Gritos y escrache en la salida de la última audiencia por el crimen de Fernando: «Criaron monstruos»
Ayer, familiares de los rugbiers imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa tuvieron que salir custodiados por la policía. Hubo incidentes con los manifestantes. Mirá el video.
Entre insultos y lágrimas, así salieron del juicio los familiares de los acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa. Foto Télam.
Ayer, durante el último día de audiencia del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, hubo incidentes entre manifestantes y los padres de los imputados, quienes debieron ser escoltados por la policía. «Asesinos» y «criaron unos monstruos», fueron dos de los gritos más efusivos de los protestantes.
Este miércoles, se generó una situación de máxima tensión. Todo ocurrió fuera de los Tribunales de Dolores, cuando los familiares de los ocho rugbiers salieron de la última audiencia del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa. Allí, varios manifestantes se acercaron a increparlos y a escracharlos cuando se retiraban a sus vehículos particulares.
Decenas de manifestantes rodearon a los padres de los imputados y fueron tantos los gritos, que los efectivos de la policía tuvieron que hacer un anillo de seguridad para que pudieran llegar a destino. “Criaron monstruos”, dijo una mujer que llegó a ponerse cara a cara con el papá de Luciano y Ciro Pertossi, su esposa y la mamá de Blas Cinalli.
María Paula Cinalli -mamá de Blas Cinalli- y María Cinalli -mamá de Ciro y Luciano Pertossi- fueron las primeras en atravesar las puertas de los Tribunales bajo una catarata de insultos. Detrás de ellas iba, con la cabeza gacha, Mauro Pertossi -padre de los hermanos- y, más atrás, los padres de Matías Benicelli y el papá de Ayrton Viollaz.
La mamá de Cinalli –la mujer que sufre una enfermedad que le provocó parálisis facial- no pudo contener las lagrimas y se puso a llorar.
Los primeros en poder escapar del tumulto de gente fueron los padres de Matías Benicelli y de Luciano y Ciro Pertossi, que se subieron a un auto escoltados por los agentes.
Unos minutos después llegaron al auto las hermanas Cinalli, que tuvieron que esquivar a los manifestantes y a algunos policías que se interpusieron en el camino. Antes de entrar, voló un bidón de plástico que cayó contra el parabrisas del vehículo.
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