Juicio Escuelita VIII: reconoció a su torturador en la comitiva oficial de Don Felipe

Las gestiones judiciales por la desaparición de Milton Gómez en Plottier en 1977 (luego intendente de Las Coloradas en 1983) y de Alicia Pifarré en junio de 1976 (sigue desaparecida) se ventilaron este miércoles en el juicio por la responsabilidad de los civiles (el juez y fiscal del juzgado federal) en dictadura.

Josefina De Los Santos conmovió al público en la sala de audiencias del juicio La Escuelita cuando reveló que su compañero, Milton Gómez, reconoció a uno de sus torturadores en una comitiva que llegó a Las Coloradas con el entonces gobernador Felipe Sapag, en una visita protocolar. “Nunca más volvió a ser el mismo después de eso”, dijo la mujer.

De Los Santos conoció a Milton Gómez en Cutral Co en 1978, cuando era fotógrafo del diario Rio Negro en la corresponsalía que lideraba Olga Leone. Aunque se trata de la octava edición del juicio, la de este miércoles 6 de marzo fue su primera declaración en audiencia. Explicó que con Gómez tuvieron 7 hijos, y que se enteró de que era un sobreviviente de las cárceles de la dictadura cuando su hija mayor tenía 2 años. Hoy tiene 42.

“Cuando le pregunté de su viaje, porque me dijo que había estado en Chile, Perú y Bolivia, me explicó que cuando salió de ese lugar (donde lo torturaban) la persona que lo dejó en la calle le dijo: andate, no vuelvas, porque si volvés, te matamos”, describió. Contó que se quedó una semana más en Plottier (donde vivía cuando fue secuestrado) y luego se exilió.

Josefina explicó que él le dijo que había estado en Montoneros y que por eso lo habían secuestrado y desaparecido. Milton Gómez vivía en Plottier y todo lo que le contó, fue posterior a su desaparición. Fueron su madre Matilde Gómez y su hermano mayor, Ernesto Blas Cuevas, quienes hicieron las presentaciones judiciales y el accionar en el obispado. Agregó que Gómez fue estudiante de la escuela Don Bosco y su madre buscó amparo en el obispo Jaime De Nevares, tras el secuestro.

Gómez fue jefe comunal de Las Coloradas y en uno de los viajes a Neuquén capital, cuando vino por gestiones de una antena que iba a comunicar al pueblo con el resto de la provincia, fue que le dijo (al pasar por el Batallón) que allí lo habían torturado.

Josefina De Los Santos vive en Huincul, pero llegó ayer desde Aluminé para testimoniar sobre lo que ocurrió con su compañero Milton Gomez (foto Ceciila Maletti)

“El sufría mucho cuando hablaba de eso: así es que yo no quería volver a esa conversación, pero me habló de la picana eléctrica y de la cama, de los ahogos en agua, de las quemaduras de cigarrillos en los genitales y de los simulacros de disparos en la cabeza”, detalló.

Agregó que en una visita protocolar de don Felipe Sapag a Las Coloradas (83-87) “el gobernador Don Felipe llegó con sus ministros y entre su comitiva, vio a una persona que fue uno de sus torturadores, porque lo vio por debajo de la venda: tenía barba y bigote. Él se descompensó ese día. Y desde ese momento, cambió mucho: su cabeza se descontroló y se sentía perseguido todo el tiempo”.

La revelación provocó sopor entre el público y, luego de un cuarto intermedio, se analizaba que la referencia física coincidía con la que daban de Mario Gómez Arena (ya fallecido y condenado en los primeros juicios), que junto con Oscar Reinhold, era uno de los jefes de los interrogatorios en el centro clandestino que funcionó en Chaco y Lanín. Josefina dijo que lo llamaban por un apodo, pero no lo recordó. “Él estaba mal porque ya era la democracia, se estaban generando cosas positivas y no podía entender lo de volverse a encontrar con el que lo torturaba entre las personas que lo rodeaban”, destacó.


Las gestiones por Alicia Pifarré


Ricardo Pifarré reconoció en sede judicial a uno de los secuestradores que se llevaron a su hermana Alicia Pifarré, cuando desapareció en junio de 1976. No fue el primer testimonio de Pifarré en estos juicios, sin embargo, tanto la fiscalía como las partes, puntualizaron para este juicio en las gestiones que la familia hizo en la sede del juzgado federal.

«Estuve en el edificio de Ministro González y Santa Fe», dijo Pifarré, en referencia a la sede federal. Las defensas le pidieron que reconociera del expediente, la firma de su papá en una de las denuncias, en 1977.

Ricardo Joaquín Pifarre, hermano de Alicia Pifarre, testimonió sobre las gestiones de su mamá y de su padre por la aparición de su hermana, desaparecida desde junio de 1976 (foto Cecilia Maletti)

Pifarré puso énfasis en el encuentro posterior que tuvo en el mismo juzgado, ya en democracia, y tras la rueda de reconocimiento a la que lo sometió el tribunal militar en el periodo en que se buscó que los militares juzgaran la conducta de los grupos de tarea en los casos de desaparición. En todas las instancias, Ricardo Pifarré reconoció a Miguel Cancrini como uno de los secuestradores de Inteligencia el día en que se llevaron a su hermana Alicia.


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