«La rubia y el flaco» fueron declarados culpables de matar a un hombre de 97 años
Con esos apodos los identificó la víctima antes de morir. Los conocía del barrio Islas Malvinas, y muchas veces los había ayudado. Lo golpearon para robarle 8.000 pesos.
Cuando escucharon el veredicto de culpabilidad, los familiares de Domingo Antonio Martínez Pichún se abrazaron, lloraron, y sintieron algo de alivio por primera vez desde la tarde del 7 de mayo del año pasado.
Por unanimidad, Franco Exequiel Puente y Carina Ayelén Antiñir fueron declarados responsables de homicidio en ocasión de robo. Ella estaba embarazada cuando ocurrió el hecho, y ahora convive con su bebé (Puente es el padre) en la Unidad 16. Enfrentan una posible pena de 10 a 25 años de prisión, que se definirá en una próxima audiencia.
El tribunal integrado por Gustavo Ravizzoli, Fernando Zvilling y Bibiana Ojeda dio por probado que el 7 de mayo del año pasado, a las 17:30, Puente y Antiñir ingresaron a la vivienda de Martínez Pichún, de 97 años, ubicada en Antártida Argentina y Batilana.
Lo sorprendieron cuando se disponía a tomar mate, lo llevaron a una habitación y lo golpearon con brutalidad en el rostro y el cráneo con puntapiés y puñetazos. Le robaron 8.000 pesos de la jubilación, una mochila escolar de su nieto (los útiles quedaron tirados sobre una cama) y un parlante.
La víctima fue hallada con vida y lúcida por sus familiares. «Fueron la rubia y el flaco», «la rubia y el novio», «Antiñir y Puente», identificó a sus agresores. La nieta le mostró fotos de los perfiles de las redes sociales y confirmó que habían sido ellos. El 19 de mayo, el hombre falleció.
Los jueces dieron por válido ese señalamiento, tal como lo habían pedido la fiscal María Eugenia Titanti y Manuela Castro y Gustavo Lucero por la querella, en representación de los familiares.
Los defensores Raúl Caferra (por Antiñir) y Federico Perazzoli (por Puente) habían cuestionado el reconocimiento con argumentos que fueron desechados por el tribunal. «Quedó claro de quiénes hablaba la víctima», afirmó el juez Ravizzoli, encargado de leer el veredicto.
Lucero relató que el hombre conocía a los jóvenes, incluso les había regalado frutas, verduras y huevos de su pequeño puesto de ventas. «¿Por qué me hicieron esto, si yo los ayudé?», preguntó Martínez Pichún antes de morir.
Según declararon en el juicio los psicólogos que entrevistaron a la pareja de imputados, se trata de personas «violentas, impulsivas, y que no reparan en las consecuencias de sus actos».
Familiares de la víctima, luego de conocer el veredicto, dijeron a Canal 7 que «esto es lo que queríamos para que pueda descansar en paz». «Nos cuesta un montón estar sin él», añadieron.
«No queríamos que se fuera de esta forma. Lo lastimaron mucho. Esperemos que les den la pena que corresponda por haberlo asesinado de esa forma tan brutal», agregaron.
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