Piden condenar al camionero imputado de causar el choque que dejó siete muertos en la Ruta 40 cerca de Villa La Angostura
El fiscal y las querellas solicitaron al tribunal que declaren al acusado culpable por homicidio culposo agravado por la cantidad de víctimas fatales. La defensa pidió la absolución por el beneficio de la duda.
La mañana del 11 de noviembre del 2023 ocurrió una de las mayores tragedias en los últimos años en la Ruta Nacional 40, en el tramo que comunica a Villa La Angostura y Bariloche. Siete personas murieron como consecuencia de un siniestro vial.
Esta semana se hizo el juicio oral y público al camionero Daniel Curruhuinca y el fiscal de Villa La Angostura, Adrián de Lillo, con la adhesión de dos querellas particulares, pidió al tribunal que el imputado sea declarado autor penalmente responsable por causar la colisión que dejó siete víctimas fatales.
Mientras que el defensor particular Ricardo Mendaña alegó ante el tribunal que correspondía la absolución de Curruhuinca por el beneficio de la duda.
En el siniestro vial murieron los turistas mexicanos Carlos Alberto Tejerina Ibarra y Alezandra Martínez, Li Mei Chi Rufina, de Honk Kong ; Ylenia del Carmen León Carrillo, de España, las argentinas Ester Alicia Levy y Paola Andrea Pereyra y el conductor del minibus Alfredo Eduardo Ezquerra, que vivía en Bariloche, y murió tres días después del choque. Además, otras seis personas que también viajaban en la combi resultaron lesionadas.
El juicio comenzó el lunes pasado y declararon testigos ofrecidos por la fiscalía, las querellas y la defensa. El jueves fueron los alegatos ante el tribunal, integrado por las juezas Laura Andrea Barbe, Mirta Bibiana Ojeda y el juez Ignacio Pombo.
El choque ocurrió, según la acusación fiscal, alrededor de las 9.30 del 11 de noviembre de 2023, entre el kilómetro 2079 y 2080 de la Ruta Nacional 40, en el sector denominado “Puntilla del lago”.
El imputado conducía el camión batea en dirección a Bariloche, mientras que el minibús Mercedes Benz Sprinter lo hacía en sentido contrario, porque el contingente se dirigía a hacer la excursión por la Ruta de Siete Lagos.
La fiscalía sostuvo que probó la culpabilidad del camionero
“Entiendo que los acusadores hemos podido probar más allá de toda duda razonable que Daniel Curruhuinca estaba manejando el camión Scania y que llevó adelante una conducta antirreglamentaria, imprudente, sin haber respetado el señalamiento de la doble línea amarilla e invadió el carril contrario”, afirmó De Lillo, en su alegato ante el tribunal de juicio.
Indicó que el eje de la discusión transita sobre dos hipótesis: “Si el impacto fue sobre la mano de circulacipón del minibus o sobre la mano de circulación del camión, como es la afirmación de la defensa”, explicó De Lillo. “Podemos decir muchas cosas, pero debemos probarlas”, afirmó.
Cuestionó que la defensa intentó plantear un escenario de condiciones climáticas adversas la mañana del siniestro vial, con neviscas y fuertes vientos “y que estas cuestiones climáticas habían afectado la conducción de Ezquerra, ¿y por qué no afectó la conducción de Curruhuinca?”, se preguntó el fiscal.
Recordó que esa mañana del 11 de noviembre del 2023 “había una llovizna leve que no dificultaba en modo alguno la conducción”.
De Lillo destacó el video que filmó un testigo en el momento del choque, porque confirma la hipótesis de la fiscalia. Aseguró que esa imagen “nos permite explicar por qué se produce la muerte de siete personas”.
Sostuvo la acusación con las pericias hechas por los policías. Aseveró que tanto el camión como la minibus estaban bien mecánicamente. No tenían fallas, según los informes periciales.
Destacó que sobrevivientes del siniestro fatal relataron en el juicio que el conductor del minibus no hizo ninguna maniobra abrupta antes de la colisión. No percibieron frenada y la velocidad era acorde.
Criticó a los dos expertos ofrecidos por la defensa por las pericias que presentaron. Dijo que demostraron “un manual de lo que o debe hacerse en una pericia”.
Para las querellas, el imputado es responsable
El abogado Lucas Jancovik, en representación de la viuda del conductor del minibus, y su par María Eugenia Gerardini, en representación de la familia Tijerina y de Armida Martínez, adhirieron a los planteos hechos por el fiscal.
Jankovic insistió que los testigos señalaron que Ezquerra no hizo ninguna maniobra de esquive o de adelantamiento. La conducción del minibus era normal. Aseveró que la teoría de la defensa no tenía ninguna lógica. Y ponderó las cualidades de Ezquerra en su trabajo y como vecino de Bariloche, donde su muerte causó hondo pensar en el sector turístico.
Gerardini enfatizó que el siniestro vial se produjo por la conducción antirreglamentaria del imputado. “Estamos ante un conductor profesional al que se le exige mayor exigencia que a un conductor común”, destacó en su alegato.
La defensa advirtió que las pericias tienen falencias
Mendaña recordó que existe el principio de inocencia y “nunca se le puede pedir a un imputado que demuestre su inocencia”. “La carga de la prueba le corresponde a la fiscalia”, advirtió el defensor.
Y criticó la forma en la que el personal policial hizo las pericias porque observó que fueron mal hechas. “Nosotros creemos que existen serias falencias y contradicciones en las mediciones”, aseveró.
“Entendemos que la prueba producida no respalda de manera contundente la hipótesis de la fiscalia”, alegó Mendaña, que defiende, junto con el abogado local Guillermo Hensel al acusado. “Toda la prueba técnica que se produjo en esta causa es de mala calidad”, sostuvo Mendaña.
Reconoció que las pericias ofrecidas por la defensa “son débiles”, pero mencionó que los peritos de la defensa tuvieron que basarse para elaborar esos informes “en datos no confiables”.
Antes de los alegatos, Curruhuinca, quien llegó en libertad al juicio, manifestó que la tragedia ocurrida en la Ruta 40 “me sigue golpeando por todas esas familias”. “Realmente no tengo palabras para expresar el dolor de todas esas familias”, sostuvo. El veredicto del tribunal se conocerá el lunes a las 13.
Otras tragedias con víctimas fatales en la Ruta 40
El 10 de agosto de 2005, seis obreros de la construcción que viajaban en una combi a trabajar a Villa La Angostura murieron por el choque con un camión. Otros seis ocupantes de la camioneta sufrieron lesiones.
Ese siniestro vial ocurrió a las 9.15 en la exRuta Nacional 231 (hoy 40) cerca del camping La Estacada a unos 15 kilómetros de Villa La Angostura. Las víctimas fatales eran de Bariloche.
El 30 de marzo de 2007, una camioneta se desbarrancó en el mirador del lago Espejo, a pocos kilómetros de Villa La Angostura, y murieron cinco turistas y 9 sufrieron lesiones. La tragedia sucedió por un descuido del chofer de la camioneta, que no puso el freno de mano, y la combi se precipitó por el barranco de unos 100 metros hasta chocar contra un árbol.
Y el 1 de junio pasado, murieron los hermanos Lisandro y Exequiel Linares, y sus hijos Tahiel y Martina tras ser embestidos por un camión de Brasil, en la Ruta Nacional 40. Las víctimas viajaban en una Fiat Strada hacia Villa La Angostura y el camión, conducido por un chofer brasileño, lo hacía en senbtido contrario en dirección a Bariloche.
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