Por qué la secretaria de Milman adelantó su declaración en la causa por el atentado a Cristina Kirchner
El paso a paso de cómo Ivana Bohdziewicz anticipó su testimonio ante la Justicia, en medio de "presiones".
Ivana Bohdziewicz, exsecretaria del diputado de Juntos por el Cambio Gerardo Milman, aseguró ante la Justicia que accedió a que un técnico especializado borrara el contenido de su teléfono celular por temor a que se filtrara información de su vida personal y reveló que ese borrado se produjo en oficinas que atribuyó a la expresidenta del partido PRO Patricia Bullrich. Tras una jornada que se inició con los tuits de Cristina Kirchner sobre una nota de Página 12 que mencionaba este último dato, con el correr de las horas empezaron a aparecer los detalles de lo que sucedió.
Más tarde fue el propio presidente Alberto Fernández, desde La Rioja, quien apuntó contra la dirigente del PRO por su supuesta participación en la maniobra. «Cuando leo en los diarios que en el despacho de una diputada se borraban los teléfonos de una empleada para que no queden registros después del atentado a la ex presidenta, la verdad eso, en términos institucionales, es de una gravedad significativa«, señaló.
Antes de entrar a la reunión de los principales dirigentes del PRO, en la que buscaron sin éxito definir las candidaturas del partido, Patricia Bullrich fue interrogada sobre el tema político del día. «Ya no saben qué inventar», dijo la dirigente del PRO.
La declaración se produjo el último viernes y recién ahora se conocen los detalles: los motivos que llevaron a Ivana Bohdziewicz a aceptar el borrado de su celular, la forma en la que se desencadenaron los hechos y los temores por los que decidió presentarse espontáneamente en Comodoro Py para ampliar su testimonial, a pesar de que tenía una fecha pactada para esta semana.
«Le di mi teléfono (a un perito) y estuvo analizándolo y decide borrar todo. Yo preocupada por mi vida personal, en ese momento los medios estaban bastante activos, entonces deciden borrar todo y yo accedí. Tampoco creí que iba a ser tan grave y me iba a perjudicar hacerlo», aseguró Bohdziewicz en la ampliación de su declaración como testigo en el marco de la causa en la que se investiga el intento de atentado contra la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Una de las dos personas que se reunieron con Gerardo Milman
El valor que puede tener su testimonio está dado en que Bohdziewicz es una de las dos personas que el 30 de agosto pasado estuvieron en el bar Casablanca, ubicado frente al Congreso, en la esquina de Riobamba y Rivadavia, donde según la declaración de un testigo el diputado Milman habría pronunciado la frase «cuando la maten voy a estar camino a la Costa», en presunta referencia al intento de asesinato de la Vicepresidenta que ocurriría dos días más tarde, en la noche del 1° de septiembre.
La exsecretaria de Milman -que dijo haber sido despedida en enero de este año- ya declaró tres veces en este expediente: la primera fue a finales de octubre; la segunda, el 1° de diciembre, y la tercera fue el último viernes; ahora se sabe que entre la primera y la segunda mantuvo un encuentro con el diputado de JxC en oficinas que atribuyó a Bullrich, para que borraran información de su teléfono.
Cómo se hizo la maniobra de borrado
«Va pasando el tiempo y más o menos el 10 de noviembre del año pasado, me llama Carolina (Gómez Mónaco, la otra asesora de Milman que estuvo en el bar Casablanca). A todo esto, Carolina tiene dos líneas, una que no está a su nombre. Me llama desde ese celular y me dice de reunirnos pasado el mediodía, que íbamos a un local de Tienda de Café sobre la avenida Scalabrini Ortiz, a dos cuadras pasando Santa Fe. Nos juntamos y me empieza a preocupar diciéndome que los medios, todo lo que era la parte mediática, estaban avanzando, me transmite preocupación», sostuvo Bohdziewicz.
«Me comenta que había hablado con Jerry (por Gerardo Milman), que para ese momento estaba desaparecido, y Carolina decía que se ponga las pilas que nos dé un respaldo que con el Mundial no se calmaba nada, y me comenta que Milman le dijo que había hablado con Patricia (Bullrich) y que nos iba a poner un perito para ver la información que tenían los celulares, porque era probable que se filtrara nuestra información. No para borrar algo puntualmente», continuó.
«Me comenta que Milman le dijo que había hablado con Patricia (Bullrich) y que nos iba a poner un perito para ver la información que tenían los celulares, porque era probable que se filtrara nuestra información».
