Muerte de Gabriel Mandagaray: duro testimonio del padre contra los policías condenados
"A mi me condenaron a cadena perpetua hasta que yo parta de este mundo, sin mi hijo" dijo en el cierre del juicio de cesura.
«He escuchado como ustedes lo que ha pasado con mi hijo» y «estoy completamente seguro de las conclusiones a las que van a arribar», pero «tengo que explicarle a mis amigos, que no son muchos, a mi familia; el por qué» de la muerte de Gabriel dijo su padre, Antonio Mandagaray; en el cierre del juicio de cesura que se lleva adelante contra los cuatro policías condenados por la muerte del joven en 2021.
«Acá se ha hablado mucho de secuelas psicológicas después del hecho, siempre del lado de la gente que llevó a la muerte a mi hijo, nadie se ha preocupado, ninguno de los imputados, que la viuda de mi hijo pasó trece meses sin cobrar un centavo, que es lo que tarda la administración pública para la pensión», contó quebrado por el dolor y recordó que mientras los condenados «hacían comercios, contrataban gente, alquilaban un taxi o hacían mantenimiento en una empresa de construcción; nosotros, la familia, tuvimos que hacer la manutención y pagarle el alquiler a mi nieto».
Mandagaray contó que «hace poco, el 15 de junio, fui mi cumpleaños, no fue un cumpleaños más, como mi hijo no pudo venir, tuve que ir a Álvaro Barros al 1.600, al cementerio; posteriormente fue el día del padre y en mí casa sobraba un plato, el de mi hijo que ellos mataron».
Enfatizó que «ellos no lo vivieron porque no perdieron a nadie y siguen siendo cobardes, porque nadie acepta la responsabilidad que tuvieron» y agregó que «si el problema era yo» como alguien dejó entrever, según Mandagaray; «por qué no se la agarraron conmigo» porque «mi hijo no volvió por ser Mandagaray, esto no fue al azar».
Dirigiéndose a los integrantes del tribunal dijo que «estoy seguro que van a aplicar lo que consideren necesario, me voy a ir tranquilo», al tiempo que se preguntó «¿si este no es un caso en que estas personas tienen que estar privadas de su libertad qué otro caso tenemos que esperar?».
Sostuvo que «mi hijo fue a capacitarse, lo golpearon, lo mataron de hambres, ¿qué enseña eso?, ¿es para formar el carácter?, el carácter que ellos no tuvieron y templanza tampoco, porque cuando pasó el hecho y mi hijo se estaba ahogando entraron todos en crisis, empezaron a pelearse entre ellos en la playa, a cargarse culpas; culpas que acá no lo dijeron».
En ese sentido Mandagaray sostuvo que «esta era una audiencia muy sencilla: yo mandé a fulano al agua porque me lo ordenó fulano; está en el proyecto: eso era» y «nos estamos llenando de chicanas, era todo más sencillo». Añadió que «he observado a las defensa tratar de darles una cátedra a ustedes, de lo que es la aplicación del derecho, de los antecedentes; a mí no me interesa, me interesa que se resuelva el caso de mi hijo».
Fue contundente cuando señaló que «ellos se pelean por meses, uno y seis meses, dos y un día; a mi me condenaron a cadena perpetua hasta que yo parta de este mundo, sin mi hijo, y al hijo de él sin su padre» y «los miro a la cara porque son unos caraduras, que no tienen compasión, ellos también condenaron a sus familias porque son hijos y padres asesinos: asesinos de mi hijo».
En el cierre Mandagaray reconoció que «aprendí a llorar acá, creí que era un tipo duro hasta que me faltó mi hijo, no se puede dimensionar lo que es la pérdida de un hijo. Ellos me lo mataron».
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