Rechazan reducirle la condena a un hombre de Bariloche que pasó más de la mitad de su vida tras las rejas
Un tribunal desestimó el pedido de la defensa que solicitaba unificar en una pena de 19 años y 6 meses de prisión las tres sentencias condenatorias que le impusieron al acusado, que suman 31 años de cárcel. La fiscalía había avalado ese planteo en un primer momento; después dio marcha atrás.
Juan Pablo Vera tiene 41 años. Más de la mitad de su vida ha estado en conflicto con la ley. Cuando era un adolescente estuvo en un hogar de menores de Roca y después conoció todos los juzgados penales de Bariloche. Eligió un camino que inevitablemente lo llevó a la cárcel. Su caso además refleja el fracaso de la resocialización que predican las normas constitucionales como propósito de las cárceles rionegrinas.
«Las cárceles tienen por objeto la seguridad pública y no la mortificación de los internados; son
sanas y limpias y constituyen centros de enseñanza, readaptación y trabajo«, dice la Constitución de Rïo Negro.
Vera está preso desde el 21 de abril de 2014, pero antes ya había estado tras las rejas. En el 2000 recibió un disparo durante un enfrentamiento con la Policía tras participar de un robo con armas en un comercio de Bariloche. Tenía 16 o 17 años.
Ese proyectil dio en su espalda y por la gravedad de las lesiones perdió la capacidad de caminar. Desde entonces se moviliza en silla de ruedas. Sin embargo, esa discapacidad motriz no le impidió seguir delinquiendo.
En los pasillos de Tribunales cuentan que Vera tenía habilidad para sacarse la tobillera electrónica, sin que saltara un alerta en el centro de monitoreo, donde controlan los movimientos de los detenidos que tienen esos dispositivos electrónicos. Son aquellos imputados o condenados que acceden, por ejemplo, a la prisión domiciliaria. Aunque en el caso de Vera le concedieron la prisión domiciliaria por su estado de salud.
Sin embargo, en dos o tres ocasiones cometió delitos tras liberarse de la tobillera electrónica. ¿Por qué no detectaban que se la sacaba? Fuentes judiciales relataron a Diario RÍO NEGRO una versión que circuló tiempo atrás en Tribunales y aseguraba que Vera había pedido supuestamente que no le ajustaran demasiado la tobillera porque sufría un problema de la piel.
Eso facilitaba que se la quitara. Las fuentes comentaron que se la colocaba a su perro, mientras él salía de su domicilio. Leyenda urbana o no, lo cierto es que Vera fue condenado por hechos delictivos cometidos en Bariloche mientras tenía pulsera electrónica.
El homicidio a sangre fría de Navarro
El más grave, el homicidio de Rodrigo Navarro. Vera admitió haber asesinado a Navarro el 17 de diciembre del 2020. Cometió el crimen mientras cumplía la prisión domiciliaria.
Según la acusación de la fiscal Betiana Cendón, Navarro fue hasta la casa de la víctima, donde consumieron alcohol hasta emborracharse. Vera le dijo a Navarro que debía ir a la mañana siguiente a un banco a depositar por caja una suma de dinero en moneda extranjera. Navarro accedió a llevarlo en su vehículo. Esa mañana, se encontraban en la casa del Vera y continuaron bebiendo.
Dos hombres llegaron a la casa de Vera, en el barrio 270 Viviendas de Bariloche. Y aprovecharon que la víctima estaba alcoholizada y con la ayuda del imputado, le dieron una brutal golpiza. Una vez que la víctima se encontraba en total estado de indefensión, Vera le disparó en dos oportunidades con un arma de fuego a poca distancia en la zona de la cabeza y lo mató.
Después, cargaron a la víctima en su auto y lo trasladaron hasta un zanjón cerca de la ruta de Circunvalación, donde lo abandonaron. Pero fueron descubiertos.
Cendón lo imputó en la audiencia de formulación de cargos a Vera por homicidio doblemente calificado porque fue cometido con alevosía y con el concurso premeditado de dos o más personas y agravado por el uso de arma de fuego. La única pena posible era prisión perpetua.
