Los Sitios de Memoria no tienen quien los cuide en Neuquén

La fiscalía federal de Neuquén le solicitó al jefe de la delegación Neuquén de la Federal que resguarde los restos del texto y cartelería de señalamiento del centro clandestino que dejó de estar en el frente de la comisaría, porque la preservación de los Sitios de Memoria debe ser garantizada para facilitar investigaciones judiciales y «por la Memoria de lo acontecido durante el terrorismo de Estado en nuestro país», se indicó en un oficio judicial.

El fiscal Miguel Angel Palazzani había emplazado el martes al comisario Fernando Sigales a que informe qué ocurrió con el señalamiento del Sitio de Memoria que estaba ubicado en la vereda de la comisaría federal, donde ahora solo quedó la estructura metálica de soporte.

A su vez, la Asamblea Por los Derechos Humanos (APDH) exigió a la delegación Neuquén de la secretaría nacional de Derechos Humanos la urgente reposición del texto ausente en el Sitio de Memoria. «Aquí funcionó un centro clandestino de tortura y exterminio», decía en el encabezado de la cartelería que se impuso en marzo de 2015 en el lugar, con las iconografía de Memoria, Verdad y Justicia.

Sigales le respondió a la fiscalía que el cartel se encontró destrozado en la vereda el 10 de agosto, después de un temporal de viento; y que no hay registros fílmicos de la situación, que fue calificado como «daño casual» y que quedó asentado en el libro de novedades de la delegación.

Agregó que se había cursado una notificación a la dirección de políticas de Memoria de la provincia, sin respuestas. El fiscal, en su calidad de titular general de la Unidad de Asistencia para las causas por violación a los Derechos Humanos cometidos durante el Terrorismo de Estado en Neuquén, ordenó que «se preserven los restos de la cartelería correspondiente a la señalización» de la Delegación de la policía Federal.

La figura de los Sitios de Memoria consigna los lugares utilizados por las fuerzas nacionales y provinciales donde se cometieron hechos aberrantes, como secuestros, torturas y desaparición de personas.

En el lugar, a partir del 24 de marzo de 1976, según se acreditó en sentencias judiciales, fueron detenidos ilegalmente y sufrieron tormentos, entre otros, Orlando «Nano» Balbo, Onofre Mellado, Eduardo Buamscha, los hermanos Pailos, Orlando Cancio, Javier Seminario Ramos, Alicia Figueira de Murphy, Darío Altomaro, Susana Mujica, Alicia Pifarré, Cecilia Vecchi (desaparecidas las tres), Lucio Espíndola, Carlos Kristensen, Francisco Ledesma, María Cristina Lucca, Luis Almarza, Juan Isidro López, María Cristina Parente, Néstor Sáez, Alicia Villaverde y Pedro Justo Rodríguez.

Según se precisó desde la subsecretaría de Derechos Humanos de Neuquén, la novedad conocida con el destrozo del Sitio de Memoria se comunicó a la secretaría nacional de Derechos Humanos, dirigido por Alberto Julio Baños, porque no hubo nombramiento de un director nacional de Sitios de Memoria, que es la autoridad de aplicación de la ley 26.691 que creó la figura de los Sitios de Memoria.

Tras el planteo de la APDH y de la fiscalía, desde el organismo provincial se insistió con la necesidad de reinstalación del señalamiento, con el agregado de que Neuquén podría encargarse de la reposición, si la autoridad de aplicación, lo autoriza expresamente.

«El juicio contra Duarte y Ortiz (los jueces de la dictadura que fueron parte del plan militar de secuestros y desapariciones) reveló detalles de la justicia federal con la policía que no se conocían, pedimos la restitución o tomaremos algún tipo de acción», sostuvo Walter Pérez, presidente de la APDH Neuquén.

El fiscal Palazzani recordó que aún hoy, en el juicio que se desarrolla en Neuquén contra el ex juez federal de la dictadura, Pedro Duarte, y el ex fiscal Víctor Ortiz, se conocen revelaciones del papel que cumplió esa dependencia federal en Neuquén.

Los restos del señalamiento quedarán en la delegación Neuquén de la policía Federal hasta que Nación indique el accionar para la reposición del Sitio de Memoria.

La alarma fue importante porque no es la primera vez que una señalización del circuito de la represión en Neuquén, sufre atentados de modo impune. El cartel que marcó el lugar de exterminio conocido como «La Escuelita» en Neuquén fue vandalizado, supuestamente torcido por el viento en una oportunidad y en una segunda ocasión, retirado de la vereda, mediante el corte de la estructura metálica plantada con hormigón al piso. Hubo una denuncia por el daño por parte de la subsecretaria de Derechos Humanos, pero no hubo avances judiciales sobre la autoría del retiro del señalamiento.

La reposición se produjo 6 meses después, en un acto que tuvo participación de autoridades de Nación, de la provincia y el municipio.

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