La acusan de causarle lesiones graves a una mujer de 100 años que cuidaba en Bariloche

Trataba de evitarlo y sostenía su mirada firme en el juez Sergio Pichetto, pero de tanto en tanto, Micaela Boragina no lo lograba y observaba indignada a María Laura Chodilef, la mujer acusada de haberle generado lesiones graves a Zulma, su abuela que hoy tiene 101 años. Estaban a muy pocos metros de distancia.

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La familia de Micaela sospechaba que algo no andaba bien. A Zulma siempre le pasaba algo cada vez que estaba con su cuidadora. Y en el último tiempo, cuando se acercaban para saludarla, la mujer se mostraba asustada. Por eso, decidieron colocar una cámara de video que terminó por confirmar las sospechas el 24 de agosto del año pasado. Las imágenes mostraban cómo Zulma había recibido golpes de puño en la cabeza y en el cuerpo y varios pisotones por parte de la mujer que estaba a cargo de su cuidado.

Según el planteo de la fiscal Silvia Paolini, los médicos confirmaron varias lesiones en la piel y hematomas. «La llevó hasta el sillón y la golpeó en la nuca en tres ocasiones. Le pisó los pies, la pateó. Le propinó cinco puntapiés en sus piernas y le roció el rostro. Planteamos que son lesiones agravadas con alevosía», recalcó Paolini durante la audiencia.

La querella, a cargo de Pablo Calello, adhirió al pedido de reformulación de cargos de lesiones leves a graves. La defensora adjunta de la imputada, Yamile Saidt, solicitó ampliar a 15 días el plazo de la investigación.

Saidt pidió además que no se publique el nombre de la imputada «para resguardar su identidad física», argumentando que a raíz de la denuncia en los medios de comunicación, su defendida «había sufrido agresiones de vecinos y conocidos».

Ni la fiscal ni la querella objetó este pedido. De modo que el juez hizo lugar aunque aclaró: «Les recuerdo que las imágenes del caso fueron públicas y el nombre fue público. Solo quería remarcar eso». Luego, Pichetto se comunicó con RÍO NEGRO para aclarar que se trató de una recomendación simplemente.

Pichetto aceptó la reformulación de los cargos de lesiones leves a graves y amplió el plazo de la investigación hasta el 31 de marzo.

Al término de la audiencia, la imputada abandonó la sala rápidamente; mientras que la nieta de Zulma permaneció sentada unos minutos. «Siento dolor de estómago. Es de no creer todo esto», reconoció la mujer con los ojos llenos de lágrimas.

Respecto a la reformulación de los cargos, manifestó: «Supimos que eran lesiones graves desde un primer momento. Lo que esta mujer hizo fue un intento de homicidio. Si no poníamos la cámara a tiempo, la mataba».

Consideró también que las agresiones registradas no fueron un hecho aislado. «Fue algo que se reiteraba, solo que con la cámara, la enganchamos. Ojalá que se haga justicia pero en este país, no sé», dijo.

Aseguró que su abuela «está desmemoriada aunque no sabemos si es por todo lo que pasó o por su edad. Le quedaron secuelas: tiene hematomas en la cabeza que son quirúrgicos, pero no va a pasar por ninguna operación por su edad».