Otoño Uriarte: «Soy inocente», dijo uno de los imputados en la demorada audiencia de este lunes

Han pasado 18 años desde que el cuerpo sin vida de Otoño Uriarte fue encontrado en un canal de riego, pero su historia sigue resonando en Fernández Oro y la región. Este lunes 23 de diciembre, el juicio por su asesinato entró en su etapa final. Sin embargo, el proceso estuvo marcado por nuevas demoras por la inasistencia de un imputado y expectativa puesta en la declaración de otro acusado que tomó la palabra. Qué dijo.

En la sala 6 de la Cuarta Circunscripción Judicial de Cipolletti, las expectativas eran altas. Se esperaba la presencia de cuatro testigos claves propuestos por las defensas y la posible declaración de Néstor Cau, uno de los imputados. Pero la ausencia de Maximiliano Lagos, otro de los acusados, paralizó el avance. Su inasistencia generó un pedido inmediato de captura y declaración de rebeldía por parte de los jueces.

El pedido de captura y las estrategias de defensa

La jornada judicial comenzó con la defensa de Lagos notificando al tribunal que no había logrado comunicarse con él. Ante esta situación, se solicitó la detención inmediata del acusado. La jueza a cargo ordenó la captura tras un breve cuarto intermedio, mientras se reorganizaban los tiempos del proceso.

Tras el contratiempo, el tribunal avanzó con la declaración solicitada por Néstor Cau. Al igual que Germán Antilaf —quien ya había hablado en una audiencia previa—, intentó despegarse de las acusaciones. No brindó detalles ni aceptó ser interrogado. Sus declaraciones fueron escuetas, dijo ser «inocente» y hasta pidió «justicia por esa criatura».

Además, aseguró que había «perdido a su madre» y que lo «apuñalaron por culpa de esta causa».

Por otro lado, los testimonios propuestos por la defensa -que incluían a dos guías de perros que participaron en la búsqueda de Otoño y a una mujer señalada como presunta líder de una secta vinculada al caso- fueron finalmente desestimados.

Testimonios cruzados y contradicciones en el juicio

Desde el inicio del debate, el juicio estuvo plagado de contradicciones. Testigos claves ofrecieron versiones fragmentadas, mientras que los acusados señalaron a terceros o intentaron minimizar su implicancia en los hechos.

Germán Antilaf era el único imputado que habló durante el juicio. Su testimonio fue provocador: admitió que su «oficio es ser ladrón», pero rechazó las acusaciones de abuso y asesinato. En su declaración apuntó directamente contra el exjefe de la Policía y actual ministro de Seguridad de Río Negro, Daniel Jara, como responsable de encubrir el crimen. «Él sabe quiénes fueron los responsables», disparó Antilaf en una audiencia anterior.

La defensa, en cambio, insiste en que no existen pruebas materiales que vinculen directamente a los acusados. Las pruebas presentadas hasta ahora han girado en torno a indicios circunstanciales y testimonios poco precisos.

Alegatos finales y expectativas en el tramo decisivo

Con esta audiencia, la ronda de testigos llegó a su fin. Los alegatos están previstos para el jueves 26 de diciembre y ese será el momento en el que la fiscalía sostenga su hipótesis sobre cómo se produjo el crimen y por qué acusa a los cuatro imputados de actuar en conjunto para secuestrar, abusar y asesinar a Otoño Uriarte.

El Ministerio Público Fiscal sostiene que el cuerpo de la joven fue ocultado antes de ser arrojado al canal de riego donde fue hallado meses después. En tanto, las defensas argumentarán sobre las debilidades probatorias y buscarán sembrar dudas sobre la participación de sus defendidos.

En esta instancia crucial, se espera que el tribunal defina si el largo camino judicial iniciado hace casi dos décadas finalmente encontrará un cierre o si las sombras de la impunidad seguirán proyectándose sobre el caso.

Un juicio marcado por el dolor y la búsqueda de justicia

La familia de Otoño Uriarte, presente en cada audiencia, sigue pidiendo justicia. El juicio, que demoró años en llegar a esta instancia, se convirtió en un símbolo de lucha contra la impunidad en la región.