Intento de femicidio en Neuquén: lo condenaron por dispararle a su expareja frente a sus hijos
El ataque fue a corta distancia, incluso cuando la mujer estaba en el suelo. Gracias a la intervención médica lograron salvarla. El tribunal valoró el contexto de violencia de género: "la víctima vivió bajo un esquema de sumisión y control".
El imputado tiene cinco hijos en común con la víctima. Foto Cecilia Maletti.
«El señor no va a ser trasladado», dijo la defensa de Adriel Antonio Guerrero. El imputado decidió hoy no estar presente en la lectura del veredicto que lo declaró responsable por unanimidad del intento de femicidio de su expareja. El tribunal consideró ampliamente probado que el 12 de diciembre de 2023 le disparó tres veces a la mujer con un arma, frente a sus hijos, en su casa de Neuquén.
Estuvieron 16 años juntos: el vínculo comenzó cuando eran adolescentes de 14. Tuvieron cinco hijos.
Ese martes, entre las 0.50 y la 1.15, Guerrero salió de su casa, en Combate de San Lorenzo 1033, y se dirigió en un auto Chevrolet Agile gris hacia la vivienda de la víctima. Minutos antes su hijo de 11 años llamó a su mamá para decirle que su hermano estaba llorando y por eso su papá los iba a llevar.
La víctima salió al patio a recibirlos. Él le pidió hablar, ella le dijo que estaba cansada, que mejor lo hacían otro día. Él la tomó por el cuello y la amenazó: «Viste que yo te dije, te voy a matar, yo te voy a matar». Sacó el arma y mientras ella repetía -«Adriel por favor, qué estas haciendo»- la empujó. Le disparó a corta distancia en la cabeza. Cuando cayó al piso ejecutó dos tiros más, que fueron a la zona del tórax.
El hecho sucedió frente a los niños. Guerreró se fue a su casa, gritó «así me querían ver», y se autolesionó en el cuello.
La fiscal Silvia Moreira sostuvo que durante toda la relación hubo múltiples episodios de violencia física y verbal, con un control permanente de los movimientos de la mujer, de seguimiento a través del celular. Remarcó que la víctima «no podía tener amistad alguna» y era permanentemente desvalorizada, al punto de que normalizó «la degradación». La violencia de género se incrementó con la separación: discusiones y amenazas de muerte.
El defensor Gustavo Palmieri cuestionó la calificación y afirmó que no se trataba de una tentativa de femicidio, sino de lesiones graves.
«Una historia de violencia crónica»
El juez Luciano Hermosilla fue el encargado hoy de explicar el veredicto, al que adhirieron Cristian Piana y Juan Guaita.
Indicó que los informes que se expusieron durante el juicio revelaron que las heridas «no sólo generaron un riesgo cierto para la vida de la víctima: se nos explicó que perdió cerca de un litro de sangre, que tuvieron que hacerle transfusiones, que debieron realizar intervenciones quirúrgicas y se nos explicó de manera detallada, que incluso con intervenciones médicas, estas lesiones eran aptas para generar un riesgo alto».
Planteó que los relatos que brindaron los niños en cámara gesell fueron «bastante claros» y que la víctima «vivió bajo un esquema de sumisión y control, con miedo constante a las amenazas del imputado», en una historia de «violencia crónica, prolongada».
«El señor la celaba prácticamente por cualquier cosa, pero a la vez se separaron porque él tenía una relación paralela de tres años», agregó Hermosilla.
Mencionó que en su declaración ante el tribunal, el acusado recordó la separación: «Él estaba declarando y nos dijo: «es mentira que yo ejercía violencia de género, nunca ejercí violencia de género». Automáticamente, no alcancé ni anotar esa frase, nos terminó diciendo: «ese día discutimos porque me habían descubierto una relación paralela y bueno le pegué un bife». Es decir él mismo reconoce en esta contradicción palmaria que existía violencia y que existió incluso en esta discusión un golpe».
En cuanto a la hipótesis de que se trataría de un arrebato, el juez manifestó que la mujer recibió dos disparos en el suelo, ante una total indefensión. Señaló que «claramente la intención fue cometer una tentativa de femicidio».
En una próxima audiencia se discutirá la pena que se le impondrá.
"El señor no va a ser trasladado", dijo la defensa de Adriel Antonio Guerrero. El imputado decidió hoy no estar presente en la lectura del veredicto que lo declaró responsable por unanimidad del intento de femicidio de su expareja. El tribunal consideró ampliamente probado que el 12 de diciembre de 2023 le disparó tres veces a la mujer con un arma, frente a sus hijos, en su casa de Neuquén.
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