Recurrió al Tribunal de Ética en Cipolletti, pero la sancionaron y deberá indemnizar al abogado que denunció
Una abogada de Neuquén denunció a un colega por violencia de género en el marco de una causa en el fuero de Familia. La sentencia aún no está firme y puede ser recurrida.
Una abogada de Neuquén encontró muchísimos obstáculos al momento de denunciar el supuesto comportamiento machista y discriminador de otro colega de Cipolletti. En el Tribunal de Ética no solo no le llamaron la atención al profesional, sino que la sancionaron a ella. Ahora, por un juicio civil, también tiene que indemnizar al letrado porque ensució su imagen y honor.
La profesional asumió la representación de una madre en un proceso en el juzgado de Familia de Cipolletti. Pero del otro lado se encontró con un letrado que – según la denuncia desestimada – la ninguneó en las audiencias, le dijo que «no sabía como eran las cosas» y tuvo un comportamiento machista y discriminador.
Según la abogada Mariana Rotter, el letrado Michel Rischmann tuvo una conducta obstructiva y no se presentó a varias audiencias, lo que demoró todo el proceso.
La máxima tensión entre los profesionales del derecho se produjo en un audiencia virtual y la secretaría del juzgado de Familia debió silenciar a Rotter. Después la mujer formuló la denuncia ante el Tribunal de Ética del Colegio de Abogados de Cipolletti. Puntualizó que Rischmann la ninguneó, fue machista y la discriminó.
Llamativamente, el Tribunal de Ética dictó el sobreseimiento de Rischmann por entender que no existía actuación alguna reprochable o irregular del denunciado y en el mismo proceso le impuso un apercibimiento a la denunciante por su comportamiento en la audiencia, que devino en el silenciamiento del micrófono.
Con el sobreseimiento en mano, Rischmann le inició un juicio por daños y perjuicios a la abogada. Consignó que la falsa denuncia había dañado su imagen y su honor como abogado y que todo el mundo en el ámbito profesional comentaba sobre la denuncia. Es más, llevó al proceso un testigo que dijo que se había enterado del tema porque se comentaba en un bar de Cipolletti.
En el análisis, la jueza Soledad Peruzzi concluyó que la abogada Rotter no había actuado ni con dolo ni con culpa pero sí advirtió que había actuado con ligereza al denunciarlo al abogado como autor de supuestos hechos que no pudo demostrar.
Por esa razón, resolvió que tiene que indemnizarlo por daño moral por una suma cercana a los 500 mil pesos. La mujer aún tiene recursos para recurrir la sentencia de primera instancia.
En el fallo se valoró como positiva la conducta de la abogada. Hizo la denuncia en el ejercicio de su derecho y no se demostró ningún despliegue ni publicidad por fuera de ese ámbito; pues no se trató de una difamación pública sino de una denuncia dirigida a que sea investigada por el órgano competente que es el Tribunal de Ética.
El abogado impulsó un remate en 2023 contra un cliente
El año pasado, el abogado llevó a cabo un remate de un cliente que no le pudo pagar sus servicios en una causa por abuso sexual. El imputado, mecánico de oficio, finalmente fue sobreseído en la causa con el patrocinio de la defensora pública Silvana Ayenao.
Para ese momento ya no contaba con el asesoramiento de Rischmann. Sin embargo, como no pudo pagar sus servicios, el letrado impulsó el remate de uno de sus pocos bienes, un Fiat Spazio del año 1991. La subasta se concretó a mediados de 2023.
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