Imputaron a la machi de Villa Mascardi por pintadas en el Centro Cívico de Bariloche
Los hechos de vandalismo se registraron en junio, en coincidencia con la marcha Ni una menos y fueron denunciados por la Municipalidad. Betiana Colhuan Nahuel negó ser la autora y dijo que estaba en prisión domiciliaria en ese momento.
El sábado 3 de junio pasado, los turistas y residentes que pasaron por el Centro Cívico de Bariloche observaron, sorprendidos, pintadas en el acceso principal a la municipalidad y ayer se formularon cargos por ese acto de vandalismo a la machi Beatiana Colhuan Nahuel, integrante de la lof Lafken Winkul Mapu de Villa Mascardi.
Según la fiscal jefa Betiana Cendón los hechos de vandalismo ocurrieron durante la marcha que se había desarrollado en la víspera encabezada por un grupo de mujeres como parte del movimiento Ni Una Menos.
Este miércoles, Cendón atribuyó a Betiana Colhuan haber sido la autora de esas pintadas hechas con aerosol el 2 de junio último. Colhuan es la machi de la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu, que fue desalojada el 4 de octubre pasado de los lotes usurpados en Villa Mascardi.
“Basta de profanación al rewe”, “Rafa Nahuel presente”, “Libertad a las Presas Pu Pichikeche” y “Cárcel a los curas pedófilos” fueron las consignas que pintaron en el edificio municipal que, según Cendón destacó, es patrimonio histórico. Por eso, la acusó por los daños causados.
El juez de garantías Sergio Pichetto admitió los cargos formulados por la fiscalía contra Colhuan y dispuso 4 meses para investigar el caso. Señaló que hay dos teorías contrapuestas, porque Colhuan negó haber sido la autora de las pintadas. La acusada estuvo asistida por el defensor oficial Marcos Cicciarelo.
El municipio denunció el vandalismo y adhirió a la acusación
La secretaria Legal y Técnica de la municipalidad, Karina Chueri, adhirió a la imputación fiscal. El municipio es querellante en la causa.
Aunque la fiscal y Chueri aclararon que la disposición era resolver el conflicto con algún mecanismo alternativo, porque el objetivo es que reparen el daño causado.
Cendón sostuvo la formulación de los cargos contra Colhuan con las grabaciones de las cámaras de seguridad del centro de monitoreo que, según la fiscal, la identificaron como la supuesta autora de las pintadas, a partir de la vestimenta que utilizaba, porque la autora tenía su rostro cubierto.
Dijo que además la identificaron por los anillos que portaba y que los investigadores observaron que tenía colocados en otras fotografías publicadas en notas de medios de comunicación.
Cendón comentó en la audiencia que se había comunicado con el juzgado federal de Bariloche porque para la fecha que ocurrió el hecho a investigar Colhuan cumplía prisión domiciliaria en una vivienda de Bariloche.
No había control de la prisión domiciliaria
Aseguró que el secretario del juzgado federal Alejandro Iwanow le había informado que “recién el 5 de junio se les otorga la libertad” a las mujeres mapuches que estaban con prisión domiciliaria, porque estaban procesadas por las usurpaciones en Villa Mascardi.
Cendón relató que según el secretario del juzgado federal no había un régimen de control sobre las mujeres. “No había pulsera electrónica, ni control policial, lo único que se les pedía una vez por semana que vaya al Gabinete de Criminalística de la Policía de Río Negro, que está delante del domicilio informado”, contó.
Dijo que el secretario le había indicado que “rara vez se presentaban y que tenían autorizaciones para salir y circular por la ciudad que no había restricción que era una prisión domiciliaria muy laxa”.
Cendón aclaró que la intención no era criminalizar a la sospechosa, sino retrotraer al estado original el edificio de la municipalidad.
La machi negó ser la autora del vandalismo
Colhuan negó haber sido la autora de las pintadas. Sostuvo ante el juez que la citaron a la audiencia con sus dos hijos que estaban enfermos sin explicarle el motivo.
“Estuve detenida solo por ser mapuche, detenida política y sigo siendo perseguida políticamente”, denunció.
Explicó que la marcha salió el 2 de junio pasado de la ruca mapuche, donde cumplían la prisión domiciliaria ordenada por la jueza federal.
Desmintió que no tenían control mientras estaban en ese domicilio. Afirmó que se presentaba a firmar en el Gabinete de Criminalística lunes, miércoles y viernes.
Aseguró que los únicos permisos para salir fueron por asistir al hospital Ramón Carrillo por una emergencia médica. “Fui operada de la apéndice”, le indicó a Cendón y Chueri.
“Tengo anillos como todas las personas, como tiene Betiana Cendón, tengo un pañuelo porque soy mapuche, soy criminalizada porque soy mapuche”, afirmó Colhuan.
“Estaba detenida y no salí a la marcha. Por qué carajo iba a salir a dos días después mi libertad”, planteó. “Pasé 8 meses de sufrimiento, de torturas”, sostuvo.
Dijo que no iba a poner en riesgo su inminente libertad por participar de “una marcha cagada porque no soy feminista soy mapuche”.
“No tengo la contextura física” de la mujer que capturaron las cámaras que pintaba el municipio. “Nosotros somos siempre los delincuentes por ser mapuches. Yo no soy una delincuente, esas pintadas no las hice”, insistió.
Y denunció que a ella le profanaron “mi rewe que es un espacio ceremonial sagrado”. “Entraron a mi territorio y pintaron mi territorio, mi espacio territorial”, señaló.
También, sostuvo que nadie “va a devolver a Rafael Nahuel”.
“Es claramente una persecución y hostigación a nuestro pueblo, encima a mi persona”, denunció. “Estuvo 8 meses detenida, en huelga de hambre, no voy a cagar una pintada que para mí no significa nada”, aseguró.
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