Mató hace 17 años, lo condenaron y se fugó, ahora el STJ decidirá si la pena a Chechile se extinguió

El máximo órgano judicial de la provincia deberá resolver si el hombre de 46 años podrá caminar libremente por las calles de Roca a pesar de que nunca cumplió un solo día de la pena que le impusieron de 3 años y cinco meses de prisión.

Chechile sigue prófugo de la Justicia de Río Negro pero ya nadie lo busca. Según el juez Martínez Vivot, se fue a Brasil antes de que el STJ deje firme la condena. foto: archivo.

Cuál será el futuro de Jorge Chechile, el hombre de 46 años que fue condenado a 3 años y cinco meses de prisión por la muerte en un accidente de Paola Acuña ocurrida hace 17 años y que se escapó a Brasil sin cumplir un solo día de prisión? Los únicos que tienen respuesta a ese interrogante son los integrantes del Superior Tribunal de Justicia (STJ) quienes ahora deberán definir ahora los planteos tanto del Ministerio Público Fiscal (MPF) como de la querella a la resolución del juez Julio Martínez Vivot quien había declarado la extinción de la pena.

Hace algunos días se planteó un tema medular a este proceso. Y fue el pedido de la madre de Chechile, Cármen Frasser, quien solicitó la prescripción de la pena impuesta a su hijo quien en el año 2013 fue condenado por la muerte de la joven en un accidente ocurrido en las calles Estados Unidos y España, en el 2007.

Por ese hecho, Chechile fue condenado a 3 años y cinco meses de prisión pero nunca cumplió un solo día de cárcel porque dos meses antes de que el Superior Tribunal de Justicia analice el recurso de casación interpuesto por la defensa, escapó a Brasil donde todavía permanece a pesar del tiempo transcurrido.

La defensa del condenado entiende que la causa ya prescribió. No sólo la pena sino también los diez años que le habían impuesto para conducir.

A principios de mes, el juez Julio Martínez Vivot decidió hacer lugar al pedido. «Teniendo en cuenta la aplicación de la mayor penalidad esto es la inhabilitación especial que es de diez años entiendo que dicho plazo se ha cumplido en fecha 30/10/2023. Por lo tanto, considero que corresponde declarar la extinción por prescripción de la pena de tres años y cinco meses de prisión y la pena de diez años de inhabilitación especial para conducir vehículos automotores impuesta a Jorge Bernardo CHECHILE en la sentencia de fecha 12/09/2012 en la que fue condenado por ser autor penalmente responsable de los delitos de homicidio culposo agravado en concurso real con lesiones leves culposo con resultado múltiple, a la pena de tres años y cinco meses de prisión e inhabilitación especial de diez años para conducir todo tipo de vehículos automotores (arts. 65 y 66 del C. Penal)», indicó la sentencia del juez.


Pedido de la fiscal y la querella


«Se invoca arbitrariedad; y errónea aplicación de la ley sustantiva y su inobservancia (art. 429 inc. 1 C.P.P.) del derecho aplicable al caso concreto, toda vez que al tratar las cuestiones el Tribunal, resolvió declarar la prescripción de la acción penal interpretando erróneamente el Código Penal y la jurisprudencia que ha ese efecto rige», sostiene el recurso elaborado por la fiscal Verónica Villarroel.

Tras las cuestiones de forma, sostuvo que habiéndose observado los requisitos formales de admisibilidad, el recurso «deberá ser concedido al Superior Tribunal de Justicia, toda vez que es lo único que se encuentra legitimado a verificar tal extremo, pues al Juzgado Correccional (NdR: que condenó en primera instancia) se le encuentra vedado el ingreso u análisis a la cuestión de fondo de los motivos».

Los querellantes Oscar Pineda y Fernando Ramoa coinciden en líneas generales con la fiscalía pero agregan un dato interesante. Y es que la sentencia nunca logró estar firme teniendo en cuenta que Chechile jamás fue notificado de la etapa final del proceso, o sea la sentencia condenatoria.

«El STJ se ha expedido sobre la paralización del proceso mientras el condenado no se encuentre a derecho, cuestión que ha sido soslayada por el Magistrado. Además se ha planteado que la falta de notificación de Chechile por su exclusiva responsabilidad al haberse fugado, hace que el fallo a pesar de haber pasado en autoridad de cosa juzgada, no se encuentra firme, haciendo imposible la prescripción de la pena. Ninguna argumentación expone sobre la cuestión que se encuentra debatida, tomando una decisión dogmática que por tal carácter resulta arbitraria», expresaron los abogados.


La muerte de Paola


El 25 de marzo de 2007, Paola Acuña se encontraba con un grupo de jóvenes en la intersección de las calles Estados Unidos y España, en Roca. Conduciendo a una velocidad «temeraria» (100 kilómetros por hora) -según el fallo del juez Gatti- Chechile impactó a otro vehículo que circulaba por la derecha y terminó provocando la muerte de la joven y heridas a otras tres de sus amigos.

Si bien no se pudo confirmar que conducía en estado de ebriedad, cabe señalar que esa madrugada y antes de que llegue la policía, Chechile fue conducido hasta el Sanatorio Juan XXIII -donde su madre prestaba servicios como médica- y se le pudo hacer la extracción de sangre recién siete horas después. En su sentencia el juez Gatti hizo mención a este punto por lo que entendió que existió una colaboración para que el test de alcoholemia no reflejara el estado en el que se encontraba.

Chechile fue condenado en septiembre de 2012 a 3 años y 5 meses de prisión -además de 10 años de inhabilitación para conducir- pero un año después, en octubre del 2013, el STJ confirmó la condena aunque según el informe del juez Martínez Vivot se fugó dos meses antes. Desde ese momento ni la policía ni las autoridades de Interpol lograron detenerlo.


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