Revelan el acuerdo policial por las torturas seguidas de muerte en una comisaría de Cipolletti
Uno de los imputados detalló cómo fue el arreglo para declarar por la muerte de Jorge Gática. Contó que le ofrecieron dinero y cuidar a su familia a cambio de responsabilizarse del crimen.
La declaración de Jorge Sosa pareció extraída de un guión policial cinematográfico, pero no logró convencer a los acusadores y sólo destapó la interna entre los cinco policías imputados por el crimen de Jorge Gatica en una comisaría de Cipolletti. También reveló el preacuerdo entre la cúpula policial para «dibujar» el relato oficial por las torturas seguidas de muerte del hombre que fue detenido por robar un par de chorizos y apareció muerto en una celda de la unidad 45.
El imputado aseguró que sus compañeros le ofrecieron plata para pagar un abogado y que se encargarían de su familia en caso de que sea condenado. Todo esto a cambio de responsabilizarse por la muerte de Gatica.
La querella, fiscalía y defensa tienen un preacuerdo para llevar a un juicio abreviado con una condena menor a Carlos Moraga, quien era el responsable de la unidad el día que mataron a golpes a Gatica, entre el 9 y 10 de enero de este año. Será el juez Julio Sueldo quien debe homologar ese acuerdo en una audiencia que podría ser esta semana.
En ese escenario fue que Jorge Sosa, otro de los imputados, pidió declarar en la causa y lo hizo ayer ante la jueza natural del proceso, Agustina Bagniole. El agente apuntó su declaración contra Moraga. Dijo que fue uno de los que más golpeó a la víctima y que luego propuso un acuerdo para responsabilizar a Sosa.
«Moraga me dijo que me tenía que hacer cargo porque era el de menor jerarquía, yo le dije que no podía, que le hice RCP para salvarlo», indicó. Aseguró que hubo un acuerdo con toda la cúpula de la Comisaría para «dibujar» las torturas seguida de muerte contra Gatica.
Finalmente Sosa accedió a declarar lo que se había acordado en la unidad penal, que la víctima se golpeó la cabeza y que él lo intentó reanimar con maniobras de RCP. Agregó que Moraga lo amenazó para que declare en ese sentido: «Si vos decís que yo le pegué voy hacer que declaren todos en contra tuya».
La teoría se desplomó rápidamente con los resultados de la autopsia y las declaraciones del personal del hospital de Cipolletti sobre el estado en el que llevaron a Gatica, prácticamente muerto.
Sosa aseguró que en ningún momento golpeó a Gatica a pesar de haber recibido un cabezazo en la cara de la víctima en la parte trasera de la camioneta que los trasladaba hasta la unidad penal. La teoría de la fiscalía es que ese golpe fue uno de los detonantes de las torturas.
Dijo que sólo lo tomó del cuello y lo bajó para que no le siga pegando. Agregó, ante las preguntas del fiscal Martín Pezzetta, que sólo dos agentes golpearon a Gatica: Moraga y Alcides Quintrel. También están imputados Andrea del Carmen Henríquez y Walter Carrizo.
La semana pasada hubo una audiencia para resolver la situación procesal de Moraga, pero finalmente se suspendió y podría retomarse esta semana. El fin era el juicio abreviado por el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público, una figura delictiva menor con penas excarcelables. La imputación para los cinco uniformados es tortura seguida de muerte.
Según trascendió Moraga no habría participado de los ataques a Gatica y que ni siquiera escuchó lo que estaba pasando en la celda. Estaba con la música alta y no se percató que a pocos metros estaban matando a golpes a la víctima. Una pericia determinó que podría haber ocurrido como lo relató el imputado.
Lo cierto es que Moraga estaba a cargo del procedimiento y de la comisaría que desencadenó en la muerte de Gatica, uno de los casos más graves que involucra al Estado desde el regreso de la democracia.
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