Pero Vera llegó a un acuerdo con la fiscal y admitió haber asesinado a Navarro a cambio de que cambiaran la calificación legal del hecho. Le quitaron la alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas. Por eso, fue declarado culpable de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Y lo condenaron el 22 de agosto del 2022 a 14 años de prisión. Pero ya tenía en ese momento una condena unificada en 16 años de prisión
La discusión por la unificación de las condenas
El viernes, el tribunal integrado por los jueces Gregor Joos, Marcos Burgos y Marcelo Álvarez Melinger, rechazó un pedido de unificación de pena que habían planteado en un primer momento Cendón y la defensora oficial Blanca Alderete.
El 4 de octubre pasado, Cendón explicó ante el tribunal que habían acordado unificar las tres condenas que Vera tiene, en una única pena de 19 años y 6 meses de prisión. Dijo que ese planteo había surgido a partir de un trabajo conjunto con Alderete. Destacó la colaboración del imputado para esclarecer el homicidio de Navarro.
Recordó que Vera tenía una condena a 12 años de prisión por un robo calificado, que le impusieron el 8 de septiembre de 2015. Cometió otro robo con armas el 9 de septiembre de 2019 y lo condenaron el 2 de octubre de 2020 a cinco años de prisión.
Una exCámara Criminal de Bariloche unificó las condenas en una pena de 16 años de cárcel. Después, lo condenaron a 14 años de cárcel por el homicidio de Navarro y en marzo de 2023 le impusieron un año de prisión por coacción. La sumatoria de las condenas da un monto de 31 años de prisión.
Cendón en la audiencia del 4 de octubre defendió unificarle las condenas en 19 años y 6 meses de prisión la pena. Argumentó que Vera no pasa por un buen momento de salud. En ese momento, el tribunal resolvió pasar a un cuarto intermedio.
La fiscalía dio marcha atrás con el acuerdo para reducirle la pena
El 9 de octubre pasado, la fiscal sorprendió a la defensa con otra propuesta. Dio marcha atrás con ese primer acuerdo y Cendón propuso unificar las condenas en 28 años de prisión. La defensora oficial rechazó esa cambio de postura de la fiscalía e insistió con que el tribunal trate la propuesta original.
Este viernes, Joos informó que esa primera propuesta no podía ser convalidada. Tampoco validaron el pedido de los 28 años de prisión hecho por Cendón. Mencionó que Vera cuando cometió el homicidio de Navarro ya tenía problemas de salud, especialmente, “en lo que hace a su movilidad”.
“Consideramos que frente a una condena grave de 16 años de prisión, con posterioridad Vera comete un homicidio. Nosotros entendemos que esto demuestra su desprecio, su indiferencia al sistema penal. Y, n todo caso, también muestra el fracaso de resocialización del mismo”, afirmó el juez.
Advirtió que la defensa ante “una diferencia tan significativa (reducirle de 31 a 19 años y 6 meses la pena), no se mencionó ninguna circunstancia que fuera proporcional a esa diferencia y que la justifique”.
“Debían exponer un hecho o un cambio relevante que justifique este apartamiento importante de la suma aritmética de penas”, afirmó el juez. “Nuestra conclusión es que no había argumentos o fundamentos del mismo alcance, de la misma proporción, que justifique esta disminución en la suma aritmética de penas”, destacó Joos, con el aval de Burgos y Álvarez Melinger.
Hay que discutir otra vez la unificación de las condenas
Sobre el pedido de 28 años de prisión hecho por la fiscalía, Joos dijo que pensaban “que esta situación imprevista no puede ser tomada en contra del condenado y su derecho a una defensa efectiva”.
Indicó que la defensa no discutió el pedido de 28 años de prisión de la fiscalía. “Estamos hablando de una pena muy alta, amerita y justifica un debate de argumentos con amplitud. Entendemos que ante la falta de acuerdo, ambas partes deberán fundamentar adecuadamente sus posiciones frente a esta inevitable unificación de condenas”, resolvió el tribunal.
Por eso, el tribunal solicitó a Cendón y a Alderete que pidan una nueva audiencia para tratar el tema de la unificación de condenas para Vera, que siguió las alternativas de la audiencia que se hizo el viernes por zoom.
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