Crimen del panadero de Senillosa: qué reveló la autopsia sobre la causa de muerte
Cristian Moya tenía 47 años y se dedicaba a la panificación. Este miércoles por la madrugada fue asesinado a disparos, afuera de su casa. La necropsia aportó nuevos datos sobre el hecho.
En las afueras de su casa y con pocas opciones para defenderse, Cristian Moya, un reconocido panadero de Senillosa, fue asesinado este miércoles por la madrugada. Su vehículo apareció horas más tarde, completamente incendiado en Cutral Co. Durante la noche, se conocieron los primeros datos de la autopsia, que serán de importancia para el avance de la causa.
Fuentes judiciales indicaron a Diario RÍO NEGRO que en el cuerpo de la víctima, de 47 años, fueron encontrados cinco orificios correspondientes a disparos, aunque no se descarta que uno de ellos sea de entrada y salida.
También, en el estudio preliminar realizado esta noche, se hallaron al menos dos balas de calibre 38, que fueron recuperadas por el cuerpo forense.
Por los impactos y los indicios que arrojó la autopsia, señalaron desde la investigación a este medio, el último disparo contra Moya fue en su pecho y con la intención de rematarlo. «Fue un disparo de cercanía», se aseguró.
La investigación está bajo reserva de sumario judicial y es impulsada por la fiscal de delitos contra las personas, Silvia Moreira.
Para avanzar con el caso, la representante del MPF ya trabaja en conjunto con el asistente letrado Lucas Rodeiro, con asiento en Cutral Co, donde el auto del panadero apareció prendido fuego en horas de la tarde.
El Fiat Cronos, en cuyo robo habría sido asesinado el hombre de Senillosa, fue localizado en el barrio 450 viviendas, luego de un intenso operativo de búsqueda montado por la Policía de Neuquén.
Crimen del panadero de Senillosa: la hipótesis que toma fuerza
Por el momento, los investigadores no descartan la participación de más de una persona y sostienen como principal hipótesis que los atacantes arribaron hasta la casa del hombre, en el barrio Costa Limay, con la intención de robarle el auto.
Moya era oriundo de Centenario, pero trabajaba haciendo pan en Senillosa y distribuía sus productos no solo en la localidad sino también en Plottier y Arroyito.
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