Parte de la declaración de Ivana Bohdziewicz.
De su relato se desprende que, tras esa conversación, ambas emprendieron un viaje en subte hasta un lugar donde las estaban esperando: «De ahí nos fuimos a Avenida de Mayo 953, oficina de Patricia Bullrich, si no me equivoco. Llegamos ahí, no había nadie, solo estaba Milman con el perito, cuyo nombre no recuerdo, pero era morocho, grandote, de unos 60 años aproximadamente, vestido de civil, no recuerdo si estaba con bastón. No había nadie más. Estando ahí, en ese momento, nos enteramos por Milman, no sé si abogados o qué, que habían pedido el secuestro de nuestros celulares. Nunca dijo quién le informó».
«Y en ese mismo momento le di mi teléfono y estuvo analizándolo y decide borrar todo. Yo preocupada por mi vida personal, en ese momento los medios estaban bastante activos, entonces deciden borrar todo y yo accedí. Tampoco creí que iba a ser tan grave y me iba a perjudicar hacerlo», señaló en ese punto la testigo.
«Estuvimos unas 3 ó 4 horas en Avenida de Mayo. Durante esas horas el perito manipuló mi teléfono, solo el mío. Con respecto al de Carolina la idea era que ella comprara otro teléfono. En mi caso, borró la información de mi teléfono porque yo estaba aterrorizada por mi información personal. En esta reunión yo pedí esto al perito para que no se divulgue mi información personal. Me remarcó que era posible que se filtraran cosas y por eso yo tuve el temor», sostuvo.
«Mi preocupación era que no se filtren mis fotos»
«Con el celular que tenía Carolina no sé qué hizo. Creo que se lo donaba a la hermana. Pero en esa reunión el perito manipuló mi teléfono para borrar mi información personal. Mi preocupación era que no se filtren mis fotos. Ahí el perito me dice que se pueden filtrar cosas. No es que él quería borrar algo, fue por mi temor a que se filtren mis fotos. Yo le dije que se hiciera lo que se tuviera que hacer para que no se filtrara mi información personal», continuó.
En ese punto, desde la fiscalía se le preguntó si el perito manipuló algún otro teléfono, respondió y la testigo respondió: «Sí, el de Milman, pero no se qué hicieron».
Sobre los teléfonos de Gómez Monaco, Bohdziewicz sostuvo que en aquella reunión «deciden que Carolina se vaya a comprar un celular nuevo».
«Con la línea que presentó (ante la justicia). Decía que iba a decir que no conocía la contraseña de iCloud, entonces se hacía una nueva y ese fue el celular que entregó», siguió.
Qué pasó después
Sobre la situación de sus propias comunicaciones, la testigo aclaró: «Estuve incomunicada hasta que me prestan un segundo celular, y cuando lo configuro, bajo WhatsApp y ahí me aparece la copia de seguridad y me pregunté ‘¿no era que el perito me había borrado todo?’ Entonces hablo con Carolina, le cuento lo sucedido que se me baja la copia de seguridad, Carolina habla con su abogado y ahí decidimos poner a disposición todo a la justicia y decidí entregarlo. Eso fue a mitad de diciembre. El 2 de enero me echan estando de vacaciones».
«El fin de semana largo de marzo que fue 24, salen mensajes míos a la luz, fuera de contexto, y yo me entero porque Carolina me manda la nota y me dice estoy hablando con el abogado de Patricia (Bullrich) para que vayas a hablar con él a ver si te dan pelota», siguió.
En ese punto hizo referencia al mensaje que a fines de agosto último envió a un grupo de WhatsApp con compañeros de su oficina en el que pedía que «borren todo» y aclaró que nada tenía que ver con el intento de atentado sino que estaba referido a cuestiones que atravesaba su grupo de trabajo.
Bohdziewicz tenía fecha para ampliar su declaración testimonial esta semana pero el viernes pasado apareció de modo espontáneo en los tribunales federales de Comodoro Py, en el barrio porteño de Retiro, acompañada por el abogado Rafael Benedicto Díaz Flaqué, para pedir que se concretara la declaración en ese momento porque había sufrido «presiones».
Sobre ese punto, atribuyó las presiones a su compañera Gómez Mónaco, quien -según dijo y aportó prueba- la llamó de modo insistente desde que se enteró que tenía previsto ampliar su declaración testimonial.
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