Juicio por fraude a exfuncionarios de Cinco Saltos: los adoquines “malos” y el costo de Damas Gratis

Declaró el empresario que ganó la licitación que desencadenó en la denuncia penal contra el exintendente Germán Epul y Diego Palacios, exsecretario de Obras Públicas entre 2015 y 2019.

El proyecto del exfuncionario de Cinco Saltos para montar una empresa y vender adoquines en la región se truncó por una cuestión técnica: no alcanzó el estándar de calidad para aguantar el tránsito vehicular. El empresario que compró la adoquinera aseguró que intentaron de muchas maneras construir adoquines acordes a la licitación, pero fue imposible.


Nazareno Lozano declaró hoy en la segunda jornada del juicio contra el exintendente de Cinco Saltos Germán Epul y el exsecretario de Obras Públicas Diego Palacios, imputados por administración fraudulenta en la gestión entre 2015 y 2019.


Relató la maniobra que llevó a la compra de la adoquinera que tenía como finalidad, así lo dijo en el debate, prestar servicios a otros municipios. Sin embargo, la calidad del producto no superaba las normas IRAM. Por eso el proyecto se desmoronó y la falta de los adoquines generó la denuncia penal de la sucesora del Epul, Liliana Alvarado,


Lozano, que en un principio fue imputado, es el testigo clave para los acusadores en este juicio,confesó que la máquina se compró antes de la licitación por pedido de Palacios, pero que, a pesar de los intentos, los adoquines eran de mala calidad. Incluso confesó que era proveedor de servicios y no de productos.


Dijo que con ese “negocio” y las presiones del Ejecutivo se fundió. “Calculo que el que se benefició fue Palacios qué se quedó con la adoquinera. Tenía un (auto) cero kilómetro, plata en el banco, buen pasar. Me fui sin nada. Vendí terrenos qué compré, el auto. Llegué como empresario y emprendedor y me fui como empleado”, declaró.


Agregó además que el exfuncionario le pidió dinero en varias oportunidades al punto que se quedó con uno de los cheques de la licitación para pagar el show de Damas Gratis en un evento municipal. “Eran 242 mil pesos que se usaron para pagar a Damas Gratis o eso me dijeron. Yo me enojé y ahí se cortó la relación”, indicó.


Según explicó Lozano, la idea era sencilla y económicamente rentable: Palacios lo mandó a comprar la máquina para ganar primero la licitación y luego generar stock para participar en licitaciones de la región. El negocio era redondo porque el costo mayor del producto era el traslado. El valor del ladrillo era 10 pesos y el flete 20; el margen de rentabilidad era alto.


Por eso Lozano pudo presentar una oferta por debajo del presupuesto oficial y con mucha diferencia con el resto de los competidores. La propuesta de la compulsa de precios era de 3 millones y el resto de las empresas que presentaron ofertas por más de 4 millones, mientras que la firma Lozano 2,5 millones.


El testigo también contó que, ante los continuos fracasos para generar adoquines de calidad, Palacios se hizo cargo de hacerlos: “Yo le digo que sí, pero que entregue los adoquines. Yo planteo darle la máquina a la municipalidad, pero Palacios dice que lo va a hacer él”. Agregó que Epul estaba al tanto de toda la maniobra porque fue al lugar donde estaba la adoquinera.


El juicio continuará este viernes con varios testigos más. Si los tiempos alcanzan se escucharán los alegatos de cierre, sino pasarán para la semana próxima. El tribunal está integrado por las juezas Florencia Caruso y Alejandra Berenguer y el juez Julio Sueldo.


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