado de Rincón de los Sauces de Neuquén dijo que el magistrado la acosó y la maltrató. La defensora la calificó de mentirosa y señaló que el acusado no corría "a las empleadas como una hiena detrás de una presa".

La testigo se paró frente al jurado de enjuiciamiento. Tomó su pantalón en la zona de la bragueta y comenzó a empujarlo hacia delante y atrás.

-Se acercaba y me movía el miembro, acá enfrente, innumerables las veces que me lo hizo, perdí la cuenta, me lo hizo todo el tiempo-, declaró.

El juez Sebastián Villegas está acusado de haber acosado sexualmente y ejercido violencia psicológica contra María Soledad Garayo, que era prosecretaria del juzgado civil de Rincón de los Sauces. Hoy comenzó a ser juzgado por mal desempeño en sus funciones, un proceso que podría terminar expulsándolo del Poder Judicial.

La funcionaria se desempeñó en el cargo desde 2017 hasta 2019, cuando pidió una licencia y lo denunció ante el Tribunal Superior de Justicia de Neuquén (TSJ).

«Sus actos se cometieron desde su posición de juez, una posición de asimetría y de preeminencia, y contra una mujer que ejercía el cargo de prosecretaria y estaba recién ingresada en el Poder Judicial», afirmó el fiscal jefe Pablo Vignaroli en el alegato de apertura.

En cuanto a los hechos, dijo que el juez citó a trabajar a la funcionaria antes de que jurara en el puesto. Inició conversaciones de carácter íntimo con ella: le preguntaba si estaba en pareja, si le gustaba alguien del juzgado, le abría la puerta de la oficina sin pedirle permiso. Insistía en llevarla hasta el hotel en el que se alojaba de modo imperativo y esto implicó que ella modificara sus horarios de trabajo para evitar cruzárselo. Garayo lo rechazó, lo que se tradujo en una sobrecarga de tareas, un cuestionamiento constante por los errores que cometía y tuvo consecuencias en su salud.

El episodio más emblemático que relató fue cuando se subió obligada al auto del magistrado, después de reiteradas insistencias, y en vez de dejarla en el hotel fueron al cerro La Cruz. «No entendía un no», aseguró la víctima ante el jurado integrado por: Evaldo Moya, Alfredo Elosú Larumbe, Germán Busamia, María Laura Du Plessis, Sergio Fernández Novoa, Nicolás Lupetrone y Simón Julio César Hadad.

Señaló que ella competía en pole dance, comúnmente conocido como baile del caño, y que el juez le manifestó que le encantaría verla «en vivo». Hacía comentarios sobre su aspecto físico o su ropa. «¡La pollera!», soltó una vez. «Se creía dueño de mi persona», manifestó la testigo, antes de ponerse de pie y recrear el gesto.

«El malo de la película»


«No hay ninguna prueba porque los hechos son inexistentes«, aseguró la defensora Iris Sandoval. En el alegato no escatimó en estereotipos. Dijo que Garayo «ha mentido desde el principio». «Yo no creo que sea víctima», enfatizó.

Afirmó que el sumario fue «irregular» y remarcó que hay evidencia falsa. Puntualmente se refirió a que en el expediente se presentó un informe elaborado por un médico que no reconoce su firma. Este fue el motivo por el que Sandoval solicitó la nulidad del juicio, previo al inicio. El jurado no hizo lugar y precisó que el testigo puede ser desistido oportunamente. Vignaroli señaló que se abrió una investigación de oficio.

La defensora hizo hincapié en que la funcionaria no era lo suficientemente productiva, que le costaba aprender y que el magistrado tuvo mucha «paciencia» con ella.

Sandoval ejerce la defensa de Villegas junto a Ramón Acosta. Foto Matías Subat.

Sostuvo que al juez «lo hicieron ver como el monstruo, el degenerado», «el malo de la película». «No andaba corriendo a las empleadas como una hiena detrás de una presa, como lo hacen ver. No era eso señores», agregó.

«Todos se prenden en ese gran chismorreo que finalmente termina siendo la administración pública y el Poder Judicial, lamentablemente», subrayó. Sobre los comentarios que recibía Garayo, la defensora planteó: «¿Qué hombre va a decir «qué buena la pollera»? No es la pollera lo que le va a interesar a alguien que es un libidinoso. La pollera, por favor doctores».

Contó que una de las testigos que declaró, Valeria Fernández Soler, es íntima amiga de la presidenta del TSJ, Soledad Gennari, que pidió la apertura del proceso de enjuiciamiento contra Villegas. Incluso mencionó que esta funcionaria en su oficina tiene una foto con la jueza y lo comparó con los empleados de la administración pública que cuelgan la imagen del gobernador de turno. «Era como su Perón la doctora Gennari, la tenía ahí», añadió.


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