Otoño Uriarte: qué dijeron los testigos protegidos en la séptima jornada del juicio
La séptima audiencia del juicio por la desaparición de Otoño Uriarte incluyó relatos de testigos protegidos.
El juicio por la desaparición, abuso y asesinato de Otoño Uriarte en Fernández Oro vivió este miércoles su séptima audiencia. El crimen, ocurrido en 2006, busca respuestas y las voces de los testigos son clave para desentramar una historia plagada de silencio. Hoy declararon testigos protegidos. Qué pasó.
La jornada comenzó con un pedido especial: dos testigos solicitaron declarar con la sala vacía por temor a represalias. Tras deliberaciones, el Tribunal permitió que sus testimonios se hicieran públicos.
Qué dijeron los testigos protegidos en el juicio de Otoño Uriarte: acusaciones y otras líneas de investigación
Uno de los testimonios más importantes fue el de una mujer que afirmó haber escuchado a Ricardo Cau y José Jafri incriminar a Germán Antilaf durante una reunión en Allen.
Según la testigo, ambos hablaron de cómo Antilaf habría escapado a Chile. «A ‘El Gato’ se le pasó la mano con Otoño», dijo que fue la frase que escuchó. Sin embargo, cuando la defensa de Antilaf revisó sus declaraciones anteriores, surgió una contradicción: inicialmente, había indicado que Antilaf se había mudado de Allen tras salir de prisión, sin mencionar a Chile.
El relato, aunque contundente, no brindó detalles precisos sobre la fecha de la reunión y las personas que habrían hecho esas afirmaciones, lo que podría debilitar parcialmente su impacto.
Un testigo vinculó a Lagos en un «plan» para matar a Otoño
Otro testimonio apuntó directamente a Maximiliano Lagos. Según el declarante, Lagos confesó que había llevado a Otoño hasta la casa de los hermanos Cau y Jafri debido a una «deuda» que estos mantenían. Según esta versión, la joven fue retenida, abusada y asesinada en ese lugar.
El testigo relató que, tras el asesinato, el cuerpo de Otoño fue enterrado, trasladado más de una vez y finalmente fue arrojado al canal de riego. Incluso mencionó intentos fallidos de quemar el cuerpo para destruir evidencia. Durante el relato, Lagos habría mostrado señales de «incredulidad», llevándose las manos a la cabeza.
A pesar de la intensidad del relato, la defensa de Lagos cuestionó la fiabilidad del testimonio, señalando contradicciones y la falta de pruebas contundentes que lo respalden.
En tanto, la Fiscalía y la parte querellante continúan reuniendo elementos para sustentar su acusación por privación ilegítima de la libertad agravada.
El caso de Otoño Uriarte, que permaneció sin respuestas durante años, sigue siendo uno de los más controvertidos de Río Negro. Con cada audiencia, se van revelando detalles que permiten acercarse a la verdad, aunque la tensión y las dudas siguen abriendo puertas a otras interpretaciones.
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