Mató hace 17 años, lo condenaron, se fugó y ahora piden la prescripción de la pena, en Roca
Lo condenaron por la muerte de Paola Acuña en 2007 pero se escapó cuando el Superior Tribunal de Justicia (STJ) confirmó la prisión efectiva.
En medio de la polémica por el proyecto de ley que intenta modificar el Código Procesal Penal de Río Negro y ordenar la detención de los imputados cuando la condena sea confirmada en una segunda instancia, el caso de Jorge Chechile vuelve a ser materia de debate en los tribunales de Roca.
Es que al igual que sucedió en 2017, el sujeto que fue condenado a 3 años y 5 meses de prisión por la muerte de Paola Acuña, volvió a pedir -a través de su madre- la prescripción, al entender que ya se había cumplido la pena en su contra a pesar de que no estuvo ni un solo día preso ya que se fugó cuando conoció que la sentencia impuesta por el juez Correccional Oscar Gatti había sido confirmada por el Superior Tribunal de Justicia (STJ). En esa oportunidad el recurso fue rechazado.
Ahora, la presentación fue efectuada por el abogado de la familia, Rubens Vila, en representación de la madre del imputado, Carmen Fresser, quien al igual que hace siete años atrás solicitó al tribunal la «prescripción definitiva», al asegurar que el período de condena impuesto ya había concluido. Incluso la inhabilitación para conducir durante 10 años que le impuso el magistrado.
Fuentes judiciales confiaron que en los próximos días el juez de garantías Julio Martínez Vivot resolverá el planteo que se rige por las normas del viejo Código Procesal Penal por lo que no se realizará ningún tipo de audiencia.
La impunidad de Chechile
El 25 de marzo de 2007, Paola Acuña se encontraba con un grupo de jóvenes en la intersección de las calles Estados Unidos y España, en Roca. Conduciendo a una velocidad «temeraria» (100 kilómetros por hora) -según el fallo del juez Gatti- Chechile impactó a otro vehículo que circulaba por la derecha y terminó provocando la muerte de la joven y heridas a otras tres jóvenes.
Si bien no se pudo confirmar que conducía en estado de ebriedad, cabe señalar que esa madrugada y antes de que llegue la policía, Chechile fue conducido hasta el Sanatorio Juan XXIII -donde su madre prestaba servicios como médica- y se le pudo hacer la extracción de sangre recién siete horas después.
Chechile fue condenado en septiembre de 2012 a 3 años y 5 meses de prisión -además de 10 años de inhabilitación para conducir- pero un año después, en octubre del 2013, el STJ confirmó la condena y fue allí que se fugó. Desde ese momento ni la policía ni las autoridades de Interpol lograron detenerlo.
Si bien trascendió que podría estar en Brasil, Uruguay o Paraguay, nunca más se supo nada del condenado quien ahora intenta retomar su vida tras evadir el accionar de la justicia por la muerte de Paola Acuña.
El pedido de la familia de Chechile se hace en medio de la polémica generada por un proyecto de Ley que ingresó a la legislatura que intenta modificar el Código Procesal Penal y de esa manera ordenar la detención del imputado cuando la pena sea confirmada en segunda instancia. Si esa normativa hubiera estado vigente en esa oportunidad, el imputado no habría logrado escaparse del accionar de la justicia.
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