Neuquén demandará para frenar las consecuencias del manejo discrecional de las represas
El municipio buscará ser parte del Plan de Manejo del Agua.
La municipalidad de Neuquén presentará una demanda en la Justicia Federal por el manejo discrecional de las represas hidroeléctricas, debido a las severas consecuencias urbanas, ambientales y sociales que este manejo está causando en la ciudad.
La preocupación radica en la dificultad para drenar las aguas hacia el río Limay, que se encuentra artificialmente crecido debido a la generación de electricidad para Buenos Aires y el conurbano bonaerense. «No puede ser que la ciudad de Neuquén pague estos costos para que otras ciudades tengan energía», expresó el subsecretario de Medio Ambiente y Protección Ciudadana, Francisco Baggio.
Subrayó que el caudal del río Limay se elevó a 900 m³/sg desde hace al menos 45 días, lo que genera problemas en el drenaje de aguas pluviales y en el arroyo Durán. La situación se agrava con la llegada de lluvias, lo que impide una descarga eficiente hacia el río y puede afectar a numerosos barrios.
El funcionario también destacó la discrepancia entre el caudal actual y el caudal normal para esta época del año, que debería ser de 300 m³/sg. «Hoy tenemos crecidas en pleno invierno que tienen otro objetivo, el de la demanda eléctrica para satisfacer justamente la necesidad de Buenos Aires y el conurbano. Y como parece ser algo habitual y que se va a mantener en el tiempo, queremos -manifestó- que se rediscuta el Plan de Manejo del Agua para poder ser parte».
Baggio: «Brindar energía a Buenos Aires y el conurbano tiene un costo para los neuquinos»
El panorama actual del caudal de los ríos «están muy altos y nos preocupa enormemente por el largo tiempo que llevan así de crecidas las aguas debajo de las represas». «Brindar energía a Buenos Aires y el conurbano tiene un costo para los neuquinos capitalinos y ese costo es que ambientalmente el río sube y baja a discreción», insistió.
El manejo actual llevó a la inundación de espacios públicos como el Parque Agreste y la Reserva Natural Hiroki, los cuales están cerrados al público. «Salvando las diferencias, es lo mismo que los neuquinos decidimos inundar la reserva de la costanera sur a Buenos Aires y que esa reserva ecológica no pueda ser utilizada los fines de porque a nosotros se nos ocurre, esto es lo mismo«.
El funcionario mencionó, por otro lado, el costo social y económico, «tenemos afectaciones en las costas y en las tomas de agua, hay una gran cantidad de vecinos del sector sur de la ciudad de Neuquén, del bajo concretamente, que tienen el servicio de agua potable en los sistemas de bombeo sobre el río Limay: en las grandes bajantes los equipos se quedan sin poder de succión de agua o, por el contrario, con las grandes crecidas se han roto los equipos».
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