Imputaron a un hombre por intento de femicidio en SAO y deberá cumplir dos meses de prisión preventiva

El juez de garantías admitió los cargos que el fiscal formuló contra el sospechoso de haber intentado matar a la mujer, que permanece internada en el hospital de Viedma. El hecho que se investigará ocurrió la mañana del 3 de marzo pasado, cuando agredieron con un elemento contundente a la víctima y la dejaron abandonada.

La mujer fue atacada y abandonada en la expesquera Galme la mañana del 3 de marzo pasado en San Antonio Oeste (SAO). (foto gentileza archivo)

Con la voz en un hilo, una joven que había sido atacada con brutalidad alcanzó a pedir ayuda en medio de la soledad. Había sido golpeada en la cabeza y abandonada a su suerte, en inmediaciones de la expesquera Galme de San Antonio Oeste (SAO). Una pareja que caminaba casualmente por el lugar escuchó a la víctima y la auxilió. Eran cerca de las 9.30 del 3 de marzo último.


En el hospital de SAO advirtieron que la paciente presentaba una fractura de cráneo y que su vida estaba en riesgo. Por eso, la derivaron hasta el hospital de Viedma, donde permanece internada y se recupera de las graves lesiones que sufrió.

Durante cinco días, la fiscalía y efectivos de la Brigada de Investigaciones de la Policía rionegrina, que cumplen funciones en esa ciudad, comenzaron la búsqueda del presunto agresor. Las averiguaciones apuntaron a un hombre que es vecino de la víctima y que estuvo en la casa de la mujer la madrugada del 3 de marzo. El viernes, ese hombre se presentó en la comisaria local y se puso a disposición de la justicia.

Este sábado se hizo la audiencia de control de detención y de formulación de cargos, que se transmitió por zoom.

El fiscal Guillermo Ortíz lo imputó por intento de femicidio. Se trata de una calificación provisoria porque el caso recién se comenzó a investigar.


Como fue el ataque, según la fiscalía


Relató que el 3 de marzo pasado, en horario no establecido con exactitud, pero ubicable entre las 7 y las 7:40, el imputado intentó matar a la víctima en la exfábrica Galme Pesquera de SAO.
Indicó que el sospechoso la agredió “con un elemento duro y rígido con el cual la golpeó en su cabeza y en su brazo izquierdo, para luego dejarla tirada y darse la fuga”.

Sostuvo que la joven sufrió un traumatismo de cráneo encefálico con fractura y además una fractura en uno de sus brazos. Aseguró que la víctima no murió por la intervención del personal policial que llegó al lugar y llamó de manera inmediata al personal médico, que después la trasladó al hospital local. Luego, los médicos resolvieron derivarla hacia el hospital de Viedma.

El fiscal sostuvo los cargos con las declaraciones del varón y la mujer que encontraron moribunda a la víctima, y los testimonios de su pareja y de su hermano, quienes señalaron al imputado. Dijeron que el sospechoso estuvo en la vivienda de la mujer la madrugada del 3 de marzo.

Ortíz aseveró que la pareja de la víctima declaró que se había ido a dormir alrededor de las 5, ya que vive en el mismo domicilio, y el hermano de la mujer se había retirado antes. Por eso, dijeron que quedaron despiertos la víctima y el sospechoso.

Mencionó que contaba con grabaciones de cámaras de seguridad públicas y privadas que registraron a una persona que la mañana del hecho abandonaba el lugar donde encontraron a la víctima. Advirtió que las prendas de vestir de esa persona coinciden con las que usaba el sospechoso, según describieron los testigos entrevistados.


La decisión del juez


El defensor oficial Camilo Curi Antun objetó los cargos que el fiscal atribuyó al imputado. Advirtió que de la evidencia presentada por la fiscalía no se verificada el dolo como para acusar a una persona de intento de homicidio. Alegó que no estaba descrita con precisión cuál fue la conducta del sospechoso.

El juez de garantías Adrián Dvorzak admitió los cargos formulados por el fiscal. “Considero pertinente la calificación”, afirmó. Y dio cuatro meses de plazo para la investigación.

Ortíz solicitó que le impongan al imputado cuatro meses de prisión preventiva. Alegó que había riesgo de entorpecer la investigación si estaba en libertad y, sobre todo, para proteger a la víctima que aún no declaró.

El defensor se opuso a la prisión preventiva por cuatro meses, como pedía la fiscalía. La calificó como «irrazonable» y citó jurisprudencia. Propuso una prohibición de acercamiento, con la colocación de una pulsera electrónica al imputado para vigilar sus movimientos.

Tras escuchar los argumentos del fiscal y del defensor, Dvorzak resolvió imponerle dos meses de preventiva al acusado, que cumplirá en el penal de Viedma. La identidad del acusado, que se abstuvo de declarar, se mantiene en reserva porque la defensa oficial solicitó que no se divulguen sus datos personales y el juez admitió el planteo porque aún es inocente.


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