Juicio de Micaela Bravo: apuntaron contra la investigación de la joven asesinada en Bariloche
Los policías que recibieron la denuncia y encabezaron la búsqueda declararon este jueves en la cuarta audiencia judicial.
“Puede ser que haya algo que faltó en la investigación. Está a la vista. En mi opinión debería haberse hecho otra cosa”. Así lo reconoció el policía Claudio Lorenzo que, en el momento de la desaparición de Micaela Bravo en marzo del 2016 se desempeñaba como sargento primero en la Comisaría 42 del barrio 2 de Abril.
El policía retirado desde hace tres años prestó declaración esta mañana en la cuarta audiencia del juicio por la muerte de la joven en el que Angélica Paine está imputada.
Contó que la noche del 23 de marzo del 2016, cuando Patricio Vargas denunció la desaparición de Micaela, junto a un compañero de la guardia hicieron un rastrillaje con linternas desde el baldío ubicado frente a un jardín en dirección a la ruta. Dijo que, en esa ocasión, no llegaron a cruzar la ruta.
Esa misma noche también concurrió al hotel Villa Huinid, donde trabajaba la joven, y se entrevistó con algunos empleados. “La parte mía, lo que me ordenaron hacer, se hizo. Yo no encabezaba una investigación. Yo era parte de la investigación cuando me decían hacé esto o lo otro”, dijo Lorenzo.
“¿Y qué le decían los vecinos?, ¿hacia dónde apuntaba la investigación?”, le preguntó la fiscal Jefe Betiana Cendón. “Muchos hablaban de la señora Paine pero porque tenía problemas con sus vecinos. No específicamente con una persona”, respondió.
Ante algunas preguntas, Lorenzo recalcó que “la desaparición de Micaela sucedió hace seis años. Yo no me acuerdo de muchas cosas. ¿Le soy sincero? Hay charlas de las que yo no me acuerdo”.
El segundo en prestar declaración fue el sargento José Luis Martínez, que también cumplía funciones en la Comisaría 42. Contó que el día en que se radicó la denuncia por desaparición, “el encargado de calle” le dijo que estaban buscando a una chica que no había vuelto a la casa. “Me dicen que me pegue una vuelta por la escuela. El run run era que tenía problemas con la pareja y que se había ido de la casa. Me dijeron que me pegue una vueltita por una casa abandonada en la calle Siempre Viva”, declaró.
Cendón consultó al policía si habían rastrillado el lugar donde se encontró el cuerpo de Micaela. “Pasamos por ahí. No me acuerdo el día exacto, pero la jefatura ordenó un rastrillaje”, aseveró.
La fiscal insistió: “Entonces, ¿el lugar del hallazgo lo rastrilló?”. “Pasamos por ahí. Sí, se hizo”, dijo.
“La zona es amplia y es difícil transitar”
“Me llamó mucho la atención que siempre recibí a Vargas y me puse a disposición. Gestioné recursos y hacía de intermediario porque toda la información que le llegaba a Vargas, la canalizábamos de manera inmediata. Pero salía de mi oficina y le decía a los medios que no hacíamos nada”. Manuel Poblete se desempeñaba como segundo Jefe de la Regional Tercera de Bariloche en el momento en que se denunció la desaparición de Micaela. También prestó declaración.
Relató que un sábado siguiente a la denuncia, se presentó en la Comisaría 42 y visitó la casa de Teresa Bravo, la madre de la joven. Concurrió solo sin el responsable de esa unidad del barrio 2 de Abril, Darío Cravotta.
“Al día siguiente, recuerdo que se encontró el cuerpo de la joven Natalia Baez. Y le sugerí al ministro de Seguridad, Pérez Esteban, que como se había trabajado bien con ese caso, el personal se afectara a esta investigación. Lo consideraron viable”, señaló.
Poblete apuntó contra el entonces jefe de la Comisaría 42 al plantear que “cada vez que había conflictos nocturnos, estaba yo y no Cravotta. Así que pedí que se lo releve. Lo fundamenté. Se designó a Jorge Elizondo”.
Cendón le consultó si el entonces fiscal de la causa, Eduardo Fernández, concurría a los rastrillajes. “No lo vi”, ratificó Poblete y agregó que “la zona es amplia y es complejo rastrillar. Es difícil entrar en la zona”.
Recordó que también se recurrió a una «persona vidente» que los llevó a recorrer varios sectores de Villa Mascardi «ya que ella percibía que el cuerpo de Micaela estaba en esa zona».
El abogado querellante Luis María Terán Frías consultó a Poblete si tenía alguna persona sospechosa. «Nosotros tenemos que trabajar con indicios. Se trabaja en la búsqueda de indicios y pruebas. La misión institucional es buscar elementos que lleven luz a un hecho. Para responder su consulta, tendría que tener pruebas», indicó.
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