Otoño Uriarte: una testigo denunció que recibió amenazas de uno de los cuatro imputados, qué pasó
Una testigo habló en el juicio por Otoño Uriarte que se realiza en Cipolletti. Denunció amenazas de un imputado, días previos a prestar declaración.
El juicio por el crimen de Otoño Uriarte, la joven de 16 años que desapareció en octubre de 2006 y cuyo cuerpo fue encontrado seis meses después en un canal de riego en Fernández Oro, continuó este martes con testimonios cruciales. Una de las declaraciones más relevantes del día fue el de una testigo citada por la Fiscalía con adhesión de la querella, quien aportó detalles sobre el vínculo de la víctima con su hija y denunció amenazas recientes por parte de uno de los imputados.
Inés Ester Calmels relató que Otoño Uriarte solía dejar su bicicleta en su chacra antes de dirigirse al colegio junto a su hija y otras amigas. El día de su desaparición, según la testigo, la bicicleta quedó estacionada en la entrada de su casa, un terreno que en ese momento carecía de portón. Aunque la vio en algún momento del día, afirmó que no estuvo atenta para confirmar quién la retiró.
«Era una bicicleta bordó, de hombre. También tenía otra playera azul, pero estoy segura de que ese día dejó la bordó», precisó Calmels. Este detalle, aparentemente menor, podría aportar a la perspectiva que se venía manejando en la reconstrucción de las últimas horas de la joven. Su relato condice con lo que dijo Roberto Uriarte.
«Pasó gritándome ‘vos la mataste'», el relato de una testigo clave para desentramar la historia detrás del crimen de Otoño Uriarte
La declaración tomó un giro inesperado cuando Calmels denunció haber sido blanco de intimidaciones recientes por parte de uno de los imputados, Néstor Cau. Según su testimonio, días antes del juicio, Cau la insultó mientras pasaba frente a su domicilio, acusándola de estar involucrada en el asesinato de Otoño.
«Hace dos o tres días, pasó Cau gritándome ‘sin vergüenza, asesina, vos la mataste con lo Segovia’. Le voy a pedir, por favor, que no pase por mi calle porque yo tengo nietos y tengo mis hijos. No soy ninguna sin vergüenza, ni chorra como él dice», dijo Calmels.
«Cerré las cortinas porque no quería enfrentarlo», relató al borde de las lágrimas. Detalló que le afectó esta situación porque le «trae recuerdos feos a la memoria, de todo este caso de Otoño». «Nunca lo incrimine a él en nada».
Más adelante, respondiendo a las repreguntas del abogado Marcelo Caraballo -quien defiende a Cau- Calmels coincidió en que el comportamiento de Cau estaría relacionado a un posible estado de ebriedad y expresó su temor por las agresiones verbales recibidas.
«Para gritarme todo eso creo que sí (ante la pregunta si notó el estado de ebriedad). Una persona con la cabeza sana no me va a decir todas esas cosas», cerró el asunto la testigo.
Ante esta denuncia, la jueza María Caruso Martín recordó que cualquier acto de intimidación contra testigos es inaceptable y pidió a la Fiscalía evaluar la necesidad de medidas cautelares para proteger a la testigo.
Falta establecer el rol de los imputados
Los acusados en este juicio, Néstor Cau, Maximiliano Lagos, Germán Antilaf y José Hiram Jafri, enfrentan cargos que incluyen homicidio agravado y encubrimiento. Durante las audiencias, las defensas intentaron desestimar los vínculos entre los imputados y los eventos narrados por los testigos.
El abogado defensor de Cau cuestionó la denuncia de Calmels, sugiriendo que el comportamiento de su defendido podría estar relacionado con problemas del consumo de alcohol.
Por su parte, el abogado de José Jafri, Ruben Antiguala, indagó sobre la relación laboral del esposo de la testigo. El hombre se llamaba Luis Alberto Zarrabeitia era policía, un excomisario retirado y, al momento del crimen, trabajaba como chofer en la empresa Koko.
Cuando Antiguala le consultó si sabía qué había declarado su esposo en ese momento, la mujer respondió: «Me lo reservo».
Otoño Uriarte: un caso que conmociona a Río Negro
Otoño Uriarte fue vista por última vez el 23 de octubre de 2006, tras salir del gimnasio municipal de Fernández Oro. Durante seis meses, su desaparición mantuvo en vilo a la región, hasta que su cuerpo fue encontrado en avanzado estado de descomposición en un canal de riego de la zona conocida como El Treinta.
El juicio, que busca esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades de los imputados, continuará con nuevas declaraciones y análisis de las pruebas. La comunidad sigue atenta al desarrollo de este proceso judicial, que busca justicia para una joven cuya vida fue brutalmente arrebatada.
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