Le secuestraron la moto durante un control y desapareció del depósito municipal en Cipolletti
El vehículo fue secuestrado durante un control de alcoholemia pero al intentar retirarlo del depósito le respondieron: "No la encontramos". La justicia ordenó una indemnización millonaria para el damnificado.
Durante un operativo de tránsito en Cipolletti, inspectores municipales secuestraron una moto ya que en el test de alcoholemia, el conductor dio positivo. Luego de pagar la multa, fue al depósito para retirar el vehículo pero le dijeron que había desaparecido.
Durante el control, el conductor tenía 0,9 de alcohol en sangre, cuando el permitido era de 0,5. Tras abonar la multa en cuotas, se presentó en el depósito municipal pero le dijeron: “No la encontramos”.
Luego de esta situación le prometieron que se iban a comunicar cuando aparezca el rodado pero no lo hicieron. A los pocos días fue nuevamente al depósito pero la moto no apareció. En este caso, se registró la situación en un acta.
El secuestro había ocurrido en septiembre de 2018 y el conductor se presentó en marzo de 2019. El hombre pasó por distintas instancias de reclamo en el municipio local, luego intentos de conciliación y finalmente un litigio en el fuero civil. Ese padecimiento fue tenido en cuenta en el fallo que le otorgó también un resarcimiento por daño moral.
Cuál fue la respuesta del municipio de Cipolletti tras la desaparición de la moto
En un primer momento, el damnificado realizó un reclamo administrativo ante la municipalidad de Cipolletti. Aunque recibió una respuesta negativa, “corresponde rechazar su reclamo, toda vez que desde la fecha de labrado del acta de secuestro hasta la fecha de presentación a retirar el vehículo” pasaron más 90 días, “por lo que el Municipio no se hace responsable por los daños y/o pérdidas del rodado”, le respondieron.
Tras agotar las instancias, inició una demanda. El juez analizó la prueba y planteó que “sin duda el extravío de la motocicleta y la consiguiente falta de restitución al actor, debe tenerse por acreditado. Con ello el requisito de la existencia de un daño resarcible cierto”.
Además, remarcó que “ya sea por acción u omisión, y sin que importe conocer con exactitud en qué contexto desapareció el rodado, el obrar del ente municipal sin duda fue contrario a la obligación de guarda que tenía con motivo del secuestro”.
A su vez, recordó que la potestad de la demandada de secuestrar vehículos en operativos de control de tránsito, «implica que cuando lo hace asume frente al infractor, como depositaria del bien, la obligación de devolución del rodado”, sostuvo.
Ante el argumento planteado por el municipio, rechazó la respuesta y señaló que “la operatividad y efectos de dicha norma están diferidos a la obligación previa del municipio de cursar notificación fehaciente al titular registral del rodado o terceros interesados, intimando por quince el retiro del vehículo, sin poder entretanto disponer del mismo ni liberarse de su responsabilidad como depositaria”.
Luego de confirmar el daño, el magistrado estableció los montos de resarcimiento. El motociclista había pedido el equivalente a una moto 0 kilómetro. Pero el juez tuvo en cuenta que era usada, por lo que actualizó el valor de mercado de un modelo similar con tres años de antigüedad y dispuso que por ese rubro correspondía un millón y medio de pesos.
También abordó la “privación de uso” de la motocicleta y aceptó este rubro. Además, se pronunció sobre el daño moral: “El natural disgusto y las repercusiones negativas que implica la desaparición del vehículo secuestrado en el marco de un operativo de tránsito (constatada después de pagar una importante multa como condición para el recupero)”.
El juez concluyó que “la actitud renuente de la demandada realmente puso al actor en la situación anormal e inesperada de tener que promover forzosamente un litigio, con la incertidumbre, espera y perturbación espiritual que supone”. Por lo que la indemnización asciende a poco más de dos millones de pesos.
Comentarios